Cultura
Rivelino lleva a San Diego los grandes 'silencios' que conlleva la censura
El artista tapatío explica que las placas que cubren las bocas de las esculturas invitan a reflexionar sobre la libertad de expresión
esculturas monumentales "Nuestros Silencios", del mexicano José Rivelino Moreno, arribó a Estados Unidos para despertar en la misma calle una reflexión sobre la libertad de expresión y la autocensura, tal cómo señaló el artista en conversación con Efe.
Compuesta de diez figuras de unos tres metros y medio de altura cada una, la exhibición ha hecho su primera parada en suelo estadounidense en el puerto de San Diego (California), en donde ha despertado la curiosidad de residentes y turistas que transitan cada día sobre Ruocco Park, emplazamiento donde se levantan las obras.
Un elemento destacado de esta exposición son las placas que cubren la boca de cada una de las figuras, una invitación a reflexionar sobre la libertad de expresión y los mensajes que muchas veces se callan.
"Me parecía que ese tema era importante para generar una muestra monumental, sacarla a la vía pública y que fuera una especie de enlace entre el espectador y la escultura", dijo el escultor originario del estado de Jalisco.
La muestra, que se inauguró esta semana en San Diego, ha sido montada en diferentes espacios públicos de ciudades como Lisboa, Madrid, Bruselas, Londres, Roma, Moscú o el zócalo de la Ciudad de México, entre otros, y se estima que ha sido apreciada por cerca de cinco millones de espectadores.
En cada uno de estos lugares las obras han sido instaladas considerando el contexto y las características del entorno. En San Diego, el montaje se ha dispuesto colocando cinco figuras mirando hacia México y otras cinco hacia el antiguo portaaviones militar, y ahora museo, USS Midway.
El escultor señaló que en cada país donde se ha presentado la exhibición la reacción de los visitantes ha sido diferente.
SAN DIEGO, ESTADOS UNIDOS (31/ENE/2015).- La muestra itinerante de
Compuesta de diez figuras de unos tres metros y medio de altura cada una, la exhibición ha hecho su primera parada en suelo estadounidense en el puerto de San Diego (California), en donde ha despertado la curiosidad de residentes y turistas que transitan cada día sobre Ruocco Park, emplazamiento donde se levantan las obras.
Un elemento destacado de esta exposición son las placas que cubren la boca de cada una de las figuras, una invitación a reflexionar sobre la libertad de expresión y los mensajes que muchas veces se callan.
"Me parecía que ese tema era importante para generar una muestra monumental, sacarla a la vía pública y que fuera una especie de enlace entre el espectador y la escultura", dijo el escultor originario del estado de Jalisco.
La muestra, que se inauguró esta semana en San Diego, ha sido montada en diferentes espacios públicos de ciudades como Lisboa, Madrid, Bruselas, Londres, Roma, Moscú o el zócalo de la Ciudad de México, entre otros, y se estima que ha sido apreciada por cerca de cinco millones de espectadores.
En cada uno de estos lugares las obras han sido instaladas considerando el contexto y las características del entorno. En San Diego, el montaje se ha dispuesto colocando cinco figuras mirando hacia México y otras cinco hacia el antiguo portaaviones militar, y ahora museo, USS Midway.
El escultor señaló que en cada país donde se ha presentado la exhibición la reacción de los visitantes ha sido diferente.
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