Cultura
Los Cristeros y Los Bragados tienen segunda edición
José María Murià resalta que ambas novelas de J. Guadalupe de Anda fueron aplaudidas en su momento por Juan Rulfo y Alberto Moravia
J. Guadalupe de Anda, nacido en San Juan de los Lagos, urdió dos novelas sobre la rebelión cristera en Los Altos de Jalisco. Eran textos contrarios a los alzados, narraciones que hasta el momento marcan distancia con la mayor parte de las obras que se han escrito sobre el tema. Al no ser favorables a esa causa, las creaciones soportaron la indiferencia del mundo editorial público y privado.
La primera edición en la que Editorial Porrúa conjuntó las dos novelas de J. Guadalupe de Anda surgió en abril de 2011; sin embargo, tras la respuesta favorable de los lectores, se agotó. La segunda edición salió en marzo de 2013. Murià cuenta que se hicieron algunas correcciones y agregados al estudio introductorio. Según le informó Miguel Ángel Porrúa, el libro sigue vendiéndose. Eso le da satisfacción, pues con ello se abona a que los jaliscienses recuperen una pluma de mucho valor.
No es un libro anticristero, pero...
El historiador comenta que ambas son obras de calidad, pero que le gusta más la primera novela, Los Cristeros, que comparte un hilo conductor con Los Bragados, la segunda novela que contiene el libro. Con ese y otros argumentos logró convencer a la editorial para que publicara en un solo libro las novelas, ya que hay continuidad en las historias y en la participación de los personajes.
“Es un poco el mismo estilo, un tema sigue al otro, de manera que yo creo que vale la pena tomarlos en cuenta”.
Recuerda que leyó las novelas cuando era joven y le encantaron. Después, cuando era estudiante en la carrera en Historia, las utilizó para trabajos escolares. Uno de ellos lo llevó a la clase de Historia de la Revolución Mexicana en Jalisco, impartida por José Guadalupe Zuno. El escritor felicitó a Murià por el esfuerzo y se sorprendió de que un estudiante supiera de esos libros, casi desconocidos en ese tiempo. “En los años sesenta la única edición que había de Los Cristeros era la de 1941, y de Los Bragados, la de 1942”.
Aunque los escritos censuran “implícitamente la conducta de muchos rebeldes”, Murià considera que no se trata de un libro anticristero y tampoco es “un panegírico del cristerismo”, pues no echa porras a los cristeros ni arroja calificativos, sino que simplemente cuenta lo que ocurre. Un ejemplo, cuando narra el asalto al tren de La Barca, “aquello lo horroriza a uno”.
Ultraderecha organizada
Murià agrega que cuando emprendió la investigación de las novelas, descubrió que las ediciones de uno de los primeros responsables de su publicación en los años setenta, Juan Francisco González Rodríguez, entonces jefe del Departamento de Bellas Artes de Jalisco, se vendían con regularidad hasta que un día, sin mayores explicaciones, dejaron de publicarse.
“Ciertos grupos de ultraderecha o cristeros no les gustaba ese libro y lo que hacían era irlo comprando hasta que un buen día se hartaron, y él (González Rodríguez) optó por dejar las cosas en paz”.
Luego de una edición “muy rara” que hicieron en la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la que lanzaron ejemplares con otros títulos, las novelas Los Cristeros y Los Bragados fueron quedando en el olvido. El historiador se siente cómplice de ser responsable de “darles aire otra vez”. Cuenta que bregó durante varios años, “trabajo secundario pero con cariño”, hasta que logró su propósito.
Para él, la obra de J. Guadalupe de Anda se mantiene vigente porque “la literatura buena es actual siempre”, y porque no es sano el resucitar del cristerismo que existe en nuestro medio. “La novela pondera la situación”.
FRASE
"Ciertos grupos de ultraderecha o cristeros no les gustaba ese libro y lo que hacían era irlo comprando hasta que un buen día se hartaron "
José María Muriá, historiador
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