Entretenimiento
Ana Gloria Moya relata la resistencia americana
El título de la obra se relaciona con el hecho de que “pisar las semillas de la papaya era un ritual maya que realizaban las parejas para fecundar
GUADALAJARA, JALISCO.- La escritora guatemalteca Ana Gloria Moya (Tucumán, 1954), galardonada en el año 2002 con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz por Cielo de tambores, sorprende ahora a los lectores y al público de la FIL con una novela conmovedora que hunde sus raíces en la historia heroica de los pueblos americanos. Semilla de papaya a la luz de la luna (Planeta) es su nueva obra, sobre la fundación de la ciudad de Guatemala y sus habitantes, los mayas-quiché, ambientada en la época de la conquista española en tierras americanas.
El libro relata la historia de Pedro de Alvarado y su mujer, Beatriz de la Cueva, quienes someten a niños, mujeres y hombres sin tener en cuenta que la memoria del pueblo -afligido por el dolor de años- será más fuerte y los llevará a luchar contra la codicia de quienes quieren apropiarse de sus tierras.
El título de la obra se relaciona con el hecho de que “pisar las semillas de la papaya era un ritual maya que realizaban las parejas para fecundar. Cuando se casaban, saltaban por las noches, para que no fueran comidas por un pájaro, sobre las semillas de papaya. Me pareció que era bueno el título, porque tiene que ver con la semilla que sigue fecundando por lugares inexplicables e inesperados a lo largo de la historia”, explica la autora.
Abogada de profesión, Ana Gloria Moya cuenta que “estoy constantemente en contacto con las víctimas, con los excluidos, con la gente que no puede llegar, o no la dejan, o quizás no cuenta con el espacio para hacerlo”.
Para ella, “es muy difícil desprenderse del dolor ajeno, pero la escritura ayuda a hablar por ellos. Al elegir el tema de la exclusión, me di cuenta que tengo una necesidad interna de hablar, de quitar el silencio. Si bien mis novelas son históricas, soy una convencida de que todo es cíclico: tenemos que aprender de pasado, aunque a veces sea tarde”.
En el caso de Semilla de papaya a la luz de la luna, su autora señala que es “una invitación, a través de la historia, de un hecho pasado desconocido que por medio de documentación traje al hoy para aprender. Me pareció apropiado el tema elegido, el exterminio sufrido por los mayas, porque toda conquista implica un exterminio”.
En el proceso de elaboración de su nueva novela, dice que le encantó investigar sobre los quiché, “porque eran muy evolucionados, trabajaban con el calendario, tenían el manejo del cero, mientras que en España sacaban papas con las manos. Me hago cargo de lo que digo, porque mi padre era español y mi abuela era mulata y tengo una mezcla de todo, pero ante todo soy americana y me enorgullezco de serlo”.
Ana Gloria Moya considera que “no nos queda otra en este momento crítico e histórico que unificar las diferencias, porque no hay tiempo. Tenemos que hacer una reformulación de nuestra historia y de nuestro presente”.
La presentación de Semilla de papaya a la luz de la luna en la FIL está programada a las 20:00 horas de este jueves, en el Salón Alfredo R. Placencia de Expo Guadalajara.
El libro relata la historia de Pedro de Alvarado y su mujer, Beatriz de la Cueva, quienes someten a niños, mujeres y hombres sin tener en cuenta que la memoria del pueblo -afligido por el dolor de años- será más fuerte y los llevará a luchar contra la codicia de quienes quieren apropiarse de sus tierras.
El título de la obra se relaciona con el hecho de que “pisar las semillas de la papaya era un ritual maya que realizaban las parejas para fecundar. Cuando se casaban, saltaban por las noches, para que no fueran comidas por un pájaro, sobre las semillas de papaya. Me pareció que era bueno el título, porque tiene que ver con la semilla que sigue fecundando por lugares inexplicables e inesperados a lo largo de la historia”, explica la autora.
Abogada de profesión, Ana Gloria Moya cuenta que “estoy constantemente en contacto con las víctimas, con los excluidos, con la gente que no puede llegar, o no la dejan, o quizás no cuenta con el espacio para hacerlo”.
Para ella, “es muy difícil desprenderse del dolor ajeno, pero la escritura ayuda a hablar por ellos. Al elegir el tema de la exclusión, me di cuenta que tengo una necesidad interna de hablar, de quitar el silencio. Si bien mis novelas son históricas, soy una convencida de que todo es cíclico: tenemos que aprender de pasado, aunque a veces sea tarde”.
En el caso de Semilla de papaya a la luz de la luna, su autora señala que es “una invitación, a través de la historia, de un hecho pasado desconocido que por medio de documentación traje al hoy para aprender. Me pareció apropiado el tema elegido, el exterminio sufrido por los mayas, porque toda conquista implica un exterminio”.
En el proceso de elaboración de su nueva novela, dice que le encantó investigar sobre los quiché, “porque eran muy evolucionados, trabajaban con el calendario, tenían el manejo del cero, mientras que en España sacaban papas con las manos. Me hago cargo de lo que digo, porque mi padre era español y mi abuela era mulata y tengo una mezcla de todo, pero ante todo soy americana y me enorgullezco de serlo”.
Ana Gloria Moya considera que “no nos queda otra en este momento crítico e histórico que unificar las diferencias, porque no hay tiempo. Tenemos que hacer una reformulación de nuestra historia y de nuestro presente”.
La presentación de Semilla de papaya a la luz de la luna en la FIL está programada a las 20:00 horas de este jueves, en el Salón Alfredo R. Placencia de Expo Guadalajara.
Síguenos en