Entretenimiento
El FICG ofrece noche de flamenco gitano en Zapopan
El filme narra la pasión por el baile español a través de tres mujeres de una misma familia
Son las 20:00 horas y el documental debió haber empezado ya, aunque eso la pequeña no lo sabe, se entera tras haberse levantado a preguntarle a los encargados. "Que en diez minutos inicia", le informa orgullosa a su madre tras volver a su lugar, a un lado de su hermano.
A un lado, las campanadas de la Basílica suenan y los fieles ingresan a la misa, mientras los organizadores de la velada cinematográfica deciden esperar a que más personas acudan al llamado, pues menos de la mitad de los aproximadamente150 lugares están ocupados.
Diez minutos después inicia la proyección y la madre de los menores confiesa ‘’mis niños están emocionados porque hace como seis meses aquí mismo vimos 'Batman', por eso piensan que otra vez van a poner una película para ellos’’.
El filme, que aborda la pasión de las comunidades gitanas por el flamenco en España, no cumple con las expectativas de la familia, quienes cinco minutos después se levantan ‘’con permiso, comper, gracias’’, y se van a sentar en una de las bancas de la plaza.
En el resto del público hay otros niños, quienes poco a poco le van pidiendo a sus padres irse, mientras jóvenes y adultos empiezan a llenar las sillas de asientos negros. Una pareja llega en bicicleta y toma asiento en una esquina, se abrazan.
Hace frio y viento pero los cinéfilos aguantan los 90 minutos de función, y aunque no hay aplauso final, se escuchan comentarios de aprobación cuando termina el documental.
El flamenco se lleva en el corazón
La historia empieza cuando Karime llega a Bajarí, nombre de Barcelona en caló -la lengua de los gitanos-, para prepararle un homenaje a su tía abuela Carmen Amaya, famosa y reconocida bailaora española.
Amaya decía que se puede bailar si se aprende una buena técnica, pero que no sirve de nada si no se siente en el corazón, y eso es lo que se transmite de generación en generación entre los gitanos, como una ley no escrita.
Los cantaores alistan el espectáculo y la cámara se adentra en sus ensayos y preparativos del vestuario. Winny, la madre de Karime llega a la ciudad para participar en el show.
Por otra parte está Juanito, quien desea ser bailaor y tener unos botines rojos para convertirse en profesional, sueño que al final consigue.
Es así que se a través del pasado, presente y futuro se recuerda a todas las personas que han contribuido a que Barcelona sea una de las capitales del Flamenco.
En el día del homenaje, Karime y Winny bailan majestuosamente, y con la pasión a flor de piel los presentes en el show gritaron al unísono "Viva Carmen Amaya’’.
EL INFORMADOR/ ILSE MARTÍNEZ
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