De viaje por las “Capitales de la Moda”
Un vistazo profundo a los epicentros del estilo global; sin duda, un tour de alta costura
¿Qué significa ser “Capital de la moda”? Se cataloga así a las ciudades que tienen una gran influencia en las tendencias de la moda internacional, ya que es un centro clave de la industria del diseño, producción y venta al por menor y, además, su volumen de actividades como eventos de moda y ferias relacionadas genera grandes resultados económicos.
Año con año, la compañía Global Language Monitor (GLM) realiza un ranking de las “Capitales de la moda”. Para establecer esta clasificación, rastrea en más de 75 mil medios impresos y electrónicos y en las redes sociales, realizando un seguimiento de palabras, frases y conceptos en relación a su frecuencia, uso contextual y aparición en los medios de comunicación
Las ciudades consideradas como “Capitales de la moda” son: Londres, París, Milán y Nueva York y; recientemente, Tokio entró a este selecto grupo. Conoce su influencia en las pasarelas así como sus platillos y bebidas tradicionales.
París, referencia mundial
Esta ciudad es la “Capital de la moda” francesa y es considerada como la cuna de la alta costura. Aquí, en los años 1920, Coco Chanel liberó a las mujeres de los corsés, instaurando una nueva era de sofisticación y comodidad. Su legado perdura hasta hoy.
La casa Givenchy, fundada en 1952 por Hubert de Givenchy, se convirtió en un símbolo de refinamiento con su musa Audrey Hepburn, quien inmortalizó la elegancia parisina en la gran pantalla.
Desde 1945, la Semana de la Moda de París ha sido el evento más esperado del año, donde diseñadores de todo el mundo presentan sus colecciones en escenarios emblemáticos como el Louvre y el Grand Palais. Este evento no sólo define las tendencias globales sino que también celebra la historia y la innovación de la moda parisina.
París alberga la Fashion Week de París, uno de los eventos más prestigiosos del sector. Es el hogar de muchos de los diseñadores más importantes del mundo, como Chanel, Dior, Louis Vuitton e Yves Saint Laurent.
En lo referente a su gastronomía resulta difícil elegir entre tanta variedad y sabores. Los guisos de carne, los vinos o las fondues de queso son algunos de los platos más representativos de la ciudad: sopa de cebolla, caracoles, ratatouille (su componente principal son las berenjenas, tomates, pimientos, calabacines y cebollas, todo puesto en el horno y aliñado con aceite, ajo y hierbas aromáticas), tortilla francesa, croque-monsieur y vichyssoise (sopa fría hecha con puerro, cebolla, patata, nata y leche).
En cuanto a bebidas destacan el pastis, absenta, ciroc y los famosos vinos como champagne, borgoña y burdeos. Los cócteles franceses como el French Connection y el French Gimlet también son populares.
Milán
Durante el Renacimiento, diferentes ciudades de Italia impusieron tendencias en ese periodo debido a su poder cultural. Entre ellas estaban Nápoles, Génova, Venecia, Florencia y Milán. En los años 50, Florencia resurgió como “Capital de la moda”, pero fue reemplazada por el industrial Milán en los años 70. Sus semanas de la moda son para otoño/invierno a finales de febrero, y primavera/verano a finales de septiembre.
Las razones por las que Milán es tan importante en el aspecto de la moda son: es el punto de encuentro para los amantes del lujo y de las boutiques más exclusivas, se ha convertido en el núcleo de la oferta y la demanda, tiene una amplia red de escuelas de formación, alberga la sede de la Cámara Nacional de la Moda y, por último, cada primavera y otoño tiene lugar La Semana de la Moda en Milán.
Además, esta ciudad contiene grandes diseñadores como: Giorgio Armani, Attico y Dolce & Gabbana. Destaca en esta ciudad el centro comercial más antiguo de Italia con un techo abovedado de tragaluces: Galleria Vittorio Emanuele II. Además, cuenta con un increíble paseo para disfrutar de los escaparates de las grandes casas de moda como la “Quadrilatero d’Oro”.
La ciudad se enorgullece de su herencia sartorial, donde la atención al detalle y la calidad de los tejidos son fundamentales. Desde la fundación de la casa Armani, en 1975, la moda milanesa ha sido sinónimo de líneas limpias y sofisticadas. Donatella Versace, al frente de la casa Versace, ha continuado el legado de su hermano Gianni, combinando opulencia y sensualidad en cada colección.
Respecto a la gastronomía, el ossobuco es una comida muy típica del lugar, esta ternera estofada en salsa se suele servir con gremolata, una especie de aliño de perejil y ajo picados. Por supuesto, el risotto a la milanesa, la cassoeula (también conocida como cazuela, es un guiso elaborado con costillas de cerdo, salchicha, morcilla, muslos de pato, que se acompaña con patatas, zanahorias, col, apio, tomates, cebollas y zanahorias). Y, por supuesto, no podemos olvidarnos del panettone.
En cuanto a las bebidas, destaca la grappa, un aguardiente de orujo que puedes degustar en cualquier restaurante o bar milanés. El Franciacorta es un vino espumoso similar al champagne que también es muy popular. Además, los cócteles como el Negroni y el Aperol Spritz son bebidas icónicas de la ciudad.
Nueva York
Nueva York es sin duda la ciudad que más influencia tiene sobre la moda en el continente americano y a nivel mundial. Su importancia como centro neurálgico del comercio global y la diversidad cultural que alberga se reflejan en su vibrante y dinámica escena de moda.
