Deportes
La Selección al fin arriesga en casa
Herrera manda un Tri diseñado para atacar sabiendo que se le encerrarían atrás
GUADALAJARA, JALISCO (14/NOV/2013).- A diferencia del “Chepo” de la Torre y Víctor Manuel Vucetich, el “Piojo” Herrera asumió la responsabilidad de jugar como local y correr los riesgos ofensivos que eso conlleva, reconociendo de antemano que su rival —Nueva Zelanda en este caso— no le pelearía la posesión del balón y que entregaría el mediocampo a México, otorgándole incluso una salida clara y sin presión.
El principal cambio táctico de Herrera respecto a los predecibles y rígidos planteamientos de los técnicos anteriores del Tri, fue cambiar a línea de tres centrales —“Topo”, Márquez y “Maza” — en el fondo para darle total libertad por ambas bandas a los carrileros —Aguilar y Layún—, quienes no dejaron de abrir la cancha en campo contrario, pero con la indicación de no sólo ocupar simplemente una posición ofensiva para circular el balón, sino de llegar continuamente al callejón del área contraria, donde podían de centrar con ventaja para los rematadores o entrar a ella como rematador —gol de Aguilar y dos asistencias de Layún.
Lo más rescatable de México es que supo aprovechar las jugadas de táctica fija, en las que se probaron envíos directos para rematar —gol de Márquez—, centros preparados para dos cabezazos —Peña peina y Jiménez anota en segundo poste— y otros tiros de esquina que se realizaron en corto, que demostraron una variedad de cobros preparados por el cuerpo técnico.
Lo más preocupante es que Nueva Zelanda logró anotar en el único tiro que hizo a portería —disparó otros cuatro que se fueron desviados— en la única jugada en la que amontonaron hasta cinco hombres en el área mexicana, y en la que con un simple cruce James quedó libre justo sobre el manchón penal para rematar a gol.
Otro punto a mejorar es el no regalar faltas bobas en campo propio, ya que los cobros a balón parado al área suponen la principal arma ofensiva de Nueva Zelanda, incapaz ayer de dar cinco pases consecutivos en campo contrario.
El principal cambio táctico de Herrera respecto a los predecibles y rígidos planteamientos de los técnicos anteriores del Tri, fue cambiar a línea de tres centrales —“Topo”, Márquez y “Maza” — en el fondo para darle total libertad por ambas bandas a los carrileros —Aguilar y Layún—, quienes no dejaron de abrir la cancha en campo contrario, pero con la indicación de no sólo ocupar simplemente una posición ofensiva para circular el balón, sino de llegar continuamente al callejón del área contraria, donde podían de centrar con ventaja para los rematadores o entrar a ella como rematador —gol de Aguilar y dos asistencias de Layún.
Lo más rescatable de México es que supo aprovechar las jugadas de táctica fija, en las que se probaron envíos directos para rematar —gol de Márquez—, centros preparados para dos cabezazos —Peña peina y Jiménez anota en segundo poste— y otros tiros de esquina que se realizaron en corto, que demostraron una variedad de cobros preparados por el cuerpo técnico.
Lo más preocupante es que Nueva Zelanda logró anotar en el único tiro que hizo a portería —disparó otros cuatro que se fueron desviados— en la única jugada en la que amontonaron hasta cinco hombres en el área mexicana, y en la que con un simple cruce James quedó libre justo sobre el manchón penal para rematar a gol.
Otro punto a mejorar es el no regalar faltas bobas en campo propio, ya que los cobros a balón parado al área suponen la principal arma ofensiva de Nueva Zelanda, incapaz ayer de dar cinco pases consecutivos en campo contrario.
Síguenos en