Deportes
Massa enturbia el ambiente
A Fernando Alonso no le gusta que se siga hablando de Singapur 2008, pero no quiere problemas con su compañero en Ferrari en 2010
El brasileño volvió a opinar el miércoles sobre el accidente voluntario de Nelsinho Piquet en Singapur en 2008, que permitió la primera victoria de Alonso en la temporada, porque sigue considerando que aquello le costó el título. “Estoy convencido de que Fernando lo sabía.
Yo también lo sabía. Es imposible que no lo supiera”, señaló antes de matizar, forzado por Ferrari, que sus afirmaciones respondían a una sensación y que no tenía ninguna prueba de ello.
Sus declaraciones sentaron mal a Fernando Alonso y a todo el equipo Ferrari. Alonso se negó el jueves a hablar del asunto. Tal como había comentado anteriormente, el Consejo Mundial ya determinó cuando se juzgó el caso que Alonso no tenía ningún tipo de vinculación ni conocimiento del accidente.
En Ferrari, el asunto se cerró con el comunicado posterior y con el anuncio de que en las conferencias de prensa, tanto de los pilotos como de Stefano Domenicali, el director de la escudería, no volvería a hacerse ninguna declaración sobre el caso.
Sin embargo, es evidente que estas situaciones no ayudan precisamente a limar las relaciones ya de por sí difíciles entre Alonso y Massa. 'El ambiente en el equipo será bueno.
Estoy seguro de ello. Felipe y yo tenemos caracteres semejantes, somos latinos y tendremos intereses comunes. Y, además, Ferrari es la única escudería que está por encima de los dos pilotos', confesó Alonso en sus últimas declaraciones al respecto. En todos sus comentarios, el doble campeón mundial ha dejado claro que lo último que quiere es tener problemas en Ferrari. Y si él rehuye el enfrentamiento, los hipotéticos conflictos acabarán por desaparecer.
Su actual postura es mucho más madura que la que esgrimió en etapas pasadas, cuando luchaba por el título con Michael Schumacher en 2006 o incluso en 2007 cuando competía con Lewis Hamilton y con Kimi Raikkonen para coronarse de nuevo.
Aquellos dos años vivió situaciones difíciles con Felipe Massa que se interpuso en su camino en diversas ocasiones. En 2006, durante la clasificación del Gran Premio de Italia, en Monza, el brasileño se quejó a los comisarios de que Alonso le había molestado durante su vuelta rápida con las turbulencias creadas por su coche, a pesar de que nunca estuvo a menos de 100 metros del ferrarista. El asunto acabó con una incomprensible sanción para Alonso, que le costó perder cinco puestos en la parrilla de salida.
Sin embargo, los enfrentamientos más duros se produjeron en 2007, cuando el español corría con McLaren Mercedes. En el Gran Premio de España se vivieron ya algunos rifirafes en los entrenamientos libres. Y en la primera curva de la carrera, Massa cerró por completo a Alonso y le obligó a salirse de la pista para evitar la colisión.
El brasileño ganó y el asturiano acabó tercero. Y tras la carrera, Alonso le comentó que aquel tipo de maniobras eran 'excesivamente peligrosas'. Pero aquello fue sólo el aperitivo del duro enfrentamiento que tuvieron en el Gran Premio de Europa, en Nurburgring. Allí se adelantaron y se tocaron varias veces bajo la lluvia. Y a falta de tres vueltas, cuando Alonso volvió a pasarle, Massa le fue cerrando hasta tocarle de nuevo. Alonso ganó y, en la llegada, señaló las marcas que habían quedado en su coche para que las cámaras de televisión las mostraran.
Después en la sala previa al podio, Alonso le recriminó a Massa lo que había hecho: 'A tres vueltas para el final eso no se hace', le dijo. Y Massa respondió airado: 'Has ganado y haces esto. Tienes que aprender, gilipollas'.
La situación se enderezó en 2008, cuando los comunes intereses para que Hamilton no ganara el título, llevaron a Alonso a asegurar que si podía 'ayudaría a Massa'. Lo hizo en Brasil, donde acabó segundo detrás del brasileño. Pero no bastó para evitar que el británico ganara el título. Sin embargo, en el podio Massa y Alonso se fundieron en un fuerte abrazo.
Allí pareció que se estaban edificando los fundamentos de su futura relación. Profesionalmente, ambos se respetan mucho y los dos saben que Ferrari marca las normas en cuanto a la utilización de las telemetrías y las puestas a punto. Personalmente, no tienen por qué ser amigos. Pero, haga lo que haga Massa, Alonso está empeñado en que el ambiente en el equipo sea bueno. Y no permitirá que nada perturbe su andadura en el mejor equipo del mundo.
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