Entre la retahíla de órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump en su primer día de su segundo periodo en la Casa Blanca, una de ellas nació “muerta”: El poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento a los hijos de inmigrantes, que pudiera -en caso hipotético- tener repercusiones graves en México.En la avalancha de documentos firmados en la Oficina Oval, los que nos afectan directamente son los relacionados con migración y frontera, donde la suspensión de admisiones a refugiados, la prohibición de asilo a personas llegadas la frontera, reanudación del programa “Quédate en México”, la emergencia nacional a lo largo de la frontera, la designación de terroristas a los carteles de la droga y la aplicación de aranceles a las importaciones desde nuestro país -entre otros- tienen un impacto que “sacudirán” a la relación y el comercio bilateral. Sin embargo, la eventual cancelación de ciudadanía nunca podrá concretarse.La orden ejecutiva de poner fin a la ciudadanía para hijos de inmigrantes es imposible, ya que está amparada por la Enmienda 14 de la Constitución -que reza en su Sección 1 “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos, y sujeta a su jurisdicción, es ciudadana… ”-, que aunque se puede modificar, desde ayer le dijeron a Trump que “si es pasión, que se le borre”. Para poder hacer un cambio constitucional se requiere una mayoría absoluta en el Congreso -que lo puedo lograr por la mayoría republicana en las Cámaras de Representantes y el Senado-, y posterior a ello la ratificación de tres cuartas de los estados. Eso significa que 38 o más estados -de los 50 que hay- tendrán que aprobarlo y aquí es en donde “la puerca torció el rabo”.Ayer mismo, como respuesta a la orden desde la Casa Blanca, una veintena de estados presentaron demandas a través de sus Fiscales. Colorado, California, Maine, Michigan. Nuevo México, Carolina del Norte y Wisconsin lo hicieron en el Distrito de Massachusetts -costa este-, mientras que Arizona, Illinois, Oregon y Washington lo hicieron ante el Tribunal de Distrito de este último estado en la costa oeste. Y en proceso estaban otros estados en agregarse a la demanda.En el supuesto caso que la orden ejecutiva presidencial sobre la ciudadanía de hijos de inmigrantes procediera -como seguramente será el caso del resto de las propuestas- tendría un impacto incalculable para México, ya que de los poco más de 5 millones de indocumentados de origen mexicano, la mayoría tienen hijos nacidos en el país vecino y quedarían expuestas a las racistas ideas del nuevo inquilino en la Casa Blanca. Afortunadamente, la orden ejecutiva nació “muerta”.¿Usted, qué opina?