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Los Anteojos de Baskerville

El difícil tema de la cultura en el PAN

El vergonzoso proselitismo ocurrido en la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara que ha desembocado en el cambio de titular, debería generar no solo la indignación de la comunidad cultural, sino la exigencia al Ayuntamiento de tomar en serio la cultura. Entre otras cosas, porque considero que en 12 años que lleva el PAN en el gobierno municipal no ha habido una labor destacada en dicha Dirección (dicho esto, por supuesto, con la parte que me corresponde). La creación de dos museos, un centro cultural y la remodelación de un par de espacios no se comparan con sus costosos proyectos a medias, desde los Arcos del Milenio hasta el Teatro de la Ciudad, pasando por la Plaza Soriano y el Museo Guggenheim. Lo anterior se debe a la falta de compromiso institucional con el tema y a la ausencia de una acertada coordinación.

En lo personal, entiendo la indignación de la comunidad cultural, mas no su falta de retentiva para observar la forma en que el PAN trata la cultura. El problema del PAN con la cultura es la falta de militantes dedicados y preparados. La institución necesita hacer que los aficionados dejen el esnobismo y se pongan a estudiar. Uno de los primeros errores del PAN fue haber echado de sus filas a la generación más brillante que ha tenido después de la de sus fundadores. Hablo de Manuel Rodríguez La Puente, profesor destacado que en el área de la sociología que hizo una labor memorable en universidades como la de Guadalajara y Querétaro; hablo de un Ignacio Arriola Haro, Premio Jalisco 1968, fundador de la Compañía de Teatro de la Universidad de Guadalajara, maestro de la misma y fundador también del cine club; hablo del destacado poeta Hugo Gutiérrez Vega, del maestro Efraín González Morfín, del también poeta Alejandro Avilés… en fin, gente que o bien renunció al partido por no encontrar en él un espacio propicio para el desarrollo del tema, o bien fueron expulsados por radicales, según los grupos empresariales que se apoderaron del PAN, incapaces de debatir con gente pensante. Otro de sus desatinos es la integración de su Consejo de Cultura. Sí, el PAN tiene un Consejo de Cultura a nivel nacional integrado por Maribel Fernández "La Pelangocha", Isabel Martínez "La Tarabilla", "Pompín" Iglesias, Evita Muñoz "Chachita", Irma Lozano, el mago Ednovi, la Sonora Santanera… El problema del PAN es que está plagado de aficionados a todo y de especialistas en nada. Es un partido que no fomenta la especialización en la administración pública. Y si no, véase el caso del doctor Petersen. El PAN tenía en él a uno de los pocos médicos destacados (no chochero), cuyo papel al frente de la Secretaría de Salud lo posicionaba como un especialista en salud pública. Sin embargo, fue convencido de que podía ser un buen alcalde. Quienes lo convencieron, en el fondo pensaban solo en la imagen del doctor y la forma en que ésta ayudaría a que la clase media tapatía se reconciliase con el PAN, jamás pensaron en que estaban truncando la trayectoria de un médico destacado en la función pública. Ahora bien, si algo había en el gobierno del doctor Peterser en materia de cultura era por lo menos experiencia. Elena Matute no era una persona iniciada en el tema, como tampoco lo son los regidores Myriam Vachez y José Manuel Correa Ceseña, sin embargo, a juzgar por lo que estamos viendo, aún no aflora una acción cultural que dé muestra de esa experiencia. Esperemos que las cosas cambien en el último año de la administración tapatía y si bien deciden no apoyar la cultura, que por lo menos no la distraiga de sus tareas.
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