Cultura

Voces encontradas, ¿otra vez?

Mientras el premio se declaró como desierto, artistas y jurados generan polémica por el resultado

GUADALAJARA, JALISCO (14/OCT/2014).- El pasado viernes, después de darse a conocer el resultado del concurso de pintura Salón de Octubre 2014 —que se organiza a través del Patronato de las Fiestas de Octubre en colaboración con la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC)— que fue declarado desierto, se hizo patente que algunos artistas no coincidían con el fallo del jurado que conformaron Mariana Aguirre, Jorge E. Hernández Flores y Enrique Monraz, quien se deslindó del resultado posteriormente.

En estos términos, el presidente del Patronato de las Fiestas de Octubre, Fernando Favela, se dijo “el primer sorprendido” con que se declarara desierto el premio, “pero respetamos el dictamen y decisión del jurado, el cual se nombra a partir de “las sugerencias que nos hacen la SC y la Universidad de Guadalajara (UdeG), instituciones que tienen conocimiento en la materia”.

Con todo, lejano a la actual polémica, Favela dejó en claro que “se ha trabajado para que el premio sea más jugoso”, pero también en el sentido de su organización; así, después de la controversia de 2013 —cuando se premió a Karla de Lara por una obra que resultó ser copia fiel de otra de una pintora china— “se modificaron los requisitos de la convocatoria para pedir imágenes digitalizadas de las obras y los currículums a los participantes”.

De esta forma, convencido de que se conseguirán “más recursos” (los 60 mil pesos que no se entregarán este año se sumarán al premio del siguiente) para el certamen, dice Favela que se busca “implementar un mecanismo para premiar dos categorías: artistas emergentes y consolidados”; después de todo, “quien mejora el premio son los artistas y nosotros somos un puente para que su trabajo se exponga”.

Diferencias de opinión

Con todo, poco después de conocerse públicamente el resultado, Enrique Monraz hizo patente en redes sociales que, de cara a “toda la comunidad artística”, si hubiera sabido en la que se metía al aceptar ser jurado “no hubiera aceptado” y, de igual manera, se declaró en desacuerdo con el fallo (él sí tenía “postulados para ganadores”, lo que entra en contradicción con el hecho de que la declaración fuera por “unanimidad”) pero dentro del jurado “mi opinión no fue validada por ser minoría y quedé fuera de la jugada”. De este modo, tras deslindarse “de toda responsabilidad”, el maestro destacó que él entiende la “indignación” de los creadores y que siempre estará “con los artistas”.

Monraz asevera que, si estos premios “se instauran para estimular la creación”, el jurado por lo menos debió premiar “con sentido social”; asimismo, aunque reconoce que “la calidad bajó mucho” este año, “siempre hay algo rescatable y no puedo estar de acuerdo en declararlo desierto porque había trabajos de valía. Creo que mis compañeros en el jurado se portaron muy severos, incluso de manera negativa, con una actitud muy cerrada”.

Por su parte, Mariana Aguirre, integrante del jurado también (especializada en historia del arte, en pintura moderna), asegura que “no nos pareció que ninguna obra ameritara el premio”, debido a que “no nos parecieron que proponían algo nuevo o interesante, ni desde el punto de vista de técnica o de contenido”; ahora, en relación a la necesidad de premiar que observa Monraz para apoyar la obra de jóvenes artistas, dice entender su posición pero a nosotros se nos invitó a un concurso, no a otorgar una beca”.

En palabras de Aguirre, sobre lo que alega Monraz, el pintor “se puede quejar, cada quien es libre de externar su opinión”; además, la investigadora afirma que “es común que haya controversia alrededor de becas y premios. Eso sucede tanto aquí como en otros países”.

De parte de artistas


Desde la opinión de los artistas, José Luis López Galván —quien integra la selección de 19 artistas de la muestra de este año y ganó el certamen en 2011— tiene la impresión de que “el patronato de las fiestas hace todo por no darle al premio el reconocimiento que merece; ya hubo una controversia el año anterior y se nos dijo que se mejoraría el Salón de Octubre para 2014, lo que no se refleja en una selección menor a la de exposiciones anteriores y parece que va para abajo”.

López Galván se declara “cansado” con la situación del certamen y sostiene que debería ser “mejor organizado”, porque además de lo que puede discutirse en sus fallos “tampoco hay nadie a quien uno pueda ir a reclamar. Creo que deberíamos alzar la voz y pugnar porque esté al frente del concurso a alguien preparado para ello”.

Carlos Cortés, también seleccionado este año —y en varios otros— para el Salón de Octubre, opina que el jurado está “en todo su derecho” para declarar el certamen desierto, “el problema es elegir a un jurado que precisamente no se dedica a eso; debieron elagir a maestros-pintores que convivan con la técnica de manera cotidiana”.

No se desestima la preparación de nadie, dice Cortés, “pero se ve que había calidad de sobra para premiar; elegir 19 de 168 piezas es minimizar ‘algo’, es un mensaje que implica, creo, desprecio. Al final, lo que pasa es que todo se presta a especulaciones. La culpa no es del jurado sino de quien lo pone ahí”.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando