Cultura
La vida abúlica de Cárcamo
El tiempo de la historia se vale de anacronías para ocultar la relación entre cada uno de los personajes y contar con ese vínculo como clímax
GUADALAJARA, JALISCO (16/JUN/2012).- Historias sin orden ni vínculo aparente. Personajes humanos y animales conviviendo en un mismo espacio mórbido que los acerca a la muerte. Ésa es la primera impresión que se obtiene de Suicidios mínimos, guión dramático escrito por Alfonso Cárcamo e interpretado en Larva este viernes durante una lectura dramatizada dentro de la Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea.
La primera escena es protagonizada por un gato dotado por características humanas gracias a una prosopopeya bien lograda por parte del dramaturgo capitalino. Posando sobre el cuerpo sin vida de una mujer, el gato reflexiona sobre el sentido de la vida. "Todos vamos a morir", sentencia mientras busca que alguien lo alimente.
Cambio de escenario. Un pichón se detiene en medio de la carretera. Espera que un Ford circulando a alta velocidad acabe con su vida, pero el instinto de supervivencia lo traiciona; en el momento del encuentro sus alas lo llevan a un lugar seguro. Se queja de su forma de sobrevivir, de los demás, se queja de todo. No halla sentido a los días, mas su suicidio fue un fracaso.
Más personajes entran a escena. Yolanda se encuentra en casa con Gabriel, quien la golpea. Una cucaracha superviviente que habita bajo el mismo techo narra su historia. Se conocieron de forma azarosa, a causa de una mordida de perro. Él pertenece a una banda de "hommies" que dedican su tiempo a la delincuencia. Lo que pudo ser una historia de amor entre Yolanda y Gabriel culmina en suicidio.
Con frases como "La vida es lenta", "esto no es vida" que manifiesta un perro muy consciente de su instinto, llamado Firpo; "Quiero que me encuentre y que me mate", como deseo de una cucaracha; "Morir así nomás, sin dar batalla", queja de un pichón malagradecido con los que lo alimentan en el parque; "Afuera todo es horas extras", de un gato dedicado al ocio y la supervivencia. Frases que definen el sentido de la pieza dramática.
El tiempo de la historia se vale de anacronías para ocultar la relación entre cada uno de los personajes y contar con ese vínculo como clímax. Además, el otorgarle sentido crítico a los personajes bestiales, que se caracterizan por el confinamiento instintivo, ofrece ironía a la obra en la que la abulia conlleva al suicidio.
El autor, Alfonso Cárcamo, ha presentado sus obras en diversos festivales de México y ha participado en diversas conferencias dentro de la Décima Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea, que inició el 11 de junio y concluirá este sábado con la presentación de la obra ganadora de Dramaturgia Express y otras lecturas dramatizadas a partir de las 16:30 horas en el Laboratorio de Arte y Variedades (LARVA).
EL INFORMADOR / RUBÉN GIL
La primera escena es protagonizada por un gato dotado por características humanas gracias a una prosopopeya bien lograda por parte del dramaturgo capitalino. Posando sobre el cuerpo sin vida de una mujer, el gato reflexiona sobre el sentido de la vida. "Todos vamos a morir", sentencia mientras busca que alguien lo alimente.
Cambio de escenario. Un pichón se detiene en medio de la carretera. Espera que un Ford circulando a alta velocidad acabe con su vida, pero el instinto de supervivencia lo traiciona; en el momento del encuentro sus alas lo llevan a un lugar seguro. Se queja de su forma de sobrevivir, de los demás, se queja de todo. No halla sentido a los días, mas su suicidio fue un fracaso.
Más personajes entran a escena. Yolanda se encuentra en casa con Gabriel, quien la golpea. Una cucaracha superviviente que habita bajo el mismo techo narra su historia. Se conocieron de forma azarosa, a causa de una mordida de perro. Él pertenece a una banda de "hommies" que dedican su tiempo a la delincuencia. Lo que pudo ser una historia de amor entre Yolanda y Gabriel culmina en suicidio.
Con frases como "La vida es lenta", "esto no es vida" que manifiesta un perro muy consciente de su instinto, llamado Firpo; "Quiero que me encuentre y que me mate", como deseo de una cucaracha; "Morir así nomás, sin dar batalla", queja de un pichón malagradecido con los que lo alimentan en el parque; "Afuera todo es horas extras", de un gato dedicado al ocio y la supervivencia. Frases que definen el sentido de la pieza dramática.
El tiempo de la historia se vale de anacronías para ocultar la relación entre cada uno de los personajes y contar con ese vínculo como clímax. Además, el otorgarle sentido crítico a los personajes bestiales, que se caracterizan por el confinamiento instintivo, ofrece ironía a la obra en la que la abulia conlleva al suicidio.
El autor, Alfonso Cárcamo, ha presentado sus obras en diversos festivales de México y ha participado en diversas conferencias dentro de la Décima Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea, que inició el 11 de junio y concluirá este sábado con la presentación de la obra ganadora de Dramaturgia Express y otras lecturas dramatizadas a partir de las 16:30 horas en el Laboratorio de Arte y Variedades (LARVA).
EL INFORMADOR / RUBÉN GIL
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