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Difusión y la distribución; el talón de Aquiles en la Cultura

Se ha argumentado la necesidad de diseñar políticas culturales que contemplen todas las fases en las que se ve inmerso el fenómeno de la creación artística.

GUADALAJARA, JALISCO.- Uno de los temas de mayor reflexión en materia de promoción cultural ha sido la difusión y la distribución de los productos culturales. Cada vez son más los propios artistas quienes toman conciencia de que su labor no solo se circunscribe al proceso de elaboración o momento creativo; empiezan a tejer estrategias con las cuales difundir, distribuir o exhibir su trabajo.

Sobre esta realidad se ha argumentado la necesidad de diseñar políticas culturales que contemplen todas las fases en las que se ve inmerso el fenómeno de la creación artística: su fomento, financiamiento, facilitación de espacios, concreción de producto o servicio, consecuente difusión y distribución.

Esto ha sido señalado una y otra vez, porque el nivel de nuestra realidad permite la existencia, con cierta regularidad, de las tres primeras, y en algunos casos, de la cuarta.

El reto no es menor cuando se es consciente de que para lograr una eficiente difusión y distribución, se requiere de trabajar arduamente en la formación de públicos y en un sistema mercadológico, que permita posicionar a los productos y servicios culturales como una necesidad más de los jaliscienses.

El mercado -se ha dicho- no está desasociado del Estado. Es más, al parecer la cercanía entre ambos pareciera lo políticamente correcto y canon de las más innovadoras democracias.

Y por ello, el Estado bien podría, porque puede, utilizar gran parte de su infraestructura en la difusión y distribución en beneficio de la cultura que producen sus ciudadanos. Si lo hace, y bien hecho, con los retos y triunfos que han conseguido los deportistas locales, con miras a los Juegos Olímpicos y con visión anfitriona para los Juegos Panamericanos, pues también podría hacerlo con los artistas, cuando menos, que han impreso a su obra la calidad necesaria.

En nuestro entorno, tanto el Gobierno del Estado, como algunos ayuntamientos y la Universidad de Guadalajara son principales actores del fomento y financiamiento del proceso creativo; sin embargo, si acaso es la casa de estudios la que ha asumido un poco la responsabilidad en una de las dos tareas pendientes, limitándose a la difusión de proyectos culturales que evalúa como taquilleros, destacando las artes escénicas en sus registros presupuestales.

El talón de Aquiles de las instancias culturales ha sido y es la difusión y distribución hasta de lo mismo que producen. Y el problema a vencer, dentro de sus unidades de medida, presenta el factor generacional: habrá que fomentar, promocionar y difundir las artes escénicas, las artes plásticas, la literatura, la música y demás disciplinas artísticas, entre los más jóvenes, con el objetivo único, fiel e incisivo de conformar nuevos públicos, nuevas sensibilidades, nuevas conciencias para un nuevo Jalisco.
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