Economía

Una casa: la inversión más importante de la vida

A diferencia de otros países, por muchos años una casa ha probado ser una inversión segura en México

GUADALAJARA, JALISCO (21/NOV/2016).- Adquirir una casa se considera no sólo una forma de comenzar a integrar o acrecentar el patrimonio propio o familiar; sobre todo, es una manera de invertir segura, en un bien material que padece menos la depreciación que otros y aumenta las posibilidades de plusvalía en el futuro. En este sentido, la manera en que un bien inmueble puede servir como inversión es de carácter doble; por un lado, se adquiere una casa para vivir en ella o, también, para poseer una finca que se vaya a rentar —casa habitación, en este caso, porque hay también locales comerciales—, lo que permite un flujo de efectivo, mes con mes, para el propietario.

En el primer caso, se genera un gasto a corto plazo, porque se pagan mensualidades de un crédito hipotecario, pero al final de un tiempo se cuenta con una casa propia —que sigue siendo en esta época un sinónimo de seguridad— que, en el futuro, se puede vender para generar ganancias; en el segundo, se invierte en una propiedad que crea un flujo de recursos a través de la renta.

Riesgo e inversión

A diferencia de lo que ocurre en otros países, en México por muchos años una casa ha probado ser una inversión segura; a pesar de la crisis inmobiliaria reciente —que estalló en 2008, en Estados Unidos—, los precios de las propiedades en nuestro país no han sufrido caídas importantes y por eso se juzga que una casa significa cierta seguridad financiera.

Con todo, no hay que olvidar que comprar casa, como forma de inversión, es siempre es a largo plazo pues su valor no se ajusta de un día para otro, el riesgo es muy bajo, lo mismo que la posibilidad de que pierda su valor; ahora, entre las ventajas visibles es que se cuenta con créditos hipotecarios —que ofrecen tanto los bancos, como instituciones públicas, como el Infonavit— con tasas fijas, pagos preestablecidos y la probabilidad de deducir el interés real del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Lo anterior, puede brindar certidumbre al adquiriente más allá de lo atractivo que resulte un crédito determinado para sus posibilidades financieras, pero además se considera una forma “complementaria” de ahorro, pues implica acrecentar el patrimonio.

Recuerda que nunca está de más atender a las recomendaciones de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) respecto del uso adecuado que debe hacerse de los instrumentos crediticios en esta materia, por ello se recomienda visitar el sitio web de la dependencia www.condusef.gob.mx

RECOMENDACIONES

Antes de comprar una casa  nueva

• Verifica tu capacidad de compra (es decir, con cuánto dinero cuentas, incluyendo créditos).

• Busca opciones que se adapten a tu capacidad de compra y cumplan con tus requerimientos.

• Visita todas las opciones que te llamaron la atención (no tomes decisiones con base en una maqueta o folleto).

• Pregunta sobre las características constructivas de la vivienda.

• Ten claro el precio total con las características que te ofrecen, lo mismo que las condiciones de pago, el tiempo de entrega y la ubicación exacta de la vivienda.

• Compara y analiza beneficios e inconvenientes para cada opción.

• Toma en cuenta la zona donde está la casa para evitar que su valor pueda disminuir.

Antes de comprar una casa usada

• Verifica que cuente con servicios de agua potable, energía eléctrica, drenaje o fosa séptica y alumbrado público.

• Checa el estado de la construcción en su totalidad, de modo que esté en buenas condiciones de conservación.

• Corrobora que las instalaciones hidráulicas, sanitarias, eléctricas y de gas estén en óptimas condiciones.

• Comprueba que la casa se encuentre fuera de zonas de riesgo.

• Verifica que la zona donde se ubica la casa cuente con servicios de educación, salud, comercio, abasto, seguridad, comunicaciones, transportes y recreación.

• Checa que el título de propiedad esté inscrito en el Registro Público de la Propiedad.

• Contrasta que los pagos del impuesto predial, agua, energía eléctrica, teléfono, mantenimiento y crédito hipotecario estén al corriente.

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