Cultura
Impresiona Biblioteca Antigua por lo conservado que están sus libros
La mayoría de los volúmenes de esta colección se encuentran escritos en latín
TOLUCA, EDO. MÉXICO.- De las cuatro colecciones de libros que resguarda el Fondo Reservado de la Biblioteca Pública Central Estatal, la Biblioteca Antigua es la que más impresiona precisamente por lo antiguo de sus libros, lo bien conservados que están y la diversidad de temas que tratan.
Aunque la mayoría de los volúmenes de esta colección se encuentran escritos en latín, es posible hallar algunos en español. Dicha biblioteca pertenece al Instituto Mexiquense de Cultura ( IMC).
Para el que sabe lenguas clásicas, es un deleite entrar al Fondo Reservado. Sin embargo, todo aquel amante de los libros encontrará en este recinto motivos para su satisfacción intelectual.
Ya sea por la encuadernación en piel, ya por los tipos de fuentes que de inmediato evocan las primeras imprentas y los tipos móviles o, simplemente, por el papel grueso, casi madera, que sin querer, traen a cuenta a los copistas de los siglos de la Edad Media.
Entrar a este lugar y ver los libros es un placer para los investigadores y estudiosos.
Precisamente, esta colección se construye de los acervos de varios conventos del Estado de México, y sobre todo del valle de Toluca, como el antiguo y hoy desaparecido Convento de San Francisco, que se ubicó en el centro de esta capital.
También figura el Museo Virreinal de Zinacantepec, por lo que la materia que tratan es diversa, pero se limita a ramas del conocimiento eclesiástico: teología, filosofía, historia y retórica, entre otras.
Destaca, en esta colección, una vasta serie de biblias que incluyen cinco tomos de un biblia políglota, de la cual se desconoce su fecha exacta de publicación, pero que data del siglo XVI.
Por lo demás, biblia pequeñas y gorditas, altas y medianas, flacas, conservadas, maltratadas e incompletas se pueden observar en este Fondo Reservado.
Otra de las colecciones es la llamada Estado de México, y la cual se compone de archivos completos de informes de gobierno, informes y actas de legislaturas del siglo XIX y una cantidad enorme de documentos que guardan la historia gubernamental de esta entidad.
Las otras dos colecciones fueron donadas por dos personas importantes para el Estado de México, y por ello llevan su nombre. La primera es la colección Salvador Sánchez Colín.
En ella se incluyen los informes de gobierno de su período gubernamental, así como otras actas, documentos y libros que atienden a la historia del estado de México y sus personajes.
La colección Gonzalo Pérez Gómez fue donada por este bibliófilo mexiquense y en ella se localizan cientos de libros, revistas, periódicos y documentos varios. En conjunto, las cuatro colecciones del Fondo Reservado incluyen un acervo de alrededor de 63 mil libros de diferentes épocas.
El Fondo Reservado se localiza en el edificio de la Biblioteca Pública Central Estatal, en el conjunto del Centro Cultural Mexiquense y está abierto a todos los investigadores y estudiosos de la historia del Estado de México, principalmente.
Aunque la mayoría de los volúmenes de esta colección se encuentran escritos en latín, es posible hallar algunos en español. Dicha biblioteca pertenece al Instituto Mexiquense de Cultura ( IMC).
Para el que sabe lenguas clásicas, es un deleite entrar al Fondo Reservado. Sin embargo, todo aquel amante de los libros encontrará en este recinto motivos para su satisfacción intelectual.
Ya sea por la encuadernación en piel, ya por los tipos de fuentes que de inmediato evocan las primeras imprentas y los tipos móviles o, simplemente, por el papel grueso, casi madera, que sin querer, traen a cuenta a los copistas de los siglos de la Edad Media.
Entrar a este lugar y ver los libros es un placer para los investigadores y estudiosos.
Precisamente, esta colección se construye de los acervos de varios conventos del Estado de México, y sobre todo del valle de Toluca, como el antiguo y hoy desaparecido Convento de San Francisco, que se ubicó en el centro de esta capital.
También figura el Museo Virreinal de Zinacantepec, por lo que la materia que tratan es diversa, pero se limita a ramas del conocimiento eclesiástico: teología, filosofía, historia y retórica, entre otras.
Destaca, en esta colección, una vasta serie de biblias que incluyen cinco tomos de un biblia políglota, de la cual se desconoce su fecha exacta de publicación, pero que data del siglo XVI.
Por lo demás, biblia pequeñas y gorditas, altas y medianas, flacas, conservadas, maltratadas e incompletas se pueden observar en este Fondo Reservado.
Otra de las colecciones es la llamada Estado de México, y la cual se compone de archivos completos de informes de gobierno, informes y actas de legislaturas del siglo XIX y una cantidad enorme de documentos que guardan la historia gubernamental de esta entidad.
Las otras dos colecciones fueron donadas por dos personas importantes para el Estado de México, y por ello llevan su nombre. La primera es la colección Salvador Sánchez Colín.
En ella se incluyen los informes de gobierno de su período gubernamental, así como otras actas, documentos y libros que atienden a la historia del estado de México y sus personajes.
La colección Gonzalo Pérez Gómez fue donada por este bibliófilo mexiquense y en ella se localizan cientos de libros, revistas, periódicos y documentos varios. En conjunto, las cuatro colecciones del Fondo Reservado incluyen un acervo de alrededor de 63 mil libros de diferentes épocas.
El Fondo Reservado se localiza en el edificio de la Biblioteca Pública Central Estatal, en el conjunto del Centro Cultural Mexiquense y está abierto a todos los investigadores y estudiosos de la historia del Estado de México, principalmente.
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