Cultura
Practicar el oficio de la crónica
La periodista Vanesa Robles impartirá un curso del 29 de septiembre al 24 de noviembre en Casa Vallarta
GUADALAJARA, JALISCO (27/SEP/2012).- Se alimenta de una curiosidad infantil; escuchar atentamente, percibir aromas, tonos, colores. Vive sin prejuicios; no siempre reconocer el prototipo dado en el canon, ver más allá. Se trata de la crónica, uno de los géneros periodísticos más libres en estilo de redacción, será practicado a través de ejercicios de redacción, lectura y análisis, en un curso que impartirá la periodista Vanesa Robles.
"El periodismo es un oficio y se aprende haciéndolo", comparte la tutelar del taller que se impartirá del 29 de septiembre al 24 de noviembre en Casa Vallarta. "A pesar de que existan libros de teoría maravillosos, creo que lo más importante es echar a perder, copiar estructuras, imitar estilos, para después irse despegando y comenzar a generar un estilo propio."
Con sangre de periodismo pero espíritu literario, la crónica ha sabido sobrevivir a decadencias, como la que ha estado sobrellevando en los últimos años. "Es muy curioso porque la crónica es un género que se emplea cuando hay un festival o un día de asueto y los medios mandan a los reporteros: ve a hacer una nota de color", considera Robles.
Sin embargo, como sucesos hay allá afuera, material existe para comenzar a cronicar. "Es un género muy espontáneo. No creo que haya información que no sea susceptible para abordarse en una crónica. Las sesiones de cabildo, en las que generalmente no pasan muchas cosas, pueden ser más digeribles si las relataras con crónica."
A pesar de ser renegada por algunos, la crónica sigue vigente desde los viajes de Colón hasta nuestros días y continúa evolucionando acorde a la sociedad. "Ahora los medios alternativos como los blogs, revistas electrónicas, incluso las redes sociales, le han dicho a los medios tradicionales 'a mí no me compras con tu versión de las cosas y no voy a creer en ti todo el tiempo porque yo también estuve ahí'. Esas opciones están muy bien, lo que hace falta es el oficio de escribir; contar con las herramientas necesarias para saber intencionar un texto."
En eso centrará su curso al que Casa Vallarta invitó para impartir: en afinar las herramientas de la gente que escribe o que quiere escribir. A través de ocho sesiones pretenderá romper con los esquemas clásicos de cómo abordar un hecho noticioso, pues cree que "es muy obvia y evidente la crisis que hay en los medios de comunicación que siguen reproduciendo como única información las declaraciones de las figuras de poder. Y cuando se aborda la gente que no tiene poder se interpreta desde un punto de vista 'Pedro Infantesco': con violines, pobrecito, Paquito, y no se trata de eso."
"Se trata de crear historias que no sean lastimeras y que, aunque reproduzcan los quehaceres del poder, lo hagan a través de otras formas, nuevas", concluye. El cupo está limitado a 15 personas. Para mayor información acudir a las instalaciones de Casa Vallarta, en avenida Vallarta, 1668, entre Simón Bolívar y General San Martín o al teléfono 30 44 40 50, extensión 38897.
La frase
''La crónica da para un periodismo diario y es un oficio que no se aprende a menos que se practique''.
EL INFORMADOR / RUBEN GIL
"El periodismo es un oficio y se aprende haciéndolo", comparte la tutelar del taller que se impartirá del 29 de septiembre al 24 de noviembre en Casa Vallarta. "A pesar de que existan libros de teoría maravillosos, creo que lo más importante es echar a perder, copiar estructuras, imitar estilos, para después irse despegando y comenzar a generar un estilo propio."
Con sangre de periodismo pero espíritu literario, la crónica ha sabido sobrevivir a decadencias, como la que ha estado sobrellevando en los últimos años. "Es muy curioso porque la crónica es un género que se emplea cuando hay un festival o un día de asueto y los medios mandan a los reporteros: ve a hacer una nota de color", considera Robles.
Sin embargo, como sucesos hay allá afuera, material existe para comenzar a cronicar. "Es un género muy espontáneo. No creo que haya información que no sea susceptible para abordarse en una crónica. Las sesiones de cabildo, en las que generalmente no pasan muchas cosas, pueden ser más digeribles si las relataras con crónica."
A pesar de ser renegada por algunos, la crónica sigue vigente desde los viajes de Colón hasta nuestros días y continúa evolucionando acorde a la sociedad. "Ahora los medios alternativos como los blogs, revistas electrónicas, incluso las redes sociales, le han dicho a los medios tradicionales 'a mí no me compras con tu versión de las cosas y no voy a creer en ti todo el tiempo porque yo también estuve ahí'. Esas opciones están muy bien, lo que hace falta es el oficio de escribir; contar con las herramientas necesarias para saber intencionar un texto."
En eso centrará su curso al que Casa Vallarta invitó para impartir: en afinar las herramientas de la gente que escribe o que quiere escribir. A través de ocho sesiones pretenderá romper con los esquemas clásicos de cómo abordar un hecho noticioso, pues cree que "es muy obvia y evidente la crisis que hay en los medios de comunicación que siguen reproduciendo como única información las declaraciones de las figuras de poder. Y cuando se aborda la gente que no tiene poder se interpreta desde un punto de vista 'Pedro Infantesco': con violines, pobrecito, Paquito, y no se trata de eso."
"Se trata de crear historias que no sean lastimeras y que, aunque reproduzcan los quehaceres del poder, lo hagan a través de otras formas, nuevas", concluye. El cupo está limitado a 15 personas. Para mayor información acudir a las instalaciones de Casa Vallarta, en avenida Vallarta, 1668, entre Simón Bolívar y General San Martín o al teléfono 30 44 40 50, extensión 38897.
La frase
''La crónica da para un periodismo diario y es un oficio que no se aprende a menos que se practique''.
EL INFORMADOR / RUBEN GIL
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