Cultura

No vendo cuadros, pinto proyectos: Juan Carlos Urive

Una de las obsesiones actuales de este artista es combinar su trabajo con ''el valor cromático de la música''

GUADALAJARA, JALISCO (20/JUL/2012).- Juan Carlos Urive se considera a sí mismo un excéntrico personaje. Es artista plástico y le gusta hacerse notar con accesorios, que son ya parte de su personalidad, ésa que gusta o incomoda a sus seguidores.

Su trabajo va de lo abstracto a lo figurativo, en sus cuadros destaca el manejo del color, uno que siempre contrasta.

Urive, de 40 años, explica en entrevista que su compromiso es con “la pintura, el estudio, la disciplina, la humildad, lo sagrado y la belleza”.

El artista cumplió 20 años como pintor profesional, pero desde su infancia ya sentía interés por el dibujo. Ahora, su pincelada es el reflejo de la seguridad, del conocimiento, de la técnica y del trabajo, uno que ahora está enfocado en el valor cromático de la música.

Juan Carlos, quien asegura ser un apasionado de la disciplina, no sólo pinta, también hace diseño de joyas. Trabajó con pinturas  Prisa en el diseño de la línea Cíclope y fue fundador del portal Tomarte, dedicado a la venta y compra de arte.

“Yo no vendo cuadros, pinto proyectos, cuando vives para pintar tienes que encontrar un mecanismo. Primero, hay que tener un proyecto y entender que negociar es procurar que las partes –involucradas— salgan beneficiadas”, expresa el artista, quien ha expuesto en foros nacionales y del extranjero.

—¿Cómo define su pintura?

—Mi pintura es acrílica, sintética, progresiva. Así es. Las bellas artes existen y tienen un lugar, desgraciadamente son elitistas, sí lo son porque lo elitista es bello. La belleza es elitista, no es de todos, está para todos, pero no es de todos. Es una alegoría. La pintura es una alegoría de un ego, pulido como el del artista.

—¿Cómo llegó al diseño de joyas?

—La joyería me ha traído muchas satisfacciones. Cuando fui a Cuba mi santera me recomendó usar plata para librarme de las malas vibras, la envidia. Ella me dijo: ‘Tú vives de tus manos. Decóralas. Tú tienes que dignificar tus manos, tienes que amarlas’ y entonces comencé a decorarlas. Iba y me compraba una pulserita o un anillito. De pronto, me fijaba que no era suficiente, me gustaba algo y no me quedaba porque tengo los dedos chiquitos, pero muy gruesos.

Un día me topé con una persona que amé con toda mi alma, y que sigo amando mucho, una mujer que me brindó el conocimiento del cristal Swarovski, y una vez que lo conocí, empecé a hacer mis pininos, mis anillos, mi línea –Urive—, se le hace una colección a Lady Gaga o a Fito Páez.

De pronto, encontré otra manera de mi proceso creativo, lo puedo hacer en unos zapatos, en un pantalón, en un mural y hasta en un bodypaint. He hecho exposiciones y, de pronto, la gente me pide diseños, lo que yo hago son juguetes para adultos. Yo salgo a una disco y traigo mi juguete. Al ser humano le gusta llamar la atención, es innegable. A todo mundo le gustaría llamar la atención, pero la otra gente no se atreve. A mí, me vale madre, he hecho de todo, hasta me he bajado los pantalones en bares y no importa, no pasa nada.

La verdad es que sí tengo un personaje, un personaje que he ido alimentando con mis  sombreros y con mi vestuario porque me divierto. Me preguntan: qué ganas, pero no entienden que así soy.

Ahora soy más fino, me gusta vestirme bien, me gusta tener buena ropa y buenos zapatos porque eso nunca me lo di y ahora sí me doy porque el amor propio y la vanidad van agarrados de las manos, no siempre. Uno merece cosas bonitas, merece proyectarse porque en este mundo como te ven, te tratan. Yo aprendí que no tengo porque dejar de brillar, el artista no tiene por qué dejar de brillar si realmente su naturaleza brilla, lo que no debe hacer es dejar de brillar por no encandilar a los demás, lo que nunca debe hacer es ser soberbio. Ésa es la clave.

—¿Es disciplinado en su trabajo?

—Soy muy disciplinado tanto que soy disciplinado con mi dieta y con mi ejercicio, no puedes hacer un cuadro sin disciplina, necesito tener limpio mi taller, no tengo sirvientas, yo lavo mi ropa, hago de comer, preparo mis lienzos, produzco mi pintura, mi material, hago mi súper, cuido a mis gatos… Soy yo solo, no tengo mamá ni esposa, todo lo hago yo, eso es disciplina.

Ser disciplinado es ser congruente, eso es algo que se va construyendo. La disciplina no duele, da mucho, se convierte en una pareja inseparable, la disciplina como el estudio es la inversión más tangible que en lo personal yo tengo.  

—¿Y Cíclope?

—Pinturas Prisa para mí fue una bendición. Intentamos desarrollar la mejor marca de pintura para artistas, la línea Cíclope, comercialmente no funcionó.

Lo más importante fue la oportunidad, creyeron en mí, dejé un mural en esa fábrica y aprendí mucho de pintura, me ayudaron económicamente y tuve la fortuna de conocer a don René Rivial, un maestro de vida. Ya tengo otros patrocinadores.

—¿Cuáles son sus lecturas?

—El pintor que no lee es uno muy limitado. Hay que estudiar, aquí nunca se termina, hay que adquirir consciencia: la causa y efecto.

Dicen que yo pinto ricos. Sí, pinto ricos, pero también pinto a la chava de la tienda y amigos, también pinto a las personas que me brindan un argumento, como pintar la última flor, y hacer de mi pintura algo dramático, eso lo que pretendo hacer, dramatizar a partir de la sintetización de los valores cromáticos.

FRASE

"
La belleza es elitista, no es de todos, está para todos, pero no es de todos.  La pintura es una alegoría de un ego, pulido como el del artista "

Juan Carlos Urive
, artista plástico

PERFIL DE “FEIS”
“Yo soy Dios y los demás también”


Juan Carlos Urive es muy activo en Facebook. Le gusta escribir de una manera particular, sustituyendo las letras que tienen sonido de  “s” por una “x”. Celebra a sus cuadros que encuentran dueño y en su perfil tiene frases como: “Yo soy Dios y los demás también”, o “Que xe preocupe el que no pueda!”. facebook.com/uriveb





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