Cultura
Las postales de Zona Maco
La feria internacional de arte que se realiza en el DF es un universo en sí mismo, donde el mercado pone sus reglas
Una chica extranjera, alta y rubia, pasa por los pasillos con un carrito de bebidas alcohólicas que están a la venta. El glamour y la moda de últimas tendencias es parte esencial de los que aquí se dan cita. Es evidente que en el negocio del arte la imagen importa. Y mucho. En Zona Maco el éxito se mide en ventas. Y si bien hay curadurías generales y específicas para elegir a las galerías que están presentes, no hay tal cosa como un discurso temático que unifique la obra expuesta, a diferencia de lo que sucede con un guion museográfico, por ejemplo. Por ello, a continuación se presentan algunas postales de la feria de arte contemporáneo más importante de México.
Arte político
Son estampas de billetes de distintas denominaciones hechas con sangre deshidratada de vaca. La obra es de Cristina Piffer, una argentina que forma parte de los 22 artistas de la sección Zona Maco Sur, la cual engloba a creadores que trabajan fuera de los centros económicos, políticos y culturales, o bien, que tienen una posición explícita de resistencia. “Son billetes ensangrentados, el símbolo es universal”, explica Ignacio Liprandi, dueño de la galería del mismo nombre que representa a Piffer. “El trabajo de Cristina tiene que ver con la manera en que la violencia se aplica al cuerpos, no sólo individuales sino al cuerpo social. Por eso los materiales que ella utiliza tienen que ver con el cuerpo: carnes, sangre y grasas de animales”. Cada estampa cuesta 4 mil 300 dólares.
Arte experimental
Jardines del Edén es parte del proyecto Paraísos Artificiales de la artista Teresa Serrano. Se trata de cuatro estructuras de madera completamente cubiertas por vegetación artificial, dispuestas de tal manera que forman dos cubos en los que el espectador puede ingresar y tomar asiento. Cuando lo hace, su figura se ve reflejada en el espejo que tiene en frente. Pero unos segundos después, aparece superpuesta la imagen de un hombre desnudo, sentado en la misma posición. En el otro cubo la imagen es la de una mujer. “Teresa explora con esta pieza la obsesión por el hedonismo, el narcicismo y y el voyerismo” explica la representante de la galería EDS, “este jardín idílico que habla de la belleza idealizada es también una exploracion de los limites de la escultura. Son esculturas interactivas en su version masculina y femenina”. La obra cuesta 45 mil dolares.
Arte del absurdo
La pieza es un metro cubico de aire. En la ficha tecnica de 1m3 se lee: espacio, 100 x 100 x 100 cm. Edicion ilimitada. Si alguien compra esta obra del artista frances Steven Guermeur, que tiene un costo de 450 dolares, se lleva a casa una hoja de papel en la que se explica, en inglés, lo siguiente: “un metro cúbico de espacio reservado para los coleccionistas que no compran nuevas piezas de arte porque ya no tienen espacio para colocarlas”. Hasta abajo viene el nombre del artista y su firma.
Arte incomprensible
Un gancho de fierro, de esos que se utilizan nomalmente para colgar la ropa, pende del techo. En cada uno de sus lados hay un huevo estrellado, que según explicó la encargada de la galería inglesa Sadie Coles, fueron cocinados un dia antes. El que sí es fresco del día, es el pollo entero y crudo que cuelga de un alambre colocado en la parte central. La autora es Sarah Lucas, y como no pudo venir a Zona Maco, dio las indicaciones correspondientes para que su pieza Sin titulo fuera correctamente instalada. Según explico la galera, Sarah Lucas pertenece a una generacion de artistas jóvenes ingleses enfocados en un arte duro e impactante. Dijo también que el trabajo de Lucas está muy relacionado con el sexo, el machiso y el feminismo. Los costos de su obra van desde los 20 mil hasta los 200 mil dólares. “Es una artista cotizada”, dice la galera.
EL DATO
95 Galerías internacionales participan en la edición 2012
Síguenos en