Entretenimiento
Impulsarán debate sobre la repatriación de restos de Borges
Alejandro Vaccaro propondrá un debate “sobre qué hacemos con nuestros escritores muertos en el exterior”
Vaccaro, considerado un especialista en la obra de Borges y enfrentado desde hace años a su viuda, María Kodama, respaldó un proyecto de la legisladora peronista María Beatriz Lenz para repatriar el cuerpo del escritor argentino que originó hace unas semanas una nueva polémica y que no se llegó a materializar.
Pese a que Lenz desistió de presentar su propuesta tras conversar con Kodama, Vaccaro tomó el testigo e impulsa un debate abierto en el seno de la SADE -que agrupa a unos seis mil 500 escritores- con el convencimiento de que Borges hubiera preferido ser enterrado en Buenos Aires.
"En democracia, plantear el debate no puede molestar a nadie, y la Sociedad Argentina de Escritores habló del tema en su última reunión y ha decidido dar el debate", apuntó Vaccaro.
"Lo único que queremos es debatir sobre qué hacemos con nuestros escritores muertos en el exterior", agregó Vaccaro, quien, no obstante, reconoció que la discusión se centrará en la figura de Borges y no en otros casos de escritores argentinos enterrados fuera del país, como Julio Cortázar, cuyos restos reposan en París.
Según Vaccaro, la SADE estructurará el debate sobre Borges en mesas redondas integradas por especialistas en su obra, escritores, historiadores, abogados e incluso médicos.
Vaccaro, que no conoció personalmente al autor del relato "Emma Zunz", dice contar con elementos que confirmarían que la voluntad del escritor era ser enterrado en el panteón familiar del cementerio de La Recoleta, en Buenos Aires.
Reconoce, sin embargo, que tal como señala el propio Borges en la carta enviada a la sede central de la Agencia Efe en Madrid en mayo de 1986, apenas unas semanas antes de su muerte, se sentía muy bien en Ginebra y quiso morir en la capital suiza.
"Borges era un hombre pudoroso que prefirió una muerte en silencio, alejado de Buenos Aires", admitió, pero insistió en que "no es lo mismo morir que ser enterrado".
En el extremo opuesto de la polémica se encuentra María Kodama, quien defendió esta semana que la carta dirigida por Borges a la Agencia Efe confirma su deseo de permanecer en Ginebra.
En la carta, Borges explicaba que se sentía "misteriosamente feliz" en Ginebra, anunciaba su determinación de "ser un hombre invisible" en la ciudad y denunciaba el "asedio" al que era sometido por los periodistas.
Kodama recordó, en una entrevista, que la presión de la prensa en los últimos meses de vida de Borges se convirtió en una "cacería" y reveló que su esposo le pidió descansar definitivamente en Ginebra poco antes de morir.
"Me dijo que si lo quería (a él), yo no querría ver su agonía empapelando las calles de la ciudad (Buenos Aires)", explicó Kodama, que pide que se respete la memoria de Borges y que le dejen descansar en paz.
Síguenos en