El Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA) está de fiesta y se apresta a celebrar su 30 aniversario el próximo 10 de octubre. Para conmemorar una fecha tan especial, el recinto está organizando varias actividades que reflejan la trayectoria y evolución de su propuesta cultural.En entrevista con EL INFORMADOR, Maribel Arteaga Garibay, directora del museo desde 2013, compartió los inicios del MUSA, los desafíos que ha enfrentado a lo largo de los años y algunas anécdotas que han marcado la historia del recinto.Los orígenes se remontan a 1994, cuando bajo la rectoría de Raúl Padilla López se decidió crear un espacio dedicado al arte dentro del edificio de la entonces Rectoría General de la Universidad de Guadalajara. En sus primeros años, el museo contaba con una pequeña área de exhibición de alrededor de 600 metros cuadrados en la planta baja de la edificación.Pese a las limitaciones iniciales, el MUSA se posicionó rápidamente como un referente en el ámbito artístico de la ciudad, expone su directora. “Este edificio tiene varios años ya con la Universidad de Guadalajara”.“El año 1994 marca el inicio de este proyecto a cargo del administrador Francisco Barreda, se inauguró con una gran exposición y luego vinieron figuras importantes como Sunny Ramírez y Carlos Ashida, quienes dejaron una huella importante en el museo”, recuerda.A lo largo de los años, el MUSA creció considerablemente, hasta llegar casi a los dos mil metros cuadrados. Este aumento fue posible gracias a la rehabilitación del edificio en 2013, bajo la dirección del arquitecto Alejandro Canales.“Cuando yo llegué en 2013 —recuerda Maribel Arteaga—, una de las primeras tareas fue lograr que el museo se expandiera y que toda la planta alta también se convirtiera en un espacio de exhibición. Fue un proceso largo, pero hoy podemos decir que el MUSA es un museo en toda su capacidad”.Cabe destacar que la entrada al MUSA y a todas las actividades programadas es gratuita. Uno de los mayores retos ha sido cambiar la percepción del público y lograr que el MUSA fuera reconocido más allá de ser solo “el edificio con los murales de José Clemente Orozco”.Arteaga explicó que, para ello, fue necesario posicionar al espacio cultural de una manera distinta: “Lo primero que tuvimos que hacer fue desprendernos un poco de que solo ubicaran este sitio como el Paraninfo”.“Iniciamos con la creación de la marca MUSA, un branding especial que nos permitió posicionarnos como un museo moderno y dinámico, capaz de atraer a diferentes tipos de público y no solo a aquellos interesados en el muralismo”, recuerda.A lo largo de los años, el MUSA logró captar la atención de públicos más jóvenes, algo que, de acuerdo a Arteaga, es posible gracias al uso estratégico de las redes sociales y la colaboración con estudiantes. “La Universidad de Guadalajara tiene mucho consumo en arte y cultura, y bueno, somos un pedacito chiquito que está dedicado a las artes plásticas”.Se alegra de reconocer que “contamos con un gran equipo de comunicación y redes sociales en el que si los jóvenes no estuvieran involucrados, sería complicado. Una persona a mi edad no tiene un TikTok, pero gracias a los prestadores de servicio social que llegan, nos han ayudado a conectar con las nuevas generaciones. Yo misma empecé como prestadora de servicio en la universidad en 1983, y sé lo importante que es tener esa sangre fresca”. Arteaga también mencionó algunas de las anécdotas ocurridas durante sus 11 años al frente del MUSA. Una de las más recientes está relacionada con la exposición “Yo he sufrido más que Cristo”, del artista Manuel González Serrano.“Recuerdo que dejaron una carta en la recepción que decía: ‘Señora directora, favor de quitarle ese nombre a la exposición porque yo he sufrido más que Cristo’. Para esta persona, era ofensivo que la muestra llevara ese título, cuando en realidad se basaba en una investigación exhaustiva sobre el artista. González Serrano le regaló una obra a uno de sus amigos y escribió en el óleo: ‘Para que veas como yo he sufrido más que Cristo’, y de ahí se tomó el nombre para la exposición. Sin embargo, estas reacciones también forman parte del trabajo en un museo, donde es normal generar controversia y debate”.A pesar de los desafíos, el MUSA está consolidado como un espacio que atrae a una audiencia diversa, incluyendo jóvenes interesados en el muralismo, estudiantes de arte y visitantes internacionales.Los murales de José Clemente Orozco, pintados entre 1935 y 1937, siguen siendo uno de los principales atractivos del museo, pero el MUSA también ha sabido renovarse con exposiciones contemporáneas y colaboraciones internacionales que permiten traer a artistas de renombre. (Fuente: MUSA, contabilizadas durante la última década). El MUSA está realizando otras actividades en la antesala de su aniversario.Por ejemplo, desde el 23 y hasta el 29 de septiembre, se lleva a cabo la última semana del Programa Artista en Residencia, donde artistas crean obras que serán parte de una nueva exposición a inaugurarse el 3 de octubre bajo el nombre “Tomar los muros”, mientras que el 18 de octubre se presentará el catálogo “Yo he sufrido más que Cristo” de Manuel González Serrano.Entre las exposiciones vigentes también se encuentran “Los secretos del color”, que revela el valor histórico de las obras y se puede visitar hasta el 5 de enero de 2025. Además se lanzará una renovada página web. Para conmemorar los 30 años del MUSA, el 10 de octubre están programadas diversas actividades y exposiciones que invitan al público a disfrutar de la riqueza cultural que el recinto ofrece.Uno de los eventos más destacados es la exposición “Revelaciones. Colección MUSA”, que reúne obras que han sido incorporadas recientemente al acervo del museo, muchas de las cuales se exhiben por primera vez.El programa del 10 de octubre incluye un recorrido guiado por la exposición a las 18:00 horas, seguido de la presentación del segundo volumen del Catálogo de la Colección del Museo, documentado por Fernanda Matos Moctezuma a las 19:00 horas.Para cerrar la jornada, se proyectará un videomapping en la fachada del MUSA, el cual mostrará la historia tanto de la Universidad de Guadalajara como del museo.Adicionalmente, el 26 de octubre se llevará a cabo un recorrido en Lengua de Señas Mexicana (LSM), asegurando que las actividades sean inclusivas para todos los asistentes. CT
