Economía
Condonación de deuda sigue estando en futuro griego
A fin de que su deuda sea sostenible en el largo plazo, el FMI ha determinado que debe recortarse a alrededor de un 120 por ciento del PIB para el 2020
En cierta medida es verdad. Según el acuerdo, la zona euro y el Fondo Monetario Internacional darán a Grecia dos años más para alcanzar sus metas presupuestarias y encontrarán otros 44 mil millones de euros (57 mil millones de dólares) para mantener al país a flote mientras tanto.
Pero si bien podría haber algo de ese "patear para adelante", hubo un elemento crucial en el acuerdo del lunes por la noche que va mucho más allá que cualquier otra medida adoptada hasta el momento en la crisis de deuda para hacer que Grecia se vuelva a poner de pie.
Implícitamente se dio a entender que Grecia efectuará algún tipo de reestructuración de la deuda del sector oficial -en la que países de la zona euro condonarán una porción de la deuda griega- en algún momento futuro, una especie de intento desesperado que por lo general se reserva para los empobrecidos estados de África y Latinoamérica.
En una conferencia de prensa en las primeras horas del martes, Wolfgang Schaeuble, ministro de Finanzas de Alemania, estuvo más cerca de lo que jamás estuvo de admitir públicamente que los acreedores se enfrentan a tal posibilidad, una decisión que será muy difícil de aceptar en Alemania, Finlandia, Austria y Países Bajos.
"Cuando Grecia alcance, o esté lista para alcanzar, un superávit primario y complete todas las condiciones, nosotros, de ser necesario, contemplaremos más medidas para la reducción de la deuda total", dijo el ministro con aspecto agobiado tras 13 horas de negociaciones.
El momento y la referencia de un superávit primario son importantes.
La economía griega volvería a crecer durante el 2014 y para lograr un superávit primario del presupuesto -el saldo antes de deducir el costo del financiamiento de la deuda- de un 4,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2016.
Para fines de ese año, el programa de asistencia de la UE-FMI debería haber concluido y Grecia estará en teoría sola, financiándose a sí misma en los mercados financieros en forma normal.
El acuerdo del lunes por la noche se ocupó de la financiación adicional que Grecia necesitará entre el 2014 y el 2016, y fijo una serie de medidas que adoptarán la zona euro y Grecia para reducir sus niveles de deuda desde alrededor de un 190 por ciento del PIB el año próximo a un 124 por ciento para el 2020.
Pero lo que no se precisó con detalle es cómo seguirá descendiendo la deuda de Grecia desde un 124 por ciento del PIB en el 2020 al 110 por ciento en el 2022 y a un 88 por ciento en el 2030, como se acordó durante las conversaciones.
Y no se habló de cómo volvería Grecia a recuperar la confianza del mercado en el 2016, a pesar de que su nivel de deuda ese año se prevé sería de un 175 por ciento del PIB.
La respuesta es una combinación de que se apliquen tasas de interés más bajas y vencimientos a más largo plazo a los préstamos a Grecia, permitiéndol pagar una mayor parte de su propia deuda gracias al crecimiento y la probabilidad de que los estados de la zona euro pasen a pérdida sus préstamos.
"Los miembros de la eurozona evaluarán nuevas medidas y asistencia, incluyendo una cofinanciación más baja en los fondos estructurales y/o una nueva reducción de la tasa en la línea de crédito de Grecia, de ser necesario", dijo Olli Rehn, el comisario para asuntos económicos y monetarios, insinuando nuevamente la posibilidad de una revisión más fundamental de la deuda en algún momento futuro.
Un funcionario de la Unión Europea estrechamente involucrado con las discusiones sobre Grecia dijo que había una negativa generalizada entre los países de la zona euro a admitir que podrían tener que perdonar parte de los 127 mil millones de euros que han prestado hasta ahora a Grecia, incluso si todos saben que el asunto no puede ser postergado por siempre.
A fin de que la deuda de Grecia sea sostenible en el largo plazo, el FMI ha determinado que debe recortarse a alrededor de un 120 por ciento del PIB para el 2020 y a un 110 por ciento para el 2022. Pero no existe ninguna garantía de que esos niveles sean sostenibles en esas fechas.
Como consecuencia, la perspectiva de una reducción de su deuda debe mantenerse, especialmente porque los países de la zona euro -que pronto serán responsables de tres cuartas partes de toda la deuda griega- han dicho una y otra vez que harán todo lo que sea necesario para mantener a Grecia a flote y dentro de la zona euro.
El funcionario de la UE dijo que la mejor opción sería que los países de la euro zona hagan de tripa corazón y pasen a pérdida 40.000-50.000 millones de de euros en préstamos a Grecia en el 2016 o poco después, para que se reduzca agresivamente la relación deuda-PIB y el país pueda volver más fácilmente a los mercados financieros.
Pero es poco probable que eso suceda, dado que ningún estado miembro quiere pasar a pérdida parte de la deuda griega, cuyo costo sería soportado por los contribuyentes. Cada estado hará todo lo que sea posible para garantizar que cualquier amortización, de ocurrir, sea lo más pequeña posible.
"Si realmente fueras a ayudar a Grecia, pasarías a perdida suficiente deuda como para hacer bajar la relación a 60 por ciento del PIB, que es un nivel decentemente sustentable", dijo el funcionario. "Pero eso nunca va a suceder. Nadie va a comprar eso", agregó.
En cambio, la posibilidad de una condonación de la deuda penderá sobre la zona euro durante los próximos cuatro años y se deberá, les guste o no a los países, enfrentar en algún momento.
Síguenos en