Cultura

Fernando Vallejo, enamorado de la música mexicana

El autor de ''La virgen de los sicarios'' confiesa que la música mexicana lo ha enamorado

-Fernando Vallejo gana el Premio FIL en Lenguas Romances 2011
-La humanidad está en un mismo barco naufragando: Fernando Vallejo
CIUDAD DE MÉXICO (30/AGO/2011).-
Para el escritor colombiano-mexicano Fernando Vallejo, la música mexicana es un aspecto que le ha enamorado del país, en particular los temas de José Alfredo Jiménez, que le siguen llegando al alma.  

El ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2011, celebra la labor de un escritor cuyo ejercicio literario se percibe como un contundente modelo de pensamiento que contradice, cuestiona la realidad. Una práctica erigida sobre cimientos de libertad.  

Radicado en México desde 1971 y nacionalizado en 2007, Vallejo ha señalado que su país natal ha sido siempre escenario de sus novelas, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en un comunicado.  

A menudo, su escritura gira en torno a su único tema: Colombia, pero el autor no experimenta el apego de quien exalta la tierra perdida.  

A sus ojos, Colombia refracta una imagen alucinante colmada de irrealidad: Eso allá es un espejismo de "basuco" o sea de "crack". Los marcianos de ese país, hace mucho que dejaron la dimensión conocida.  

La literatura de Vallejo se muestra como una práctica emancipada en la que el autor ha ofrecido siempre una experiencia de sí mismo. Es en los dominios de la autobiografía que nos ha brindado una singular perspectiva de las cosas.  

En su serie "El río del tiempo", el género autobiográfico prevalece como vía para manifestarse con voz propia. El deliberado distanciamiento con la figura del narrador supone una estrategia: 'Siempre he escrito en primera persona, con mi voz. Pero ya he hablado muchas veces de esto, de mi animadversión por el novelista omnisciente'.  

Pendencieros y criminales desfilan por algunos de sus libros, como pasa con 'La virgen de los sicarios'. La preferencia por esta clase de personajes parece vincularlo con célebres autores que por igual describieron su propia vida y poblaron su literatura con seres marginales.  

Como fue el caso del escritor francés Jean Genet, quien figura entre los favoritos de Vallejo y al que califica como un espléndido polígrafo.  

Vallejo abandonó Colombia en la década de 1960 para encaminarse a Italia y estudiar cine. Su estancia coincidió con el "boom" de intempestivos directores como Pier Paolo Pasolini o Carmelo Bene.  

Sin embargo, la experiencia en la disciplina no le marca lo suficiente: estudió Dirección de Cine en el Centro Experimental de Roma, pero hace mucho que me desilusionó eso que llamaban o que siguen llamando, el Séptimo Arte.  
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