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''Asumir riesgos = a hacer cine'', Michel Franco

Polémica, cruda, difícil de verla. Así es Daniel y Ana, cinta que debutó en Cannes y que busca aceptación entre el público mexicano

MORELIA, MICHOACÁN.-“Es más difícil verla que hacerla”, asegura Marimar Vega con respecto a lo que significa su debut en cine como protagonista, al lado de Darío Yázbek Bernal, en la cinta Daniel y Ana, bajo la dirección de Michel Franco.

No es para menos. La primera exhibición, que presumió un lleno, en territorio nacional de la opera prima de Franco, dentro del marco del séptimo Festival Internacional de Cine de Morelia, movió los sentimientos de los asistentes, quienes no ocultaron la incomodidad que provocó una historia desgarradora, que cuestiona y que se basa en hechos reales.

Un secuestro es el punto de partida de un calvario emocional, de un drama psicológico que tiene la complejidad de la realidad. Un tono natural que duele y que no echa mano de efectos especiales, y es que según dice Franco, “en la medida que una película se parece a la vida, es en la medida que se hace interesante”, mientras que Marimar apunta que nunca le asustó el hecho de que tuviera que hacer un desnudo, “sabía que me iba enfrentar a ello, pues la película sin eso no tendría razón de ser. Desde un principio tomé el riesgo, tomé la decisión, porque ahí sucede algo tan terrible que no puedo siquiera imaginarlo”.

Sobre el resultado de esta primera exhibición es el propio Michel Franco quien conversa en exclusiva con este diario. “Después de haberse exhibido en Cannes, he notado mucho interés del público, y no sólo por verla, sino por entenderla, y eso es lo mejor que puede pasar. Creo que las ideas que quería que trascendieran, la gente las está entendiendo, las está asimilando y debatiendo. Las películas que más me gustan son las que permiten el análisis, que despiertan diversos puntos de vista, y eso está pasando con Daniel y Ana, por eso estoy bastante satisfecho”.

Daniel y Ana  aún no tiene distribuidor en México, sin embargo todavía le queda un largo camino por festivales antes de estrenarse  en Europa y Asia, donde ya ha sido comprada. A las salas de nuestro país está previsto que lo haga a principios de 2010.  
 
Al tratarse de un tema complicado como puede resultar el narrar cómo es que una familia enfrenta un drama que pone en peligro su fortaleza, a partir de un secuestro, ¿tuviste temor al rechazo?

“Creo que me tranquilicé desde la primera proyección, porque a pesar de que el tema pudiera ser polémico, considero que la manera en que está hecha deja ver que no se trata de una película sensacionalista, ni exagera, de hecho es bastante mesurada”.
 
¿Por qué abordar temas tan socialmente escabrosos?
“Los temas fuertes tienen ventajas,  permiten más diálogo, más ideas, más análisis. Es una fortaleza tener un buen tema y no andarse por las ramas por algo menos interesante”.
 
Decías que “Daniel y Ana” no es una película de denuncia, ¿por qué lo consideras así?  

“Porque la película cuenta lo que sucede entre los personajes y dentro de ellos, es un drama psicológico y no analiza demasiado el contexto ni las implicaciones que tiene lo que les pasa, es más bien una historia íntima”.
 
Apenas es tu primer largo, y decidiste narrar una historia que duele, ¿seguirás por esa línea en tus siguientes trabajos?
“Aunque Lucía, mi segunda película, es una historia muy diferente y la manera en que la voy a filmar será distinta, debo decir que se trata también de un análisis, que espero que sea interesante, porque hago cine para entender mejor algunas cosas y entenderme mejor. Es una manera de analizar, de poder expresarme, de tener un diálogo con miles de personas sobre temas que considero importantes”.
 

DETRÁS DE CÁMARAS

A.- Con respecto a la edición, asegura Franco, “Daniel  y Ana es el resultado es bastante fiel de lo que se rodó, no se filmó de más ni menos. Confié en el impulso inicial y se llevó hasta las últimas consecuencias”.
B- Aunque se estudió por meses el guión, entre actores y director, jamás se dieron ensayos, pues según Michel esto habría matado la espontaneidad del hecho.
C.- La cinta está hecha en 35 milímetros, carece de efectos especiales y el equipo de producción fue reducido. Lo vivido por Daniel y Ana se basa en un hecho revelado por la psicóloga que atendió el caso.

EL INFORMADOR/ ALTAGRACIA LIZARDO MEDINA
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