Deportes

* Jared, Bruno, Chuy...

A propósito por Jaime García Elías

Con draft o sin draft, el tiempo, al final de cuentas, pone a cada cuál en el lugar que le corresponde.

A reserva de lo que suceda entre hoy y mañana, cuando supuestamente acabarán de cocinarse los pasteles que están en el horno desde hace semanas y se concrete la gran mayoría de trueques, contrataciones y reacomodos entre los equipos mexicanos, de cara a la próxima temporada, los movimientos preliminares ya dejaron algunas lecciones...

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Hermanos carnales en muchos aspectos, los casos de Jared Borgetti y Bruno Marioni obligan a reparar en la resistencia de muchos futbolistas a aceptar una realidad: que los calendarios no tienen palanca de reversa.

Las glorias pretéritas están muy bien para que los cronistas memoriosos las reciclen ocasionalmente. En cambio, no sirven como moneda de cambio en la cancha... En ésta rifan las facultades.

Especialmente en el caso de los atacantes, cuya presencia en las alineaciones —y en las nóminas, por supuesto— sólo se justifica merced a los goles que son capaces de generar o anotar directamente y de los puntos que de esos goles se derivan, cuando los recursos físicos se agotan, de nada sirven los diplomas.

Borgetti y Marioni vegetaron en sus últimas campañas con Guadalajara y Atlas, respectivamente. El primero jugó muy poco; su rendimiento fue nulo. El segundo alineó regularmente... pero fracasó en toda la línea porque su productividad fue insignificante.

La diferencia, en todo caso, estuvo en que Jared lo entendió y dio un paso de costado, aprovechando que el Puebla —esperanzado en suministrarle una brujería tipo Dorian Gray— lo llamó a filas. Bruno, en cambio, aún trató de chantajear con su supuesta vinculación sentimental con la ciudad y con el club para que se le permitiera continuar enchufado a la nómina.

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El de Chuy Corona es un caso muy diferente. En plenitud de facultades, luego de una excelente campaña con los “Tecos” —fue el portero menos goleado del circuito—, y pendiente sólo de recibir el espaldarazo definitivo en la Selección, fue transferido a un equipo, el Cruz Azul, que históricamente ha tenido excelentes arqueros.

En teoría, al menos, Chuy parece ser el guardameta que los “Cementeros” necesitan para volver por sus fueros... y el Cruz Azul parece ser el equipo idóneo para que Corona llegue hasta donde aún puede llegar, en una carrera que hasta ahora va siendo firme y promisoria.
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