Deportes
Massa se muestra confiado
Fue una aparición muy breve la del piloto de Fórmula Uno, Felipe Massa, ayer por la mañana, en el Salón del Automóvil de esta ciudad
SAO PAULO.- Pero fue suficiente para que todas las cámaras se voltearan hacía él. Además de ser local, Massa está a pocos días de la decisión del campeonato de la categoría, en la última etapa que se corre en esta ciudad, el domingo próximo.
Y aunque sea difícil, puede salir de la pista con trofeo de campeón en sus manos.
Siete puntos detrás del inglés que es amplio favorito para llevarse el título, Lewis Hamilton, el brasileño Massa evitó tocar el tema del campeonato y la carrera, mientras estuvo frente a los medios en el salón de automóviles, donde fue a ayudar en la promoción del lanzamiento de un auto de la marca italiana para que corre, el 430 Scuderia.
Ya algo más relajado y en los camerinos del pabellón de Ferrari, Massa se mostró confiado. Sonrió para algunos amigos que veía a lo lejos. Invariablemente los saludaba con el pulgar derecho hacia arriba, tal vez por denotar optimismo, tal vez por buscar aprobación.
El hecho es que intentó lo más que pudo no hablar de la carrera de domingo, contestando preguntas como qué coche tiene en su cochera (un Fiat Linea y un Maserati Quatroportte).
Al final, dijo confiar en el trabajo del equipo, en su propia capacidad y habló de su alegría por estar en Brasil, donde es recibido con efusividad, pero también con un cierto escepticismo. El público brasileño sabe que el título no será fácil.
Pero también está consciente que desde la muerte de Ayrton Senna el 1 de mayo de 1994, no ha habido nadie tan cerca de quitarlos del ayuno de títulos en la máxima categoría del automovilismo mundial, para hacerlos caer en la fiesta.
Algunos tienen listas pancartas que culpan el mal desempeño del equipo Ferrari por la lejanía del título de Felipe Massa, el “Felipinho”.
Otros, tienen impresas playeras con la foto del piloto y el título “Campeao do Mundo de Fórmula 1 2008”, mismas que guardarán junto con los instrumentos que tocarán samba desde el final de la carrera, hasta el amanecer del lunes, en caso de que el “milagro” ocurra y el soñado título que Rubens Barichello nunca les pudo dar, llegue a través de las manos de este piloto bajito y simpático.
Al final, “massa”, en portugués, es también una expresión muy utilizada por todos y que quiere decir: “perfecto”. Así esperan que sea su domingo, gracias a Felipe.
Sergio Oliveira/Enviado especial
Y aunque sea difícil, puede salir de la pista con trofeo de campeón en sus manos.
Siete puntos detrás del inglés que es amplio favorito para llevarse el título, Lewis Hamilton, el brasileño Massa evitó tocar el tema del campeonato y la carrera, mientras estuvo frente a los medios en el salón de automóviles, donde fue a ayudar en la promoción del lanzamiento de un auto de la marca italiana para que corre, el 430 Scuderia.
Ya algo más relajado y en los camerinos del pabellón de Ferrari, Massa se mostró confiado. Sonrió para algunos amigos que veía a lo lejos. Invariablemente los saludaba con el pulgar derecho hacia arriba, tal vez por denotar optimismo, tal vez por buscar aprobación.
El hecho es que intentó lo más que pudo no hablar de la carrera de domingo, contestando preguntas como qué coche tiene en su cochera (un Fiat Linea y un Maserati Quatroportte).
Al final, dijo confiar en el trabajo del equipo, en su propia capacidad y habló de su alegría por estar en Brasil, donde es recibido con efusividad, pero también con un cierto escepticismo. El público brasileño sabe que el título no será fácil.
Pero también está consciente que desde la muerte de Ayrton Senna el 1 de mayo de 1994, no ha habido nadie tan cerca de quitarlos del ayuno de títulos en la máxima categoría del automovilismo mundial, para hacerlos caer en la fiesta.
Algunos tienen listas pancartas que culpan el mal desempeño del equipo Ferrari por la lejanía del título de Felipe Massa, el “Felipinho”.
Otros, tienen impresas playeras con la foto del piloto y el título “Campeao do Mundo de Fórmula 1 2008”, mismas que guardarán junto con los instrumentos que tocarán samba desde el final de la carrera, hasta el amanecer del lunes, en caso de que el “milagro” ocurra y el soñado título que Rubens Barichello nunca les pudo dar, llegue a través de las manos de este piloto bajito y simpático.
Al final, “massa”, en portugués, es también una expresión muy utilizada por todos y que quiere decir: “perfecto”. Así esperan que sea su domingo, gracias a Felipe.
Sergio Oliveira/Enviado especial
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