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José Gil Olmos presenta en la FIL ''Los brujos del poder''

José Gil Olmos documenta la relación de personajes relevantes de la historia con brujos, espíritus y chamanes

GUADALAJARA, JALISCO.- Pásele al mercado del oscurantismo, lo místico, lo esotérico. Hay chamanes, hechiceros, espiritistas, masones, neurolingüistas, brujos, bao baos, curanderos. Atienden a todos por igual, pero tienen un público muy especial, que ha hecho de estos encuentros un ritual para la toma de decisiones o para mantener y expander su poder: los políticos.

José Gil Olmos cuenta la historia de algunos políticos de los últimos cien años que han estado vinculados a estas prácticas (como Madero, Felipe Ángeles, Calles, los priístas, Francisco Barrio, Martha Sahagún, Elba Esther Gordillo o los yunquistas), en el libro Los brujos del poder, que presentó ayer en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y que a seis meses de haber salido bajo el sello Debolsillo, se ha convertido en un bestseller.

El libro está dividido en Los espiritistas de la Revolución, Los brujos de los priístas, Aprendices de brujo y Los nuevos Tiempos. El periodista de Proceso señala que en la primera parte se evidencia la influencia del espiritismo, pues buscaban luz ante la incertidumbre que vivía el país a principios del siglo y era una corriente que buscaba comprobar científicamente que los espiritus existen. Después, cuando la Revolución se institucionaliza, llegan los primeros brujos del PRI que están muy cercanos a chamanes de Tatemaco o Oaxaca. En el caso del PAN es muy similar, pero se mezcla con el new age y otras religiones. La última parte es dedicada a las nuevas creencias, como la creencia en la Santa Muerte o los rezos a San Benito Juárez o San Pancho Villa.

“Un buen ejemplo es Elba Esther Gordillo, quien en 1995 hace un viaje a África para participar en un sacrificio. Ella es objeto del rito que hace brujo de Nigeria y al que paga 45 mil dólares. Se sacrificó a un león, se le quitó la piel y con ella la envolvieron durante 24 horas. Lo que quería era inhibir la decisión de Zedillo, en ese momento Presidente de la República, para investigarla y quitarla el poder. Martha Sahagún hace algo similar. Ella va con un santero y le dice que se case con Fox, lo que yo interpreto como una forma de llegar más rápido al poder”, explica Gil Olmos, quien ha trabajado para diarios como El Nacional y La Jornada.

Añade que este fenómeno lo que ha destapado es que la clase política, en general, “es muy inculta, y en momentos de crisis como este, tiene mucho más auge el misticismo, esoterismo y demás”.
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