Cultura
El placer de correr de Alexandra Heminsley
Participará hoy en el Pabellón Cultural a las 12:00 horas
Para Alexandra, correr es una actividad que se sale de lo habitual en los deportes: “La manera en que nos enseñan los deportes en la escuela es que se trata de ganar. Nunca hay placer. En especial con las mujeres: cuando te acercas a los 20 años te venden el ejercicio como algo para estar delgada”.
Cuando Heminsley comenzó a correr, notó la diferencia entre correr por placer y ejercitarse por la presión social: “En lugar de pensar que debes ir al gimnasio, hacer yoga o spinning, con correr te das cuenta de que no se trata de cómo te ves, sino de todo lo que ves: al correr ves los atardeceres, conoces mejor el vecindario, reconoces a otros corredores... Correr se convirtió parte de mi vida: un espacio para meditar y un lapso para reflexionar”.
Correr es también una manera de conocer otros lugares: “Es el turismo más extremo: vas a Roma, a Berlín, y cierran todo para que corras. Tienes la mejor vista, cierran toda la ciudad, corres como un héroe. Una de las cosas es que hay cientos y cientos de personas echándote porras, y son extraños que ni te conocen pero creen en ti. Es una manera muy bonita de conocer una ciudad, si puedes entrenarte bien”.
Pero no todo son maratones; el deporte también une los lazos entre la familia: “Mi papá no es muy conversador. Estaba en el ejército, es muy callado y silencioso. Él corrió maratones cuando era joven.
Cuando yo empecé a correr fue una forma de comunicación: para él no es fácil decir ‘Te quiero’, pero sí es fácil decir ‘Sé que puedes correr un maratón’. Es su manera de decirme que me quiere y que cree en mí”.
De esto, el motor de la vida, es de lo que hablará la británica este mediodía.
Síguenos en