Cultura
Un banquete de cerdo como proyecto de arte
El proyecto de arte pensado como un burdo filme hollywoodense compuesto por instalaciones, dibujos, pinturas, esculturas y performance
GUADALAJARA, JALISCO (09/SEP/2011).- El artista defeño Monster Truck presentó su proyecto de arte contemporáneo en la galería Arena México
Un banquete totalmente fuera de lo común se ofreció ayer por la noche en la galería de Arte Contemporáneo Arena México.
El encargado del menú fue el artista Monster Truck, quien enfundado en un traje blanco de carnicero recibió a los "comensales" para presentar "Eat Diviness", un proyecto de arte pensado como un burdo filme hollywoodense compuesto por instalaciones, dibujos, pinturas, esculturas y performance que giran alrededor del cerdo como símbolo de la sociedad capitalista.
En un ambiente saturado por el olor a carne y grasa, la primera pieza que el público encontraba al entrar en la casa antigua donde se ubica la galería, era una cabeza de cerdo que yacía al lado de una enorme olla.
En ella el artista originario de la ciudad de México vigilaba el proceso de cocción de la carne de este animal, para posteriormente ponerla sobre vitrinas que fungían a la vez como mesa de banquete para que los invitados pudieran prepararse un lonche, y como estructura expositiva de diversos dibujos con imágenes de gordos, cerdos y escenas grotescas.
EL INFORMADOR/EUGENIA COPPEL
Un banquete totalmente fuera de lo común se ofreció ayer por la noche en la galería de Arte Contemporáneo Arena México.
El encargado del menú fue el artista Monster Truck, quien enfundado en un traje blanco de carnicero recibió a los "comensales" para presentar "Eat Diviness", un proyecto de arte pensado como un burdo filme hollywoodense compuesto por instalaciones, dibujos, pinturas, esculturas y performance que giran alrededor del cerdo como símbolo de la sociedad capitalista.
En un ambiente saturado por el olor a carne y grasa, la primera pieza que el público encontraba al entrar en la casa antigua donde se ubica la galería, era una cabeza de cerdo que yacía al lado de una enorme olla.
En ella el artista originario de la ciudad de México vigilaba el proceso de cocción de la carne de este animal, para posteriormente ponerla sobre vitrinas que fungían a la vez como mesa de banquete para que los invitados pudieran prepararse un lonche, y como estructura expositiva de diversos dibujos con imágenes de gordos, cerdos y escenas grotescas.
EL INFORMADOR/EUGENIA COPPEL
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