Economía
KIA negoció mal; era con la Federación: Guajardo
La armadora coreana tocó la puerta de los estados para ver qué le ofrecían, dice
CIUDAD DE MÉXICO (05/MAY/2016).- El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, expuso en entrevista con El Financiero Bloomberg que la empresa KIA tuvo una falla estratégica al acercarse a gobiernos estatales en vez de hablar primero con el gobierno federal, aunque destacó el papel de la mesa de diálogo que aún continúa con la intención de llegar a un acuerdo. El funcionario habló además de los retos que enfrenta la industria mexicana para competir dentro y fuera de nuestro país.
—¿Cómo va el caso KIA en Nuevo León, secretario? ¿Qué información tiene usted?
—Hace unas semanas me reuní con mi homólogo coreano, el ministro de Industria, en Washington. Él acaba de tomar el puesto, entonces le tuve que participar un poco la historia del asunto. Lo que yo le explicaba es que KIA tuvo una falla estratégica cuando llegó a México: en lugar de venir a tocar primero la puerta del gobierno federal, fue directamente a los estados a ver qué le ofrecían para su instalación. Digo, eso no es ilegal, es perfectamente legal, el problema es que se generan distorsiones cuando las cosas no se empiezan como se deben.
Cuando se llegó al acuerdo con el gobierno de Nuevo León, yo hice observaciones sobre conductas que no eran buenas prácticas y estas observaciones fueron desatendidas. A pesar de mi instrucción se llegó a un acuerdo en el que había un par de cosas que no eran prácticas comunes, como el tema de devolución de impuesto sobre la renta en materia de terreno, cosas que no son lo que hacemos regularmente en este tipo de acuerdos.
Afortunadamente lo entendieron, se inició una mesa de diálogo que sigue trabajando hasta hoy y que está intentando llegar a un acuerdo. El gobernador ya tuvo el acierto al aceptar que cualquier acuerdo al que se llegue sea reflejado en un adéndum, porque al principio se hablaba de desconocer el convenio, lo cual es muy difícil con una empresa global.
—Entonces no hay riesgo de que la empresa quiera irse.
—¿Usted ha visto la planta de KIA en Nuevo León? Es, probablemente, la planta manufacturera más grande en el norte de México, y mover una línea de producción de ese tamaño no es sencillo. Ellos han sido muy eficientes, es impresionante que en año y medio ya estén listos para iniciar su producción.
—Recientemente se anunciaron medidas para apoyar al sector textil, ¿en qué consisten?
—El programa de apoyo al sector textil arranca desde 2014 y lo hace tomando en cuenta que teníamos un problema muy serio de importaciones de contrabando técnico, subvaluación y un reporte ilegal de costo de insumos. Al entrar al país, estos productos subvaluados no pagaban los aranceles correspondientes y competían de manera desleal con los productores nacionales. El tema aquí era cómo restablecer la legalidad del mercado textil. Se obligó a que los importadores tuvieran responsabilidad en la verificación, a checar los precios de referencia que estaban utilizando para que no tuvieran ese impacto tan dañino y se les dio un periodo de transición.
Estas acciones eran necesarias debido a que estamos haciendo tratados internacionales como el TPP donde estamos llevando al sector a competir con Vietnam, por ejemplo, que es una potencia en prendas de vestir. Si los estamos llevando a competir tenemos que garantizarles que la competencia sea legal y en términos efectivos.
Esto tuvo un impacto importante, hubo un crecimiento en la industria textil de alrededor del cinco o diez por ciento y una inversión en maquinaria y equipo que hacía años no se tenía. Eso también ocurrió en la industria del calzado: la cantidad de pares de calzado que se frenaron por contrabando técnico fue de 200 millones de pares, lo que sin duda tuvo un impacto positivo en reposicionar a la industria nacional.
—¿Qué ha pasado con la industria del acero que también tuvo medidas de apoyo el año pasado?
—China está inundando al mundo de acero. Esto ha detenido los precios en los mercados internacionales. Frente a ello lo primero que hicimos con la cámara, cuando entramos a esa administración, fue comprometernos a usar efectivamente todos los instrumentos y las medidas contra prácticas desleales de comercio. Inmediatamente activamos las investigaciones contra subsidios y dumping y de una manera muy importante hemos aumentado el número de sanciones a países que están exportando con subsidios, además de un aumento de 500 por ciento en medidas antidumping.
El año pasado vimos que también había un problema con países con los que no teníamos tratado y es que en los aceros básicos, la competencia se estaba volviendo desleal porque había países que a través de la devaluación habían abaratado los costos de su acero. Entonces establecimos una salvaguarda por seis meses, que acaba de ser renovada, para proteger aceros básicos. ¿Por qué básicos? Porque en las áreas con mayor valor agregado la competencia no es tan dura.
