Entretenimiento
Listo para el “crossover”
A punto de cumplir 25 años de carrera, Marco Antonio Regil tiene un objetivo: triunfar en Estados Unidos como líder de opinión
GUADALAJARA, JALISCO.- Se siente como nuevo. Sus metas son otras, más altas dice. Su trabajo como conductor busca otros aires. Estados Unidos, desde hace cinco años, es su lugar de residencia. Se ha transformado. Considera que es una mejor persona, y la televisión sigue siendo una de sus pasiones.
Él es Marco Antonio Regil, la imagen de programas de concursos como Atínale al precio, 100 mexicanos dijeron o Todo el mundo cree que sabe, y quien debutara hace un año en The price is rigth live, en Las Vegas, Nevada en un idioma que le es ajeno, pero cada vez domina mejor.
Aquellos días donde su voz se escuchaba en una estación de radio local de la ciudad de Obregón en Sonora han quedado atrás. Ahora el reto es convertirse en un líder de opinión que le hable a los hispanos en la Unión Americana en inglés, porque según comenta, es el futuro de los comunicadores en aquel país. Ser empresario y dueño de una televisora en el país del Norte es otro de sus sueños, para así conseguir el anhelado crossover (artista que sale de un país de habla hispana y logra difusión en algún medio de comunicación norteamericano).
Por lo pronto su hogar se ubica en Los Ángeles, California, donde asegura se seguirá preparando para mejorar. “Siempre me estoy preparando. Tomo dos o tres talleres al año, siempre traigo un libro nuevo”.
En constante evolución
“En mis inicios, cuando hice televisión y radio estaba tartamudeando, me temblaba la mano y fue un desastre”, recuerda Marco Antonio y reflexiona sobre ello. “Creo que para dominar una actividad es necesario trabajar unas 10 mil horas, y en la televisión en español, mi idioma, considero que ya las he cumplido”, ha pagado su cuota pues.
“Me he ido transformando mentalmente”, continúa diciendo con respecto a su desarrollo profesional. “No soy el mismo de hace seis años, porque no hay prácticamente un sólo concepto que conserve. Soy otra persona, alguien que habla como un profesional del entretenimiento, que no sólo conoce el lado de la cámara sino también el del negocio”.
Meta superada
“Cometí todos los errores posibles. Si existían los 10 errores que un conductor comete, yo me inventé unos 10 más. Cometí todos, y es parte del desarrollo, no puedes aprender sin equivocarte”, comparte Regil, quien se muestra seguro de lo que dice. Siempre mira a la cámara y sus respuestas son precisas, además de que no es un hombre de pocas palabras. Le gusta expresarse.
A diferencia de sus inicios, el conductor asegura que estos tiempos, en el caso de su trabajo en televisión en México, son para disfrutar, para cosechar lo sembrado. “Ahora voy a un programa de televisión en español y lo disfruto, lo vivo. Ya no estoy estresado, ahora estoy estresado por ser empresario y no cometer errores en otros lugares, por ello es que mi reto más grande es triunfar en Estados Unidos, convertirme en un líder de opinión en un idioma ajeno”.
Su experiencia en Las Vegas
“El año pasado hicimos Atínale al precio en Las Vegas”, recuerda emocionado. “Fue una semana entera, en la que me sentí como cuando tenía 15 años.
Temblé otra vez. Sudé y sufrí. Había una parte de mí, minutos antes de que empezara el programa, que quería salir corriendo y que deseaba que la tierra me tragara para salir de la pesadilla, sólo me preguntaba ‘qué hago aquí, cómo vine a exponerme a esto, voy a hacer el ridículo’. Pasaron por mi mente las peores cosas, pero una vez que logras hacer algo más grande evolucionas, y la magia es que no hay marcha atrás, ya eres más fuerte. Y es que el primer día de grabación temblaba, y para cuando acabó la semana estaba fluyendo, a gusto, tranquilo, no al 100% de como conduzco en español, pero de ahí salí convencido de que mi futuro es destacar en los medios de comunicación hablando inglés”.