Desde el histórico Garment District, donde la moda estadounidense floreció en el siglo XX, hasta las vanguardistas boutiques del SoHo, la ciudad ofrece una amalgama de estilos y tendencias que capturan la esencia de la moda contemporánea.
La Semana de la Moda de Nueva York, establecida en 1943, es un punto crucial en el calendario del sector, presentando las colecciones de los diseñadores más innovadores del mundo. Este evento ha sido testigo de momentos icónicos, como el debut de la colección de Marc Jacobs para Perry Ellis en 1992, que introdujo el grunge a la alta moda, y el ascenso de diseñadores como Alexander Wang y Prabal Gurung.
Nueva York alberga a algunas de las marcas y diseñadores más influyentes del mundo, como Ralph Lauren, Donna Karan y Michael Kors.
Las tiendas de lujo y de moda se concentran principalmente en la Quinta Avenida y en Madison Avenue, donde se encuentran las boutiques más exclusivas y los grandes almacenes de renombre mundial como Saks Fifth Avenue y Bergdorf Goodman. Pero más allá del lujo, Nueva York es un crisol de culturas y estilos, donde las influencias de todo el mundo se fusionan para crear una moda verdaderamente cosmopolita.
En Nueva York, la oferta gastronómica es tan diversa como su población, con platos icónicos como el hot dog, las hamburguesas, los bagels y las pizzas estilo neoyorquino. Los mercados de alimentos, como el famoso Chelsea Market, son lugares donde los amantes de la moda y la comida se encuentran, compartiendo su pasión por las últimas tendencias culinarias.
En cuanto a las bebidas, Nueva York es famosa por sus cócteles, como el Manhattan, el Cosmopolitan y el Martini.
Tokio
La capital de Japón ha emergido como una de las principales “Capitales de la moda” del mundo. Conocida por su combinación única de tradición y modernidad, Tokio ofrece una escena de moda vibrante y diversa que atrae a diseñadores, estilistas y aficionados de todo el mundo. La ciudad es famosa por su estilo vanguardista y su capacidad para adoptar y reinventar las tendencias globales, fusionándolas con su rica herencia cultural.
La Semana de la Moda de Tokio, celebrada dos veces al año, es un evento clave en el calendario de la moda internacional. Este acontecimiento presenta una mezcla de diseñadores establecidos y emergentes, que muestran colecciones que van desde la alta costura hasta la moda callejera. Marcas japonesas como Comme des Garçons, Issey Miyake y Yohji Yamamoto han ganado reconocimiento mundial por su innovación y creatividad, redefiniendo constantemente los límites de la moda.
En Tokio, los barrios de Harajuku, Shibuya y Ginza son especialmente conocidos por su influencia en la moda. Harajuku, en particular, es famoso por su moda callejera única y colorida, donde los jóvenes expresan su individualidad a través de estilos excéntricos y creativos. Shibuya es un centro de moda juvenil, con numerosas tiendas y boutiques que ofrecen lo último en tendencias, mientras que Ginza es conocido por su lujo y elegancia, con tiendas de alta gama y marcas internacionales.
El fenómeno de la moda callejera japonesa, conocido como “Harajuku style”, ha tenido un impacto significativo en la moda global. Este estilo se caracteriza por su eclecticismo y su enfoque en la autoexpresión, con influencias que van desde el punk y el gótico hasta el kawaii y el cosplay.
En cuanto a la gastronomía, Tokio es un paraíso culinario con una increíble variedad de platos tradicionales y modernos. Desde el sushi y el sashimi hasta el ramen y el tempura, la comida en Tokio es una parte integral de la experiencia cultural de la ciudad. Los mercados de alimentos, como Tsukiji y Toyosu, son famosos por su frescura y calidad, ofreciendo una experiencia gastronómica inigualable.
Entre las bebidas típicas se encuentran el sake, la bebida alcohólica tradicional más conocida de Japón, hecha de arroz fermentado. Además, la ciudad es famosa por sus izakayas, bares informales donde se puede disfrutar de una variedad de bebidas y tapas japonesas. Los cócteles de inspiración japonesa, como el highball y el shochu, también son populares en la ciudad.
Londres
Es una ciudad que respira creatividad y rebeldía, una metrópolis donde la innovación y el estilo se fusionan de manera única. El gran lujo de esta ciudad está marcado por las calles New Bond y Old Bond Street en Mayfair, donde se encuentran las tiendas de marcas como: Chanel, Hermes o Louis Vuitton.
Desde 1961 se celebra la Fashion Week de Londres, siempre en pugna con París y Milán por ser la más importante entre las “Capitales de la moda” en Europa.
Desde la época victoriana, con su opulencia y rigidez, hasta la liberación de las normas de la moda en los años 1960 con el surgimiento de la cultura mod y los iconos de Carnaby Street, Londres ha sido un epicentro de creatividad y experimentación. En los años 1970, el estilo punk, liderado por Vivienne Westwood y Malcolm McLaren, rompió con todas las convenciones, introduciendo una nueva era de provocación y subversión en la moda.
Diseñadores contemporáneos como Stella McCartney han continuado esta tradición, combinando la herencia británica con enfoques modernos y sostenibles para crear piezas que desafían las normas y capturan la imaginación. Las mejores tiendas de moda en Londres se encuentran en Mayfair y Bond Street.
Respecto a su gastronomía, los platillos típicos son: el fish and chips, el roast beef wellington (rollo de carne de ternera al horno) y el sunday roast (carne asada fileteada con salsa). En cuanto a su bebida, la más tradicional es el Coñac, que podrás degustar en cualquier pub de la ciudad.