Entretenimiento
''Le sudé para llegar a mi casa gracias a la Cumbre''
Debido al cierre de calles por la Cumbre de Líderes de América del Norte en Guadalajara, muchas personas se han visto afectadas para llegar a su destino
GUADALAJARA, JALISCO.- Toda una travesía fue la que viví para dirigirme desde mi trabajo, el cual se ubica en el Centro de Guadalajara, hasta mi casa por la Avenida República a tres cuadras de la Calzada Independencia. No podía tomar camión porque se desviaban por otros caminos debido a la gran cantidad de calles cerradas por la Cumbre, por tal motivo pensé que mi mejor opción sería irme caminando, sin embargo, no sabía la “aventura” por la que pasaría simplemente para cruzar la Calzada.
Al salir de mi trabajo tuve que caminar por la calle Pedro Moreno, al ir avanzando por ésta sentía mucho miedo porque no había luz y esto aunado al miedo de que me fuera a salir un globalifóbico en el camino o me fuera a arrestar la policía por si me confundía con uno.
Al cruzar la Calzada Independencia, vi que se acercaban dos jóvenes desaliñados y se comenzaron a escuchar cada vez más cerca los pasos de un grupo de personas, eran elementos de seguridad que se dirigían a hacerles una revisión, los tomaron de los brazos, los recargaron en una barda que estaba cerca, les esculcaron las bolsas, no dudo para nada que los hayan confundido con globalifóbicos; esta situación me sacó un buen susto.
Para irme a mi hogar decidí que la mejor opción era irme por la calle Dionisio Rodríguez, la cual era uno de tantos caminos cerrados para los vehículos, pero creí que era segura porque habían muchos elementos del Ejército, pero al ir caminando ¿cuál va siendo mi sorpresa?, una serie de piropos como ¡mamacita!, ¿te acompaño?, ¿porqué tan solita?, entre otros, eran captados por mis oídos; cada cuadra me parecía una eternidad, cada vez que llegaba a una esquina sentía que me interceptaban para detenerme, sinceramente parecía que sólo algo insólito podría hacer que yo llegara a mi hogar, pero después de tantos sustos e incidentes, por fin logré llegar, ahora no me queda más que esperar a ver cómo le haré para llegar a mi trabajo mañana (hoy).
EL INFORMADOR / Paulina Pérez
Al salir de mi trabajo tuve que caminar por la calle Pedro Moreno, al ir avanzando por ésta sentía mucho miedo porque no había luz y esto aunado al miedo de que me fuera a salir un globalifóbico en el camino o me fuera a arrestar la policía por si me confundía con uno.
Al cruzar la Calzada Independencia, vi que se acercaban dos jóvenes desaliñados y se comenzaron a escuchar cada vez más cerca los pasos de un grupo de personas, eran elementos de seguridad que se dirigían a hacerles una revisión, los tomaron de los brazos, los recargaron en una barda que estaba cerca, les esculcaron las bolsas, no dudo para nada que los hayan confundido con globalifóbicos; esta situación me sacó un buen susto.
Para irme a mi hogar decidí que la mejor opción era irme por la calle Dionisio Rodríguez, la cual era uno de tantos caminos cerrados para los vehículos, pero creí que era segura porque habían muchos elementos del Ejército, pero al ir caminando ¿cuál va siendo mi sorpresa?, una serie de piropos como ¡mamacita!, ¿te acompaño?, ¿porqué tan solita?, entre otros, eran captados por mis oídos; cada cuadra me parecía una eternidad, cada vez que llegaba a una esquina sentía que me interceptaban para detenerme, sinceramente parecía que sólo algo insólito podría hacer que yo llegara a mi hogar, pero después de tantos sustos e incidentes, por fin logré llegar, ahora no me queda más que esperar a ver cómo le haré para llegar a mi trabajo mañana (hoy).
EL INFORMADOR / Paulina Pérez
Síguenos en