Cultura
El riesgo, punto de inflexión en la dramaturgia actual
Autores celebran encuentro en el Salón LARVA como parte de la XI Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea
El Encuentro con autores que se llevó a cabo a las 16:30 horas en el Salón LARVA como parte de la XI Semana Internacional de la Dramaturgia Contemporánea, estuvo nutrido por las reflexiones de los dramaturgos mexicanos Maribel Carrasco, Mario Cantú y Javier Malpica, quienes hablaron de su quehacer, los temas que les interesan y sus inquietudes al momento de lanzarse a crear una obra.
Maribel Carrasco contó que realiza teatro para niños y jóvenes desde hace más de 20 años. Dicha labor comenzó cuando recorría el país con un grupo llamado Teatro Mito. Al principio se aventuró de una manera intuitiva, pero poco a poco fue adentrándose en este universo y encontró que la barrera entre el teatro para adultos y para niños no existía.
Comentó que, con base en esa idea, no escribe para adultos o para niños, sino para un público en general. Los adultos son los responsables de llevar a los niños a los teatros, y ellos también forman parte del espectador al que va dirigido el mensaje del dramaturgo. Aceptó que cuando escribe es muy visual y parte de imágenes, lo que es un reto, porque le gusta mucho la palabra.
Carrasco afirmó que con la llegada de otros festivales, los dramaturgos se dieron cuenta que había otras posibilidades de hacer teatro y cuestionaron su quehacer. Consideró necesario que los creadores abandonen la comodidad y observen lo que se hace en otras partes del mundo, ya que eso puede nutrir su manera de trabajar.
Javier Malpica compartió que fue de esa gente que encontró una vocación tardía, pues se demoró más de 10 años en abandonar su carrera como físico por su verdadera vocación: la dramaturgia.
En su teatro, le gusta denunciar las situaciones que le provocan indignación. Actualmente, ha descubierto una nueva vertiente para hacer teatro en la que el director impone un reto al dramaturgo al pedirle una obra con la promesa de que habrá un montaje a partir de ese texto.
Dijo que la labor de cualquier artista es la de cuestionar lo que hace. "El verdadero arte se hace bajo riesgo". Al autor de Sueños de Pangea -obra que se presentó ayer en el Laboratorio de Artes Variedades-, le gusta leer otras ideas, sin importar que vengan de la novela, el teatro o el cuento. Prefiere experimentar con otras estructuras y se detiene en la confección de sus personajes.
Mario Cantú se harta de sí mismo y por eso tiene que estar haciendo cosas distintas en su dramaturgia. Cuando descubre que está adquiriendo una nueva fórmula para escribir, la desecha.
El dramaturgo oriundo de Monterrey, Nuevo León, señaló que en su obra Arrojados al mundo sin cobertor de lana, que se presentará en el LARVA el viernes 14 de junio a las 18:30 horas, dos personajes se sientan en una banca a hablar del clima. Platican de los temas vedados, ya sea porque no hay palabras o porque no se puede. Aseguró que la obra carece de una historia como tal, pero el reto fue no quitarle la teatralidad.
El creador subrayó que cuando escribe, conjunta dos elementos: un reto y algún tema que traiga en la cabeza como una necesidad, por ejemplo, la fragilidad del ser humano al verse abandonado en su departamento, únicamente con la compañía de una polilla.
EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
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