Cultura

Testimonios de una guerra, cautiva a más de 200 mil

La exposición sobre la Revolución ha tenido respuesta positiva del público

CIUDAD DE MÉXICO (30/ENE/2011).- A más de 200 mil asciende el número de visitantes que han registrado los 30 museos del país en los que se presenta simultáneamente la exposición Testimonios de una guerra. Fotografía de la Revolución Mexicana, atraídos por el casi centenar y medio de imágenes captadas entre 1910 y 1920, casi todas ellas nunca antes mostradas al público, y que permanecerán en exhibición hasta finales de febrero.

“Se trata de una exhibición que permite conocer otras aristas del desarrollo de este movimiento histórico, pues muestra fotografías, poco o nada conocidas, de diferentes acervos, y que dan testimonio de otras facetas de los héroes, jefes y caudillos.

“Todo ello ayuda a entender que nuestra historia fotográfica se gestó mucho antes que la europea en cuanto a las tomas espontáneas”, señaló Rebeca Monroy, doctora en Historia del Arte, de la Universidad Nacional Autónoma de México, al opinar sobre esta muestra que consideró que además de explica la historia de la Revolución Mexicana, también da cuenta del desarrollo de la fotografía en el país.

La exposición organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), como una reflexión visual-testimonial del movimiento revolucionario, fue inaugurada el pasado 19 de noviembre de forma simultánea en 30 recintos, en los que ha tenido buena respuesta. En el caso de algunos museos regionales la cantidad de visitantes hasta el momento oscila entre 21 mil y 31 mil personas.

La muestra curada por el historiador de la imagen John Mraz, presenta 146 imágenes históricas, la mayoría procedentes de la Fototeca Nacional del INAH, además de acervos del Archivo General de la Nación, la Universidad Panamericana y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.

A decir de Ricardo Pérez Montfort, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, la relevancia de esta muestra radica en representar a su vez uno de los pocos estudios de la Revolución hechos a partir de las propuestas políticas, periodísticas y artísticas de los fotógrafos de la época.

“Esto es muy importante porque pocos han sido los movimientos revolucionarios, además del mexicano, que tuvieron una cobertura puntual por fotógrafos, incluidos el soviético, chino, vietnamito y cubano”.

De esta manera, la propuesta de John Mraz para esta exposición es revelar el papel de juez y parte que los fotógrafos jugaron durante la gesta civil, rescatar la historia revolucionaria a través de la variedad de estos y a su vez, desmitificar la figura de Agustín Víctor Casasola como “El fotógrafo de la Revolución”.

Al mismo tiempo, Testimonios de una guerra… presenta una reflexión visual-testimonial del movimiento revolucionario, basada en experiencias de la vida cotidiana, sin recurrir necesariamente a los retratos de caudillos conocidos.

El recorrido visual deja en claro la devastación ocurrida durante una década. Se calcula que entre 2.0 y 3.5 millones de mexicanos murieron como consecuencia de la Revolución. Al respecto, el público puede observar tomas de refugiados huyendo de la Ciudad de México durante los hechos de la Decena Trágica.

Otras imágenes reveladoras son las filas interminables de personas en espera de comida y agua, el Bosque de Chapultepec talado debido a la escasez de combustibles como el carbón, los verdaderos niños de la Revolución: los huérfanos, así como hombres y mujeres que se vieron impulsados a sobrevivir uniéndose a los diferentes grupos armados.

Esta exposición simultánea ha registrado una mayor afluencia de visitas en el Museo Regional Cuauhnáhuac, en Morelos, con 31 mil visitantes, y el Centro Cultural Santo Domingo, Oaxaca, con más de 28 mil.

Así mismo, los museos Histórico de Acapulco “Fuerte de San Diego” y Regional de Querétaro, han recibido más de 25 mil 800 personas; mientras que el de Guadalupe Zacatecas, de la Revolución de la Frontera, en Chihuahua, y el Regional de Yucatán “Palacio Cantón” han registrado una afluencia de más de 21 mil visitantes.

Esta exposición fotográfica está dividida en los siguiente temas: El Porfiriato. Del estudio a la calle; El maderismo. Hacia una fotografía de guerra; El zapatismo. Las cámaras surianas. El orozquismo. Los “colorados”; La decena Trágica y el huertismo. Fotografiar la reacción; La invasión a Veracruz. Milicia e imágenes; El villismo. Un caudillo de la cámara; El convencionismo. Presencia revolucionaria y El constitucionalismo. El registro de la victoria.

Testimonios de una guerra… también incluye 36 fotografías acompañadas de “testimonios” o anécdotas que dan mayor énfasis a las imágenes, así como 33 pistas de diversos géneros musicales, que recrean esa época centenaria, pertenecientes al programa musical Sonidos de la Revolución.

Complementan la exhibición dos materiales audiovisuales, que incluyen documentos filmados en formato de cine durante el movimiento revolucionario, propiedad de la Filmoteca de la UNAM y que fueron restaurados por especialistas del INAH.

Cabe mencionar, que de manera paralela a la exposición, el INAH publicó el libro Fotografiar la Revolución Mexicana. Compromisos e iconos, de la autoria de John Mraz, obra que representa el primer estudio monográfico en profundidad de la fotografía, y que tiene como fuente primaria las imágenes mismas.

“Algunas de las aportaciones más importantes que ofrece el libro son que reúne toda la historiografía investigada sobre el tema, imágenes conocidas e inéditas, una gran variedad de fotógrafos de la Revolución hasta ahora desconocidos, y muestra por primera vez el trabajo de fotógrafas como la zapatista Sara Castrejón, además de clasificar el material y presentar una línea cronológica y temática a través de la cámara”, concluyó la doctora Rebeca Monroy.
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