Cultura

Hay que despertar: Cadenas

Dice venezolano que la poesía debe leerse sin apuros

GUADALAJARA, JALISCO.- El ganador del Premio FIL de Literatura 2009, Rafael Cadenas, cree que la democracia siempre está amenazada, por ello “es necesario quitarse lo bobo”, expresión cubana que refiere un despertar, no sólo en política, sino en sentido más amplio.

En el marco de las actividades de la XXIII Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara 2009, en la que por primera vez tiene el honor de recibir una ciudad, la cuidad de Los Ángeles, California; tuvo el honor también de contar con la participación del poeta venezolano.

Luego de una extensa lectura de sus poemas, Cadenas aseguró que “la poseía está hecha para ser leída en casa, sin apuros, pero esta es otra modalidad bastante reciente”, ya que “uno se queda con un verso, o dos, y se pierde el resto”.

A Rafael Cadenas, tanto en su poesía como en su vida personal, le importa mucho la cuestión de la veracidad, ya que “las palabras importan mucho”, pues pueden cambiar todo un sentido.

Al realizar la lectura de su poema “Entrevista”, en el que hace referencia a un viejo poeta que llegó a la gran incertidumbre, comentó que, al leerse entre líneas, surge la pregunta “¿el arte es ofrenda o vanidad?”.

En el Salón de la Poesía, en Expo Guadalajara, con un amplio auditorio, leyó también piezas tales como “Una antigua institución”, “Rúbens”; “Entre amigos” (escrito hace 15 años), “Se necesitan tres” (un 'plagio', dijo, de un poema de Alan Wats); “Los de al lado”, “La voz”, “Chocolate y panecillo”, “Cuánto teatro”, “Disyuntiva” cuyo texto trae consigo un epígrafe: “La naturaleza de la poseía es innintencionada”, entre muchos otros màs.

La lecura de un poema en especial, lo hizo recordar a la Isla de Trinidad, mismo que da la idea de la isla que se encuentra muy cerca de Venezuela: “tanto que uno se puede ir nadando”, en el que dice:

“Días torturados en días de ebriedad… me prolongo por veredas sangrantes… surge como un enamoramiento… aquì soy, sin pensar… en esta playa no me pregunto quién soy… rostros sumergidos aparecen en las paredes del cuarto… lentitud sagrada… nos anegó la indolencia… entregamos las armas… no pienso, se olvida aquí… es margínfico”.

Para Cadenas, los poetas pueden ser irónicos, pues los de hoy son distintos en comparación a los antecesores, “ahora se enfrentan con el viejo recomenzar de una hoja en blanco”, finalizó.

EL INFORMADOR/ Perla Ramírez

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