Cultura
Publican en español las historias que inspiraron a Tim Burton
'La bicicleta epiplégica' y 'La niña desdichada' de Edward Gorey, ofrecen una dosis del humor negro
Tim Burton.
"Había una vez una niñita llamada Charlotte Sophia", dice el comienzo de "La niña desdichada", que desarrolla en treinta imágenes la vida de esta pequeña que se queda huérfana, pasa por un orfanato, es vendida a un bruto alcohólico y sobrevive "animada por su fuerza infantil, para seguir sufriendo".
Con ilustraciones en blanco y negro y composiciones de estilo gótico, las historias de Edward Gorey, que la editorial española Libros del Zorro Rojo ha recuperado por primera vez en castellano en su formato original de historias cortas individuales, avanzan de forma rápida hacia finales trágicos.
"La bicicleta epiplégica" cuenta, mediante humor surrealista, el viaje que los hermanos Embley y Yewbert emprenden la mañana que descubren una bicicleta que circula sin ciclista, y deciden subirse a ella para vivir una "aventura extravagante" de casi doscientos años.
La principal diferencia entre ambas historias es que mientras Charlotte Sophia se mueve en un mundo cargado de imágenes negras donde la niña es lo único blanco en el dibujo, los hermanos Embley y Yewbert son casi los únicos trazos de imágenes que discurren en una realidad blanca y atemporal.
Ambos relatos se componen, no obstante, de una sucesión de imágenes en la que cada una se relaciona con una frase de texto.
Otro de los aspectos llamativos es el tratamiento naíf que se da a la crueldad y lo macabro, similar al utilizado por Tim Burton en el relato "La melancólica muerte del Niño Ostra".
De hecho, el cineasta y escritor estadounidense ha manifestado en diferentes ocasiones que Gorey es una de sus inspiraciones para crear personajes.
La obra de Edwar Gorey, que nació en 1925 y murió en el año 2000, comprende más de un centenar de libros, entre los que destaca su cuento más conocido, "Los pequeñines macabros", un particular alfabeto que muestra la muerte trágica de 26 niños, cada uno con un nombre que empieza por una letra diferente del abecedario.
MADRID, ESPAÑA (14/MAY/2010).- Dos historias breves, contadas en imágenes y sin apenas relato, "La bicicleta epiplégica" y "La niña desdichada", de Edward Gorey, que acaban de publicarse en español, ofrecen una dosis del humor negro de este autor que, tildado de "macabro", ha servido de inspiración al cineasta
"Había una vez una niñita llamada Charlotte Sophia", dice el comienzo de "La niña desdichada", que desarrolla en treinta imágenes la vida de esta pequeña que se queda huérfana, pasa por un orfanato, es vendida a un bruto alcohólico y sobrevive "animada por su fuerza infantil, para seguir sufriendo".
Con ilustraciones en blanco y negro y composiciones de estilo gótico, las historias de Edward Gorey, que la editorial española Libros del Zorro Rojo ha recuperado por primera vez en castellano en su formato original de historias cortas individuales, avanzan de forma rápida hacia finales trágicos.
"La bicicleta epiplégica" cuenta, mediante humor surrealista, el viaje que los hermanos Embley y Yewbert emprenden la mañana que descubren una bicicleta que circula sin ciclista, y deciden subirse a ella para vivir una "aventura extravagante" de casi doscientos años.
La principal diferencia entre ambas historias es que mientras Charlotte Sophia se mueve en un mundo cargado de imágenes negras donde la niña es lo único blanco en el dibujo, los hermanos Embley y Yewbert son casi los únicos trazos de imágenes que discurren en una realidad blanca y atemporal.
Ambos relatos se componen, no obstante, de una sucesión de imágenes en la que cada una se relaciona con una frase de texto.
Otro de los aspectos llamativos es el tratamiento naíf que se da a la crueldad y lo macabro, similar al utilizado por Tim Burton en el relato "La melancólica muerte del Niño Ostra".
De hecho, el cineasta y escritor estadounidense ha manifestado en diferentes ocasiones que Gorey es una de sus inspiraciones para crear personajes.
La obra de Edwar Gorey, que nació en 1925 y murió en el año 2000, comprende más de un centenar de libros, entre los que destaca su cuento más conocido, "Los pequeñines macabros", un particular alfabeto que muestra la muerte trágica de 26 niños, cada uno con un nombre que empieza por una letra diferente del abecedario.
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