México fue uno de los países que más rápidamente actuó contra la crisis que hoy está viviendo la industria del acero.
—¿Cómo va el caso KIA en Nuevo León, secretario? ¿Qué información tiene usted?
—Hace unas semanas me reuní con mi homólogo coreano, el ministro de Industria, en Washington. Él acaba de tomar el puesto, entonces le tuve que participar un poco la historia del asunto. Lo que yo le explicaba es que KIA tuvo una falla estratégica cuando llegó a México: en lugar de venir a tocar primero la puerta del gobierno federal, fue directamente a los estados a ver qué le ofrecían para su instalación. Digo, eso no es ilegal, es perfectamente legal, el problema es que se generan distorsiones cuando las cosas no se empiezan como se deben.
Cuando se llegó al acuerdo con el gobierno de Nuevo León, yo hice observaciones sobre conductas que no eran buenas prácticas y estas observaciones fueron desatendidas. A pesar de mi instrucción se llegó a un acuerdo en el que había un par de cosas que no eran prácticas comunes, como el tema de devolución de impuesto sobre la renta en materia de terreno, cosas que no son lo que hacemos regularmente en este tipo de acuerdos.
Afortunadamente lo entendieron, se inició una mesa de diálogo que sigue trabajando hasta hoy y que está intentando llegar a un acuerdo. El gobernador ya tuvo el acierto al aceptar que cualquier acuerdo al que se llegue sea reflejado en un adéndum, porque al principio se hablaba de desconocer el convenio, lo cual es muy difícil con una empresa global.
—Entonces no hay riesgo de que la empresa quiera irse.
—¿Usted ha visto la planta de KIA en Nuevo León? Es, probablemente, la planta manufacturera más grande en el norte de México, y mover una línea de producción de ese tamaño no es sencillo. Ellos han sido muy eficientes, es impresionante que en año y medio ya estén listos para iniciar su producción.
—Recientemente se anunciaron medidas para apoyar al sector textil, ¿en qué consisten?
—El programa de apoyo al sector textil arranca desde 2014 y lo hace tomando en cuenta que teníamos un problema muy serio de importaciones de contrabando técnico, subvaluación y un reporte ilegal de costo de insumos. Al entrar al país, estos productos subvaluados no pagaban los aranceles correspondientes y competían de manera desleal con los productores nacionales. El tema aquí era cómo restablecer la legalidad del mercado textil. Se obligó a que los importadores tuvieran responsabilidad en la verificación, a checar los precios de referencia que estaban utilizando para que no tuvieran ese impacto tan dañino y se les dio un periodo de transición.
Estas acciones eran necesarias debido a que estamos haciendo tratados internacionales como el TPP donde estamos llevando al sector a competir con Vietnam, por ejemplo, que es una potencia en prendas de vestir. Si los estamos llevando a competir tenemos que garantizarles que la competencia sea legal y en términos efectivos.
Esto tuvo un impacto importante, hubo un crecimiento en la industria textil de alrededor del cinco o diez por ciento y una inversión en maquinaria y equipo que hacía años no se tenía. Eso también ocurrió en la industria del calzado: la cantidad de pares de calzado que se frenaron por contrabando técnico fue de 200 millones de pares, lo que sin duda tuvo un impacto positivo en reposicionar a la industria nacional.
—¿Qué ha pasado con la industria del acero que también tuvo medidas de apoyo el año pasado?
—China está inundando al mundo de acero. Esto ha detenido los precios en los mercados internacionales. Frente a ello lo primero que hicimos con la cámara, cuando entramos a esa administración, fue comprometernos a usar efectivamente todos los instrumentos y las medidas contra prácticas desleales de comercio. Inmediatamente activamos las investigaciones contra subsidios y dumping y de una manera muy importante hemos aumentado el número de sanciones a países que están exportando con subsidios, además de un aumento de 500 por ciento en medidas antidumping.
El año pasado vimos que también había un problema con países con los que no teníamos tratado y es que en los aceros básicos, la competencia se estaba volviendo desleal porque había países que a través de la devaluación habían abaratado los costos de su acero. Entonces establecimos una salvaguarda por seis meses, que acaba de ser renovada, para proteger aceros básicos. ¿Por qué básicos? Porque en las áreas con mayor valor agregado la competencia no es tan dura.
México fue uno de los países que más rápidamente actuó contra la crisis que hoy está viviendo la industria del acero.
Síguenos en