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Controversia en la danza

Dentro del Festival Onésimo González, Quebranto presentó una crítica a la opresión ejercida dentro de algunas religiones, principalmente occidentales

GUADALAJARA, JALISCO.- Quebranto presentó Carne de cañón en el marco de la celebración de la undécima edición del Festival Onésimo González. La coreografía de Antonio González fue construida con base en la estructura musical de Dead Can Dance y es una crítica a la opresión ejercida dentro de algunas religiones, principalmente occidentales.

“Sí es una crítica a los oprimidos y los opresores, que tampoco creo que sean muy felices con su trabajo, es solo asunto de supervivencia. También es un cuestionamiento a la manera en que se toma el asunto de la pena capital, un tema muy controversial”, dijo Antonio González después de la función ofrecida el miércoles en el Foro de Arte y Cultura.

En Carne de cañón bailaron Cinthia Castro, Georgina Gastélum, Adolfo Galván y el propio Antonio González, a quien desde hace algunos años ya no es común ver en los escenarios.

“Procuro no bailar en mis coreografías, sin embargo, estos tres bailarines ya me dan mucho como intérpretes, y eso es muy rico para cualquier coreógrafo, ya son muy experimentados y no requieren de los látigos que de pronto aparecen en la coreografía, así que resultó hasta cierto punto cómodo. Pero eso sí, tengo que ver muy bien el casting para poder estar en el escenario”, añadió.

El grupo adelantó que tendrá una temporada que iniciará el 12 de noviembre, en la que estará presentando, en su primera parte, Carne de cañón, y en la segunda, “una sorpresa” relacionada con el crepúsculo, como línea endeble que divide el día de la noche y el bien del mal.

Esa noche de miércoles también se presentó en el Foro de Arte y Cultura el grupo Fascia Danza Contemporánea, con dos coreografías, Un amor para David, de Víctor Arce, director del proyecto, y En la entrañable espera, de Josué Valderrama.
 
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