Cultura

Mónica Dower reflexiona sobre la imagen en movimiento

La artista plástica expone en la Ciudad de México una serie de obras motivadas a partir de secuencias de cine y video

CIUDAD DE MÉXICO (16/MAR/2011).- Una serie de obras motivadas a partir de secuencias de cine y video, vasto universo de imágenes congeladas de las que saca y reproduce lo que le interesa, es lo que expone la artista plástica Mónica Dower en "Pintando la imagen en movimiento".  

Para esta muestra, que será inaugurada el próximo 31 de marzo en Ginocchio Galería, en la colonia Polanco de esta ciudad, la artista a la que se conoce por elaborar largas series para profundizar en un tema, utiliza como técnicas acuarela sobre papel y acrílicos sobre tela.  

En esta serie, más que la trama de los videos le interesan los cruces posibles con su intención pictórica. En los cuadros, ella aparece como espectadora u otros públicos, para distinguir las dos dimensiones que siempre aparecen yuxtapuestas en los cuadros.  

Es decir, la de los videos pintados (una representación de otra) y la de los modelos reales 'una reproducción tradicional de la realidad'.  

Por ello, si se considera que la traducción de una imagen tecnológica (el cine) a otra pictórica es ya una distorsión, pude decirse que Dower maneja diferentes tipos de ésta, según el diálogo que sostenga con cada imagen, lo que motivaría la posibilidad de creación.  

La exposición "Pintando la imagen en movimiento", de Mónica Dower, podrá admirarse a partir del 31 de marzo próximo y hasta el 30 de abril siguiente, en Ginocchio Galería de esta ciudad, como parte de la feria Zonamaco México.  

Mónica Dower nació en 1966 en Southampton, Inglaterra, y estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, y residió en París, donde estudió Historia del arte en la Sorbona y asistió al taller de acuarela y arte oriental de Luis Ansa.  

En 1995 ganó la beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de Jóvenes Creadores. Ha realizado 12 exposiciones individuales, de las que sobresalen "Les imaginaires", en París, y "La vie en rose", en la Galería Nina Menocal. 

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