Cultura
Grimorios contemporáneos, entre hechicerías y risas
Mario Garibay promueve una forma poética para establecer conversaciones espirituales
No se trata de maldiciones ni rituales de la magia negra, sino una adaptación contemporánea y cómica de aquellos versos que —pronunciados en voz alta— servían para atraer energías, contactar espíritus o conseguir algo fuera de nuestro alcance y voluntad.
Garibay, especialista en lingüística, además de músico y teatrista, regresa a la cartelera tapatía con este espectáculo que lejos de atemorizar tiene la intención de poner sobre la mesa temáticas políticas, sociales, culturales y hasta románticas, a través de textos que en su momento fueron condenados y perseguidos por la inquisición.
Impulsada por la promotora cultural Casa Sauce, Mario Garibay subirá al escenario para exponer los grimorios medievales desde una perspectiva lúdica y relajada en comparación de la intención oscura y mística que las llamadas brujas y alquimistas ejercían antiguamente.
“Los grimorios pueden sonar complejos, pero son cercanos a la gente. Tiene que ver con conjuros o hechizos para conseguir algo, mover los espíritus, energías del cosmos o de la naturaleza. El tipo de textos son poéticos”.
Si bien los grimorios se relacionan también con un recital escalofriante, Garibay advierte que su presentación no recurre al oscurantismo, pero sí al sarcasmo, la música, teatralización y cantos que permiten al espectador entender estos versos bajo una mirada moderna y adecuados a temas de interés común como el amor y el estudio, por ejemplo.
“Cada texto tiene una intención. Hay uno que se llama ‘Para hablar con los ángeles’ y explica qué hay que hacer para hablar con esos seres, pero con un tono amoroso. Hay otros que hablan sobre el procedimiento para comprobar la existencia del alma. También abordo algunas cuestiones esotéricas, políticas, domésticas, pero con un discurso lúdico, cómico y sarcástico”.
Sobre el escenario
Hace una década, "Grimorio Weizenflussiano" se formuló en la mente de Mario Garibay, debido a su gusto e interés por las lecturas medievales y populares. A principios de 2005, el artista llevó su espectáculo a distintas escuelas de la UdeG, así como presentaciones sobre el camellón Chapultepec, el Teatro Guadalajara del IMSS y la Casa de Cultura de Lagos de Moreno.
Actualmente son 18 los textos base que integran el acto, además de la musicalización que Garibay compuso especialmente para la obra, en donde además de cantar e interpretar los versos, también ejecuta el acordeón en ritmos que recuerdan la música celta, jazz, cantos gregorianos y uno que otro vals.
“La intención es acercar este tipo de textos que refieren a una práctica social que existió y en algunos lugares aún están presentes con brujería”.
Garibay pretende expandir este acto hasta su límite con presentaciones en la Rambla Cataluña, y revela que conforme avancen las funciones, la idea de publicar un libro y un disco serán una realidad.
TOMA NOTA
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“Grimorio Weizenflussiano” se presenta todos los viernes de septiembre a las 20:00 horas, en el Foro Denker, ubicado en calle Donato Guerra 226. La cuota de recuperación es de 40 pesos.
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