Cultura
Que 25 años no es nada, y ha sido tanto
Considerada como la primera en el mundo de habla hispana por sus pares, La Feria Internacional del Libro de Guadalajara busca abrir nuevos mercados con el portugués, con Europa del Este y Asia
La visión del mercado editorial entre el Norte y Sur de América fue una de las piezas de éxito de la feria que años después la colocó como la más importante del libro en español. Así pues, comenzó el viaje del libro en español por el mundo. Actualmente hay siete mil bibliotecas estadounidenses que adquieren títulos en español y asisten a la FIL cerca de 18 mil profesionales del libro. ¿Qué sigue? La idea de sus organizadores es abrir nuevos caminos de intercambio con el idioma portugués y con países de Europa del Este y Asia.
En 1987 también estaba recién construida la expo, no había alfombra, ni muros que aislaran los sonidos de los eventos, ni computadoras, ni escritores ni Premios Nobel de Literatura en la lista de invitados. Sin embargo, ese primer año la feria se dedicó a Juan José Arreola, quien fue una especie de amuleto para que el proyecto se colocara como un espacio de negocios en el que además había una fiesta literaria. En 1988 se homenajeó a Juan Rulfo, llegó la primera computadora y se hizo el primer bailongo en el Salón Veracruz; en 1989 estuvo el primer Nobel de Literatura, William Golding; en 1990 se creó el Premio de Literatura “Juan Rulfo”; en 1991 desborda La Maldita Vecindad la explanada, y así, años con año la feria no dejó de tener novedades.
La FIL, que ha tenido cuatro etapas muy marcadas (los primeros años de consolidación, el proyecto del país invitado de honor, la expansión del recinto y la apertura del salón de Derechos de Autor), llega a su cumpleaños 25 con el objetivo de permanecer como la número uno de habla hispana y con la idea de que el crecimiento se dará especialmente en el tema de derechos de autor. “Se lanzó como una feria internacional con mucho acento latinoamericano y creo que este año estamos cumpliendo una de las etapas que nos marcamos como principal objetivo. Entonces, queremos más lenguas en la feria, pero con un proyecto claro para que las industrias latinas e hispanas puedan crecer y diversificar hacia otros mercados”, explica Nubia Macías, directora de la FIL y una de las fundadoras del proyecto.
En entrevista por separado, Nubia Macías (NB) y el presidente de la feria, Raúl Padilla López (RPL), comparten su visión y sus recuerdos de este camino.
— ¿Qué tan importante fue la FIL para nuevos territorios de venta?
— RPL-Fue una palanca para la FIL ser un espacio para vincular la industria editorial mexicana y latinoamericana con el libro en EU. En 1987 había 75 mil bibliotecas públicas de las cuales 500 ya hacían adquisiciones periódicas de libro en español. Ese primer año convencimos a 90 y ahora hay siete mil que tienen adquisiciones. Se creía que los migrantes no leían, pero era una década en la que ya había mucha televisión hispana y centros de estudios latinoamericanos. Otro vínculo que se fortaleció bastante fue con las editoriales de España.
— ¿Hacia dónde va la Feria?
— RPL- Ya es la primera, el objetivo es sostenerse. La feria ya está en ruta de mayor internacionalización. 90% de editoriales son hispanas, pero ya tenemos 10% de otros idiomas, empezando por lo latino, nuestra intención es tener más presencia editorial de países en lengua romance (Francia, Italia, Portugal, Rumanía). Además, esperamos cada vez más representación de regiones de Europa del Este –donde hay resurgimiento de industria editorial-, Asia. Por eso es significativo que por primera vez tenemos a un país invitado de honor que su idioma no es romance, eso a futuro lo seguiremos haciendo, en la idea de hacerla más internacional.
— Un tema que no se ha modificado mucho es el de los lectores en la ciudad. ¿Es responsabilidad de la FIL impulsar programas más efectivos de lectura o sólo atender al nicho de lectores que ya existe?
—NM-La feria es para los lectores, es nuestro objetivo primordial. Algunos dicen que no recogemos frutos, pero hay muchas cosas que hacemos de las que no hablamos. Este año vamos a tener 107 Ecos de la FIL, que implica que autores viajen a primarias, secundarias y prepas de Jalisco. Y no se trata sólo de un diálogo con el autor, sino que en sus colegios se han ido preparando para que lean a los escritores antes del diálogo. Hoy me pasó algo bonito, una chica que me entrevistó me dijo que se había hecho periodista de cultura porque a su escuela llegó un día una escritora que había empezado como periodista. Eso la motivó a elegir la profesión. Y ese tipo de historias pasan mucho por el contacto con los escritores. Y en lo que nos corresponde, no podemos soltar la promoción de la lectura. Por eso tenemos actividades para niños, jóvenes, adultos…
— ¿Cómo se ha modificado el mercado editorial desde que inició la feria?
— NM-Muchos editores venían a través de sus embajadas porque no tenían dinero o porque el mercado no era suficientemente atractivo. Ahora vienen las cámaras. Nosotros viajamos muchísimo para convencer a todos, de uno por uno. Vas empeñando tu palabra y tratamos que nuestra palabra se desempeñe en la feria; es un proceso de convencimiento que tiene qué hacerse cada año. El día que creamos que ya está todo hecho, entonces habremos fracasado.
— ¿Dónde ve la feria en 10 años?
— NM-Centrada en los lectores. Éste tiene que ser el espacio de recreación para ellos y tenemos que atender a una generación tras otra. Creo que la feria tenderá más al mercado de derechos y que tiene que abrir nuevos mercados con el portugués, tanto con Portugal como con Brasil, país con el que nos interesa una comunicación más fluida tanto en lo editorial como en los autores. También pensamos en Asia, Europa Central y del Este. Y por supuesto pensamos en invitados de honor de estos lugares.
— ¿Hacia dónde se dirige el mercado de derechos?
— NM-El mercado es muy claro y puntual, uno compra y vende derechos. Nosotros tenemos que impulsar el respaldo de las leyes para que la piratería no se tome la industria del libro digital, que haya leyes sólidas para evitarla. No estábamos acostumbrados a vender y comprar derechos, antes se hacía el convenio, el autor cedía la obra tantos años y se veían las regalías. Ahora el autor cede los derechos, pero esto no te lo guardas, exportas ese derecho.
— ¿Hay algún autor que le guste tanto que la haya puesto nerviosa?
— NM-Más bien me gusta descubrir a los autores en sitio, me gusta más verlos como seres humanos y desmitificar a esos seres supremos. Es fascinante cómo siendo “normales” tienen esa creatividad y genio para escribir esas historias que nos hacen reír, llorar... entonces me gusta más la parte humana que la del elogio.
— ¿Qué autores le encantaría que vinieran en las siguientes ediciones?
— NM-A mí me gusta mucho Rubem Fonseca y quiero que venga otra vez, junto con otros escritores brasileños. También está la ilusión de escritores chilenos, hay un poeta joven que me gusta mucho, y quiero explorar más autores de Europa del Este y África. También disfruto mucho a Mario Vargas Llosa. Hay tantos que me hacen ilusión, porque soy lectora y no escritora ni crítica literaria.
''Tenemos que impulsar el respaldo de las leyes para que la piratería no se tome la industria del libro digital, que haya leyes sólidas para evitarla'', Nubia Macías, directora de la FIL.
Numeralia
Para contar en la FIL
9 días de actividades
17 mil 700 profesionales
800 editoriales
200 (o más) escritores
25 secretos por revelar
13 premios y reconocimientos
6 mil metros cuadrados para exhibición
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