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Dos décadas de gran historia

Como agua para chocolate ha alcanzado 20 años de vida y se augura una trascendencia todavía mayor

GUADALAJARA, JALISCO.- Hace 20 años, cuando Como agua para chocolate vio la luz, Laura Esquivel, su autora, jamás imaginó que al paso del tiempo la novela se convertiría en tema de innumerables análisis, se leería en más de una treintena de lenguas y podría trascender las barreras del tiempo y espacio como lo ha hecho, manteniéndose hoy como una de las obras cumbres de las letras mexicanas.

Y mientras miles de lectores continúan repasando la historia de Tita, una mujer que por ser la menor de las hijas tenía la sentencia de vivir atada a su madre; la autora no ha vuelto a echar una mirada a la obra que conmueve sin hacer diferencia de géneros.

Con la celebración de estos primeros 20 años, Laura Esquivel presume una nueva edición del Grupo Planeta y ha llegado a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, feliz, radiante y con ganas de recordar aquella historia.

Sin embargo, todavía no ha podido explicarse cuál ha sido la receta para que Como agua para chocolate haya trascendido de esta forma, aunque en su mente revolotea una serie de hipótesis.

"No deja de sorprenderme todo lo que sigue pasando con ella (la novela). De pronto uno se queda como observador de su propia obra. La verdad no sé (cuál es la receta), si la tuviera ya la hubiera repetido -bromea-. He hecho un montón de teorías, pero a ciencia cierta sigue siendo un misterio".

Recuerda que a los tres meses de haber sido publicada, fue traducida al italiano y poco a poco Tita comenzó a hablar en idiomas insospechados, al llegar a países como Holanda, Dinamarca, Noruega, Bélgica.

"Pensaba, ha de ser porque en estos países tan altamente desarrollados no tienen esa relación con la sensualidad, el color, los olores; luego decía, puede ser que la novela se pone en contacto con otros orden…", explica.

Pero la verdad de las cosas es que no importa, el hecho es que así ha sido y para la autora ha sido agradable la trascendencia de lo que se pensó en su tiempo, sería solamente un hit pasajero.

Además de Como agua para chocolate, Esquivel es autora de La ley del amor, Íntimas suculencias, Estrellita marinera, El libro de las emociones, Tan veloz como el deseo y Malinche.
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