Entretenimiento
Euforia con William Levy
El montaje Un amante a la medida desata la histeria entre las tapatías
Con un aforo que no superaba las tres cuartas partes del Teatro Galerías, la puesta en escena comenzó con 45 minutos de retraso.
Al abrirse el telón, la actriz Gabriela Goldsmith apareció acompañada de Gabriel Varela, quien sustituyó en esta presentación al histrión venezolano Fernando Carrillo.
Después de un par de minutos de diálogos cargados de albures y doble sentido, Varela salió de escena y acto seguido apareció William Levy sobre las tablas ocasionando la euforia entre las asistentes.
“Papacito, te amo”. “Estás bien bueno mi rey”. “Quiero uno como tú en mi casa”. Éstas fueron algunas de las frases que se escucharon entre el público.
Era tal el alboroto en el teatro, que cada palabra pronunciada por el actor cubano era precedida por los gritos histéricos de cientos de mujeres y Levy, sonrojado, sonreía por la iniciativa.
Posteriormente se sumaron a la obra las actuaciones de Alexis Ayala, Luz María Jerez y una novel actriz en lugar de Alicia Machado, y a partir de este momento el humor subió de tono.
Los enredos fueron la constante durante el primer acto de la obra. Vinieron 10 minutos de intermedio, tras los cuales, en la primera escena del segundo acto, William Levy salió al escenario mostrando el torso desnudo y de nueva cuenta la histeria se hizo presente.
Conforme avanzó la obra, los actores fueron despojándose de sus prendas y, al final, el cubano terminó en bata de baño.
Después de casi dos horas, el espectáculo finalizó con los actores tomados de la mano.
Cosas para contar
Dos horas de duración
Dos funciones
Siete actores
Dos mil 250 asistentes
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