“Tengo metas claras. Por ello es que mi reto más grande es triunfar en Estados Unidos, convertirme en un líder de opinión en un idioma ajeno”.
EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina
Él es Marco Antonio Regil, la imagen de programas de concursos como Atínale al precio, 100 mexicanos dijeron o Todo el mundo cree que sabe, y quien debutara hace un año en The price is rigth live, en Las Vegas, Nevada en un idioma que le es ajeno, pero cada vez domina mejor.
Aquellos días donde su voz se escuchaba en una estación de radio local de la ciudad de Obregón en Sonora han quedado atrás. Ahora el reto es convertirse en un líder de opinión que le hable a los hispanos en la Unión Americana en inglés, porque según comenta, es el futuro de los comunicadores en aquel país. Ser empresario y dueño de una televisora en el país del Norte es otro de sus sueños, para así conseguir el anhelado crossover (artista que sale de un país de habla hispana y logra difusión en algún medio de comunicación norteamericano).
Por lo pronto su hogar se ubica en Los Ángeles, California, donde asegura se seguirá preparando para mejorar. “Siempre me estoy preparando. Tomo dos o tres talleres al año, siempre traigo un libro nuevo”.
En constante evolución
“En mis inicios, cuando hice televisión y radio estaba tartamudeando, me temblaba la mano y fue un desastre”, recuerda Marco Antonio y reflexiona sobre ello. “Creo que para dominar una actividad es necesario trabajar unas 10 mil horas, y en la televisión en español, mi idioma, considero que ya las he cumplido”, ha pagado su cuota pues.
“Me he ido transformando mentalmente”, continúa diciendo con respecto a su desarrollo profesional. “No soy el mismo de hace seis años, porque no hay prácticamente un sólo concepto que conserve. Soy otra persona, alguien que habla como un profesional del entretenimiento, que no sólo conoce el lado de la cámara sino también el del negocio”.
Meta superada
“Cometí todos los errores posibles. Si existían los 10 errores que un conductor comete, yo me inventé unos 10 más. Cometí todos, y es parte del desarrollo, no puedes aprender sin equivocarte”, comparte Regil, quien se muestra seguro de lo que dice. Siempre mira a la cámara y sus respuestas son precisas, además de que no es un hombre de pocas palabras. Le gusta expresarse.
A diferencia de sus inicios, el conductor asegura que estos tiempos, en el caso de su trabajo en televisión en México, son para disfrutar, para cosechar lo sembrado. “Ahora voy a un programa de televisión en español y lo disfruto, lo vivo. Ya no estoy estresado, ahora estoy estresado por ser empresario y no cometer errores en otros lugares, por ello es que mi reto más grande es triunfar en Estados Unidos, convertirme en un líder de opinión en un idioma ajeno”.
Su experiencia en Las Vegas
“El año pasado hicimos Atínale al precio en Las Vegas”, recuerda emocionado. “Fue una semana entera, en la que me sentí como cuando tenía 15 años.
Temblé otra vez. Sudé y sufrí. Había una parte de mí, minutos antes de que empezara el programa, que quería salir corriendo y que deseaba que la tierra me tragara para salir de la pesadilla, sólo me preguntaba ‘qué hago aquí, cómo vine a exponerme a esto, voy a hacer el ridículo’. Pasaron por mi mente las peores cosas, pero una vez que logras hacer algo más grande evolucionas, y la magia es que no hay marcha atrás, ya eres más fuerte. Y es que el primer día de grabación temblaba, y para cuando acabó la semana estaba fluyendo, a gusto, tranquilo, no al 100% de como conduzco en español, pero de ahí salí convencido de que mi futuro es destacar en los medios de comunicación hablando inglés”.
“Tengo metas claras. Por ello es que mi reto más grande es triunfar en Estados Unidos, convertirme en un líder de opinión en un idioma ajeno”.
EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina
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