Cultura

Hay una gran creatividad teatral, falta público: Juan Villoro

‘De qué sirve que haya una nueva generación de dramaturgos, actores o directores, si no tenemos un público que los sostenga’ dice Villoro

CIUDAD DE MÉXICO (30/JUL/2011).- Para el escritor mexicano, premio periodismo "Rey de España" 2010 en la categoría "Galardón Iberoamericano", Juan Villoro, existe en la actualidad una gran creatividad en el ámbito teatral, que es mal aprovechada por la falta de público, que no defiende las obras.

"Los proyectos están puestos, hay una gran creatividad, es ahí donde tenemos que trabajar. De qué sirve que haya una nueva generación de dramaturgos, actores o directores, si no tenemos un público que los sostenga", dijo entrevistado anoche.

El autor de novelas como 'El testigo' sostuvo que más allá de los subsidios, en el teatro se debe pasar de la cultura sugestionada a otra de hechos reales. "En Argentina esa fue la solución para destacar el desarrollo del teatro", mencionó.

De manera metafórica, el hijo del filósofo Luis Villoro tomó como punto de partida el arte teatral para realizar una comparación en materia literaria.

"En el teatro, el infierno es la falta de público. En cambio, su paraíso es la creatividad. Sucede lo mismo con la literatura. Su ‘lado B’ es la falta de lectores y su ‘lado A’ son las voces independientes, críticas, ricas", aseguró.

Villoro dejó en claro que el arte en general no se define por tendencias comerciales, más bien por la creatividad personal del artista. "Todo depende del hambre que tengas de triunfar. O te dedicas a esto porque te gusta o no te dedicas".

Juan Villoro y los maestros de teatro, Rosamartha Sosa y José Alfredo Ramírez, acompañados de los actores y el público, develaron una placa conmemorativa por las cien representaciones de la obra "Nosotros le llamamos", de los directores Enrique Aguilar y Jonathan Caudillo.

En el foro del Centro Cultural de la Diversidad, Villoro calificó a la puesta en escena como el infierno y el cielo del teatro, es decir los obstáculos y los gozos que un actor tiene que combinar para llegar a representar su papel.

"Tiene que ver con que no vemos todo lo que realmente costó llegar a esas escenas, el público sólo ve un lado. En esta obra percibimos cómo se va realizando a partir de los obstáculos y los problemas reales. Es una metáfora de lo que tenemos en cualquier otra carrera: llegamos al paraíso después del infierno", señaló.

Por su parte, José Alfredo Ramírez, coautor de la obra junto a Jonathan Caudillo, indicó que lo que plasma 'Nosotros le llamamos" es un tema que compete no sólo a los actores, sino a todos los seres humanos.

Con representaciones a lo largo de toda la puesta en escena de Goethe, Shakespeare, Calderón de la Barca, Louis Jouvet o John Fowles, entre otros, los cuatro personajes (Guillermo, José Alfredo, Flor y Agustín) retratan el duro camino que representa ejercer una profesión en la que 'a unos llaman y a otros no".

"Nosotros le llamamos" fue montada por primera vez en 2005; dos años después se estrenó de manera oficial. Anoche se cumplió un ciclo importante que permite a la compañía de teatro Laberinto valorar de todo lo que ha sido capaz durante este primer centenar.  
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