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Omar Chávez manda al hospital a su rival

Marco Antonio Nazareth se encuentra grave y será dentro de 96 horas que se informe sobre su estado

PUERTO VALLARTA, JALISCO.- Con un pronóstico de reservado a grave, permanece en el área de terapia intensiva de un hospital particular del puerto, el joven boxeador Marco Antonio Nazareth, de 23 años de edad, quien después de pelear cuatro rounds con Omar Chávez, quedó inconsciente en su esquina.

El servicio médico, al igual que la intervención del réferi para detener la pelea, llegó tarde, señala el padre del boxeador, del mismo nombre, Marco Antonio Nazaret, quien permanece a la expectativa respecto al estado de salud de su muchacho. El y su esposa Livier son ampliamente conocidos en el puerto, ya que al menos hace dos décadas ambos trabajaron como locutores en una estación de radio de la localidad.

Entrevistado el progenitor del joven boxeador, exculpa y deja fuera de cualquier responsabilidad al oponente de su hijo Omar Chávez, quien es hijo de el que fuera el campeón mundial de México, Julio César Chávez. “Ellos - aclara Marco Antonio Nazareth - estuvieron la noche de ayer para conocer el estado de salud de mi hijo, porque a ellos también les afecta lo sucedido”.

En el área exterior del hospital ubicado en el fraccionamiento Marina Vallarta, luego de la pelea se reunieron innumerables amigos y familiares del pugilista, quien entró al quirófano cerca de las 24:00 horas para que le extirparan un coágulo que se le formó.

El pronóstico sobre la evolución y recuperación del joven será dado a conocer en las próximas 96 horas, señala el progenitor, quien menciona que los médicos le dice que hasta que no pase el período de inflamación del cerebro de su hijo, se podrá evaluar su recuperación. Como lesión visible, el púgil Nazareth a quien apodan “El Texano”, presenta su ojo derecho totalmente inflamado y con una coloración oscura en todo su derredor.

Mientras se entrevista al abatido padre de familia, llegan personas y le brindan muestras de apoyo y afecto con frases como: “esperamos se recupere pronto”, “es joven y fuerte y saldrá adelante”. Por momentos el apoyo de innumerables vallartenses provoca las lágrimas que rápidamente son enjugadas con un pañuelo, al mismo tiempo que dice que “Dios es el mejor médico y El dirá la última palabra”.

“El llegó bien preparado a la pelea de revancha y se encontraba motivado y confiado en que podría ganarle al hijo de Julio César Chávez; sin embargo, estas cosas suceden en el boxeo”, expresó el entrevistado.

Hace un año se habían enfrentado por primera vez Marco Antonio y Omar. En ese entonces obtuvo la victoria muy apretada Omar, por lo que Nazareth buscó la revancha y la consiguió.

Desde que subió al ring instalado de manera provisional en el Centro de Convenciones, los aficionados al deporte de los guantes, casi en su totalidad estaban con el joven local.

La motivación fue mayor cuando en el tercer round Nazareth logró impactar en varias ocasiones a su oponente con diversos golpes, poniéndolo en serios aprietos.

Las cosas cambiaron en el cuarto round cuando Omar Chávez logró impactar con fuertes golpes la cabeza de su oponente, hasta que finalmente intervino el réferi para parar la pelea y declarar ganador al sinaloense.

El papá de “El Texano” dice que desde el tercer round observó cómo su hijo se llevaba la mano a la cabeza en señal de que algo no andaba del todo bien. Después del final tardó mucho en llegar la ambulancia y cuando iba a bordo comenzó a convulsionar como una señal de que no se encontraba bien.

Prácticamente, desde antes de ser bajado del cuadrilátero, el joven pugilista se encontraba ya inconsciente y presentaba reflejos involuntarios en sus brazos.


EL INFORMADOR/ MIGUEL ÁNGEL INFANTE/ CORRESPONSAL
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