Cultura

Inauguran la exposición Yo no entré a la Revolución para hacerme hacendado

La galería permanecerá un mes en exposición

CIUDAD DE MÉXICO.- Con la inauguración de la exposición itinerante "Yo no entré a la Revolución para hacerme hacendado. Zapata 90 años", hoy fueron recordadas nueve décadas del asesinato del caudillo que luchó por un reparto agrario justo, en la explanada del Museo Nacional de la Revolución.  

La muestra, que permanecerá un mes en el recinto ubicado en el Monumento a la Revolución para luego continuar su periplo en el Cuartel Zapatista en Milpa Alta, fue montada para recordar los 90 años de la traición al líder revolucionario en la Hacienda de Chinameca, en el estado de Morelos.  

A lo largo de la exposición se hace referencia a la vida y obra del campesino Emiliano Zapata Salazar, con el fin de mantener vivos los ideales por lo que luchó. El curador de la galería al aire libre, Mario Pérez, explicó que se colocó en la vía pública para que todo mundo la pueda mirar.  

El título, recordó Pérez, se tomó de la frase que Zapata incluyó en su amplia y sensata respuesta que dio a Francisco I. Madero, cuando éste le pidió deponer las armas a favor del movimiento maderista a cambio de una rica hacienda, a lo que "él le respondió con las razones reales que lo llevaron a la Revolución".  

La propuesta central es la autenticidad del ideario político y social de Emiliano Zapata, pues "mientras Madero buscaba la democracia social y Carranza otros intereses económicos y políticos, Zapata sólo quería que el reparto agrario fuera una realidad, para beneficio de los campesinos del país", refirió.  

"Yo no entré a la Revolución para hacerme hacendado. Zapata 90 años" muestra, de manera gráfica y textual, en una museografía diseñada a manera de recorrido histórico entendible para todo público, la particularidad de la lucha zapatista, cimentada en el reparto de las tierras a los campesinos.  

Seis mamparas de mediano formato reseñan la exposición en un espacio no mayor a nueve metros cuadrados. En su anverso y reverso ilustran al público el paso de Zapata por el mundo, cimentado en su eterno deseo de que los frutos de la tierra fueran sólo para quienes la trabajaran.  

La muestra se divide en "La paz porfiriana", "La anunciación del caudillo", "La semilla de la insurrección", "El estallido de la Revolución", "Zapata el revolucionario", "El revolucionario que no quiso ser hacendado", "El Plan de Ayala", "El pueblo habla", "La persistente insurgencia campesina" y "Zapata vive".  

Con textos, información e imágenes provenientes de los archivos del Fondo Casasola, Fondo de Cultura Económica ( FCE), Archivo General de la Nación (AGN), Fototeca Nacional y la Hemeroteca Nacional, entre otros, fue armada la muestra, suerte de colosal monografía.  

A la inauguración asistieron los descendientes del caudillo Tomás, Beatriz y Agustín Zapata, así como empleados y funcionarios del Museo de la Revolución.  

Estuvo presente además un grupo de público que aprovechó estos días de asueto para visitar el recinto y se encontró con esta exposición que mantiene viva la memoria del general Zapata. 
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