Cultura

Tapices de Rafael Sanzio en el Vaticano viajan a Londres

Son cuatro tapices que forman parte del decorado de la Capilla Sixtina

LONDRES, INGLATERRA (06/SEP/2010).- En coincidencia con la próxima visita del papa Benedicto XVI a Londres, cuatro de los diez tapices que Rafael Sanzio (1483-1520) diseñó para la Capilla Sixtina han salido del Vaticano para ser expuestos en el museo Victoria & Albert, de Londres, con los cartones que les sirvieron de modelo.

Se trata de los tapices originales, inspirados en las actas de San Pedro y San Pablo y que por primera vez se presentan junto a los cartones creados por el propio pintor de Urbino, que no llegó nunca a verlos juntos, ya que estos últimos se quedaron en Bruselas.

Rafael recibió del papa León X el encargo de crear esos tapices, que se tejieron en el famoso taller de Pieter Van Helst, el mayor centro europeo dedicado a la producción de tapices, hace ya casi 500 años.

León X, papa entre 1513 y 1521, hijo de Lorenzo el Magnífico y gran mecenas de las artes, encargó esos gigantescos y bellísimos tapices para hacer aún más suntuosa la Capilla Sixtina, enriquecida ya artísticamente por sus predecesores Sixto IV y Julio II.

Quiso que estuvieran dedicados a San Pedro y San Pablo: es decir, al primer papa y al más importante predicador y difusor del cristianismo en los primeros tiempos, respectivamente, para reforzar de esa manera la autoridad del Papado.

Los cuatro tapices se titulan "La pesca milagrosa", "El encargo de Cristo a Pedro (de edificar la Iglesia sobre esa piedra)", "La curación del paralítico" y "El sacrificio en Listra".

Gracias a su claridad y fuerza narrativas y a su gran belleza, esos cartones de Rafael se convirtieron en uno de los ejemplos más importantes del género y fueron copiados en distintos medios.

Varios monarcas europeos, entre ellos el inglés Enrique VIII, encargarían copias de los tapices a partir de los cartones, que se conservaron en Bruselas hasta que los adquirió en 1623 el futuro Carlos I de Inglaterra cuando era aún príncipe de Gales.

Ese monarca compró los cartones y los trajo a Inglaterra para que en el taller de tapices de Mortlake, cerca de Londres, se tejiera un juego, e incluso llegó a invitar al artista alemán Francis Clein, pintor en la corte de Dinamarca, para que los copiara, tal vez en un intento de impedir que los cartones llegaran a estropearse.

Los diez cartones originales de Rafael, propiedad de la reina Isabel II, que los ha prestado a título permanente al museo, están perfectamente conservados, pero son demasiado frágiles para poder viajar, por lo que nunca han salido de Londres.

La exposición de la Tate, que podrá visitarse hasta el 17 de octubre, incluye varios dibujos preparatorios del propio Rafael y alguno de sus discípulos, una serie de grabados de Agostino Veneziano, Ugo de Carpi y Marcantonio Raimondi que reproducen los cartones, y un busto del papa que los encargó.
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