Entretenimiento
LOS ANTEOJOS DE BASKERVILLE Por: Carlos Lara G.
La defensa legislativa del derecho de autor
La Constitución de 1824, a diferencia de las anteriores, además de reservar un espacio para la instrucción pública, hizo referencia a los derechos de autor y derechos asociados al ejercicio cultural bajo un modelo normativo de distribución de facultades administrativas desde diferentes órganos del Estado. Facultó al Congreso, por ejemplo, para promover la ilustración, asegurando derechos exclusivos a los autores por la creación de sus obras.
Ésta fue una de las luchas más enérgicas del dramaturgo recientemente fallecido, Víctor Hugo Rascón Banda, desde la Sociedad General de Escritores de México (Sogem). Con esa noble solicitud lo recibimos en febrero de 2007 en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, ante la amenaza de los hoteleros que venían impulsando desde hace cuatro legislaturas una reforma al artículo 150 de la Ley Federal del Derecho de Autor, en beneficio de ellos y en perjuicio de los autores. Pretendían eliminar su obligación de pagar las regalías correspondientes a los autores por la música que tocan en sus hoteles. Afortunadamente, esta preocupación ha quedado resuelta, por lo menos por esta legislatura, ya que los hoteleros llevan cuatro legislaturas presentando la misma iniciativa.
El pasado 18 de septiembre, con base en el dictamen elaborado por la Comisión de Cultura del Congreso de la Unión, el Pleno de la Cámara de Diputados rechazó la iniciativa antes mencionada. Con esto, la Comisión de Cultura garantiza a los autores el cobro de este derecho, así como el crédito correspondiente por el uso de sus obras, y al mismo tiempo, que la cultura de nuestro país siga nutriéndose constantemente de sus aportaciones creativas. El argumento central del dictamen rechazado se basa en que los hoteles reciben un beneficio económico por el uso de la música, por ser ésta parte de los servicios que ofrecen, mediante el cual generan ingresos que están obligados a pagar, como lo establece no solo la legislación mexicana, sino también diversos instrumentos internacionales en materia de derecho de autor. Medidas como ésta reiteran el sentido de la legislación cultural, encaminada a garantizar la justa obtención de la remuneración que corresponde a todos los autores en ese caso, por el uso de sus obras, cuando de ellas se derive un beneficio económico.
Por otro lado, es importante mencionar también que el 10 de septiembre pasado, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó la reforma constitucional promovida por la Comisión de Cultura que modifica los artículos 4 y 73 de la Constitución y amplía la facultad expresa del Congreso Federal para legislar, no solo en materia de derecho de autor, sino de cultura en general. Esta reforma constitucional será aprobada por el Pleno de la Cámara de Diputados la próxima semana, pasará después al Senado de la República y posteriormente a los estados del país.
Una vez aprobada por la mayoría de los 31 estados, la Comisión de Cultura y el Congreso Federal contarán con mejores bases legales para revisar, legislar y actualizar el marco jurídico de la cultura en México. Por el momento, celebremos el rechazo de la iniciativa de los hoteleros por lo que tiene de garantía para los autores, porque seguirán recibiendo la legítima remuneración y el crédito que les corresponde por el uso de sus obras.
Ésta fue una de las luchas más enérgicas del dramaturgo recientemente fallecido, Víctor Hugo Rascón Banda, desde la Sociedad General de Escritores de México (Sogem). Con esa noble solicitud lo recibimos en febrero de 2007 en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, ante la amenaza de los hoteleros que venían impulsando desde hace cuatro legislaturas una reforma al artículo 150 de la Ley Federal del Derecho de Autor, en beneficio de ellos y en perjuicio de los autores. Pretendían eliminar su obligación de pagar las regalías correspondientes a los autores por la música que tocan en sus hoteles. Afortunadamente, esta preocupación ha quedado resuelta, por lo menos por esta legislatura, ya que los hoteleros llevan cuatro legislaturas presentando la misma iniciativa.
El pasado 18 de septiembre, con base en el dictamen elaborado por la Comisión de Cultura del Congreso de la Unión, el Pleno de la Cámara de Diputados rechazó la iniciativa antes mencionada. Con esto, la Comisión de Cultura garantiza a los autores el cobro de este derecho, así como el crédito correspondiente por el uso de sus obras, y al mismo tiempo, que la cultura de nuestro país siga nutriéndose constantemente de sus aportaciones creativas. El argumento central del dictamen rechazado se basa en que los hoteles reciben un beneficio económico por el uso de la música, por ser ésta parte de los servicios que ofrecen, mediante el cual generan ingresos que están obligados a pagar, como lo establece no solo la legislación mexicana, sino también diversos instrumentos internacionales en materia de derecho de autor. Medidas como ésta reiteran el sentido de la legislación cultural, encaminada a garantizar la justa obtención de la remuneración que corresponde a todos los autores en ese caso, por el uso de sus obras, cuando de ellas se derive un beneficio económico.
Por otro lado, es importante mencionar también que el 10 de septiembre pasado, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó la reforma constitucional promovida por la Comisión de Cultura que modifica los artículos 4 y 73 de la Constitución y amplía la facultad expresa del Congreso Federal para legislar, no solo en materia de derecho de autor, sino de cultura en general. Esta reforma constitucional será aprobada por el Pleno de la Cámara de Diputados la próxima semana, pasará después al Senado de la República y posteriormente a los estados del país.
Una vez aprobada por la mayoría de los 31 estados, la Comisión de Cultura y el Congreso Federal contarán con mejores bases legales para revisar, legislar y actualizar el marco jurídico de la cultura en México. Por el momento, celebremos el rechazo de la iniciativa de los hoteleros por lo que tiene de garantía para los autores, porque seguirán recibiendo la legítima remuneración y el crédito que les corresponde por el uso de sus obras.
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