Cultura

Encuentran piezas prehispánicas junto a Catedral Metropolitana

En los límites de las calles Seminario y Guatemala se localizaron cinco objetos empotrados al edificio del Templo Mayor

CIUDAD DE MÉXICO (28/MAR/2011).- Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) descubrieron cinco figuras de piedra que entre 1325 y 1521 d.C. pudieron haber estado empotradas al edificio del Templo Mayor de la antigua Tenochtitlan.

Las piezas se localizaron a un costado de la Catedral Metropolitana, donde se efectúan trabajos de excavación que supervisa el Programa de Arqueología Urbana (PAU) , donde se habilita el área para la construcción de un nuevo acceso a la zona arqueológica y del museo que alojará el monolito de Tlaltecuhtli, -deidad mexica de la tierra-.

El arqueólogo Raúl Barrera Rodríguez, responsable del PAU, que forma parte del Proyecto Templo Mayor, señaló que en los límites de las calles Seminario y Guatemala, se detectó una fosa de unos 12.20 metros por 7.70 metros, donde los mexicas presuntamente arrojaron gran cantidad de materiales, entre ellos los restos de esas esculturas.

Explicó que tres de las cinco esculturas son solo fragmentos, entre las que destaca un clavo arquitectónico en forma de cráneo, el más grande encontrado hasta ahora en las inmediaciones del recinto prehispánico, de 88 centímetros de largo por 40 de ancho.

Precisó que algunos edificios de esa cultura se decoraban con estos elementos de piedra que se empotraban para formar un diseño en los muros; la representación de la calavera se cubría con una capa de estuco y a ésta se aplicaba color.

Señaló que también destaca el fragmento de una escultura de grandes dimensiones (96 centímetros de longitud por 65 de ancho) , cuyo bajorrelieve permite observar secciones de una pierna que tiene la rodilla adornada con el mascarón de un monstruo terrestre, y la pantorrilla con plumas de águila, también porta un entramado en forma de equis con símbolos de chalchihuites (jades) . Esta iconografía apunta a la representación de una deidad de la tierra, probablemente Coatlicue.

Las demás esculturas son una cabeza de serpiente (46 centímetros de largo por 25 de alto) que estaba cortada y que mantiene buena parte de su pigmentación roja y ocre; una almena en forma de biznaga, de 50 centímetros de alto por 25 de grosor; así como el fragmento de una talla en piedra (38 x 35 centímetros y 28 de espesor) que debió ser bastante grande, en el que se aprecia un cuadrángulo enmarcado por una banda y el grabado de un elemento circular que representa al sol.

El hallazgo se dio al excavar el primer nivel de la fosa, donde se encontraron las cinco esculturas, restos de una cista o caja de piedra cuya ofrenda fue retirada por los propios tenochcas, además de dos troncos que se mantuvieron "in situ" debido a que se extienden aún más y de los que ya se tomaron muestras para definir la especie arbórea.

Barrera comentó que según la evidencia arqueológica, en el lugar donde se localizó la fosa, existió un piso -realizado entre 1486-1502 d.C.-, que fue demolido por los mexicas para cavar una fosa en la que depositaron elementos arquitectónicos, como esculturas, entre otros objetos, algunos de los cuales fueron intencionalmente semidestruidos antes de ser arrojados.

Agregó que "el hallazgo revela que esta acción tuvo un fin ritual, posiblemente sucedió en la última fase de ocupación mexica, entre 1502 y 1521, en un cambio de construcción del Templo Mayor, considerando que se trata de un área muy cercana a éste, el edificio más importante del recinto ceremonial" .

"Después de que la fosa fue rellenada con estas esculturas, piedras y tierra, los mexicas colocaron nuevamente capas de tezontle y cal-arena, que cubrieron con lajas, es decir, fue el piso de la última etapa de ocupación por la que caminaron los españoles a su llegada a México-Tenochtitlan" , explicó el titular del PAU.

Barrera indicó que aún no hay fecha para continuar la exploración de la fosa, debido a que aún continúa la excavación en Plaza Gamio -en un área que comprende 52 metros de largo por 22 de ancho-, que a corto plazo coincidirá con el predio de la Casa del Mayorazgo Nava Chávez (Las Ajaracas) , donde arqueólogos del INAH realizan estudios al área donde fue descubierta Tlaltecuhtli.
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