Cultura
Los grabados más bellos del artista Rembrandt en México
Una exhibición con los grabados de Rembrandt se encuentra en el Centro Cultural Olimpo de la ciudad de Mérida
CIUDAD DE MÉXICO (19/AGO/2013).- El pasado 21 de julio se inauguró una exhibición en el Centro Cultural Olimpo de la ciudad de Mérida con los grabados más bellos que realizó
Rembrandt; la importancia de estas obras radica en que cambiaron para siempre la Historia del arte.
La técnica de grabado surgió con la imprenta y en sus orígenes era considerada de poca importancia pues se utilizaba para ilustrar libros y producir imágenes para distribuir en masa.
Sin embargo, con la incursión de Rembrandt como grabador, esto cambió. De hecho, aun cuando se le asocia con sus famosos cuadros “La Ronda de Noche” y “La Lección de Anatomía del Doctor Tulp”, su fama se debe más a su obra como grabador que como pintor.
Un dato curioso es que una misma obra podía tener varias versiones, ya que el artista fue modificando las planchas y comercializando las estampas impresas cada vez. Incluso tras la muerte de Rembrandt, los dueños de las planchas siguieron imprimiendo estampas, sin importar que estuvieran deterioradas.
1) “El descendimiento”, 1633. Es uno de los grabados más complejos de Rembrandt en cuanto a la iluminación.
2) “José y la mujer de Putifar”, 1634. Es la historia de la esposa del egipcio Putifar, quien intentó seducir a José, su esclavo.
3) “Jesús expulsa a los mercaderes del templo”, 1635.
4) “El regreso del hijo pródigo”, 1636. Se inspira en una parábola bíblica de Lucas, cuando un padre perdona a su hijo, quien se arrepiente por su mala conducta.
5) “José contando su sueño”, 1638.
6) “Cristo y los ladrones”, 1641. Muestra la crucifixión de Jesús junto a los ladrones que fueron condenados con él.
7) “Desnudo masculino sentado en tierra con pierna recogida”, 1646.
8) “La virgen con el niño, gato y serpiente”, 1654. Es muy similar a una estampa de Mantegna, quien fue una de los artistas que inspiró el estilo de Rembrandt.
9) “La negra acostada”, 1658. Contrario al título, no es una mujer negra; Eugène Delacroix se inspiró en esta obra para crear su estampa “Estudio de mujer vista de espaldas”.
10) “El sermón de la montaña”. Se le conoce como “La estampa de los cien florines” porque un coleccionista compró el grabado a ese precio; se le considera la obra maestra de Rembrandt como grabador.
La técnica de grabado surgió con la imprenta y en sus orígenes era considerada de poca importancia pues se utilizaba para ilustrar libros y producir imágenes para distribuir en masa.
Sin embargo, con la incursión de Rembrandt como grabador, esto cambió. De hecho, aun cuando se le asocia con sus famosos cuadros “La Ronda de Noche” y “La Lección de Anatomía del Doctor Tulp”, su fama se debe más a su obra como grabador que como pintor.
Un dato curioso es que una misma obra podía tener varias versiones, ya que el artista fue modificando las planchas y comercializando las estampas impresas cada vez. Incluso tras la muerte de Rembrandt, los dueños de las planchas siguieron imprimiendo estampas, sin importar que estuvieran deterioradas.
1) “El descendimiento”, 1633. Es uno de los grabados más complejos de Rembrandt en cuanto a la iluminación.
2) “José y la mujer de Putifar”, 1634. Es la historia de la esposa del egipcio Putifar, quien intentó seducir a José, su esclavo.
3) “Jesús expulsa a los mercaderes del templo”, 1635.
4) “El regreso del hijo pródigo”, 1636. Se inspira en una parábola bíblica de Lucas, cuando un padre perdona a su hijo, quien se arrepiente por su mala conducta.
5) “José contando su sueño”, 1638.
6) “Cristo y los ladrones”, 1641. Muestra la crucifixión de Jesús junto a los ladrones que fueron condenados con él.
7) “Desnudo masculino sentado en tierra con pierna recogida”, 1646.
8) “La virgen con el niño, gato y serpiente”, 1654. Es muy similar a una estampa de Mantegna, quien fue una de los artistas que inspiró el estilo de Rembrandt.
9) “La negra acostada”, 1658. Contrario al título, no es una mujer negra; Eugène Delacroix se inspiró en esta obra para crear su estampa “Estudio de mujer vista de espaldas”.
10) “El sermón de la montaña”. Se le conoce como “La estampa de los cien florines” porque un coleccionista compró el grabado a ese precio; se le considera la obra maestra de Rembrandt como grabador.
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