Cultura
El Museo del Periodismo y las Artes Gráficas inaugura dos salas
Cortaron el listón para inaugurar las salas Didáctica y El Despertador Americano
GUADALAJARA, JALISCO (11/AGO/2012).- "Un museo es mucho más que una colección de objetos. Es un espacio para aprender, para informarse, para reflexionar y disfrutar", dijo la directora del Museo del Periodismo y las Artes Gráficas (Mupag), María Inés Contreras, poco antes de cortar el listón para dar por inaugurada la nueva sala, que fue nombrada Didáctica.
Según explicó Contreras, ésta es resultado de un esfuerzo del equipo del Mupag de revisar los aspectos museológicos y museográficos del recinto, así como de definir la vocación de cada uno de sus espacios --el de periodismo y el de artes gráficas-- y reorganizar la colección existente.
Aprovechando su 18 aniversario, este sábado 11 de agosto el MUPAG inauguró formalmente su nuevo espacio y presentó el ajuste que se le hizo a la Sala 1, la cual lleva el nombre del primer periódico que se publicó en Guadalajara el 20 de diciembre de 1810: El Despertador Americano.
En la sala Didáctica, el visitante encontrará información sobre la historia de la comunicación visual gráfica, "del trazo en la arena a la imprenta tipográfica". Las láminas de trovicel narran brevemente, con texto e imágenes, los inicios de las pinturas rupestres, los petroglifos y los geoglifos.
Después se describe la aparición de la escritura y el alfabeto, entre ellos el fenicio, el hebreo, el griego clásico y el cirílico. Para ilustrar la información, unos cubos de madera muestran sus diferentes símbolos, cada uno en un color específico. Otra lámina explica que los precursores del libro fueron la arcilla en forma de ladrillo, los papiros y los pergaminos.
Hasta que Johannes Gutenberg inventó la imprenta, en 1450 en Alemania, y que según la línea cronológica que ahí se expone, a Guadalajara llegó más de 300 años después, en 1793. En un mueble se muestran también algunos tipos móviles de aleación tipográfica de plomo, antimonio y estaño.
"Esta sala reafirma nuestro compromiso de lograr que el público se lleve algo que no sabía al entrar a nuestros espacios" dijo la directora del MUPAG, "y que le permita comprender mejor lo que va a observar y leer en las otras salas del museo".
Además de añadir información sobre El Despertador Americano --como el hecho de que sólo se imprimieron siete números y que vieron la luz en el mismo predio en que ahora se encuentra el museo-- la Sala 1 incorporó nuevas máquinas. Entre ellas un cilindro de impresión, una máquina Router y una prensa de plano cilindro, las tres donaciones de EL INFORMADOR.
Estuvieron presentes en el edificio, también conocido como La Casa de los Perros, la secretaria de Cultura de Guadalajara, Myriam Vachez, así como el arqueólogo Joseph Mountjoy, quien fue el elegido para cortar el lazo inaugural.
También recorrió los espacios renovados el señor Emilio Torres Ramírez, mejor conocido como Don Lino, ya que desde 1947 trabajó como linotipista en esta casa editorial. Actualmente, Don Lino asiste al Mupag todos los jueves por las mañanas, para explicar a los interesados cómo funcionaban esas enormes máquinas que él conoce a la perfección, en las que antes se componían las notas periodísticas en placas de metal que después se llevaban a la imprenta.
EL INFORMADOR/ EUGENIA COPPEL
Según explicó Contreras, ésta es resultado de un esfuerzo del equipo del Mupag de revisar los aspectos museológicos y museográficos del recinto, así como de definir la vocación de cada uno de sus espacios --el de periodismo y el de artes gráficas-- y reorganizar la colección existente.
Aprovechando su 18 aniversario, este sábado 11 de agosto el MUPAG inauguró formalmente su nuevo espacio y presentó el ajuste que se le hizo a la Sala 1, la cual lleva el nombre del primer periódico que se publicó en Guadalajara el 20 de diciembre de 1810: El Despertador Americano.
En la sala Didáctica, el visitante encontrará información sobre la historia de la comunicación visual gráfica, "del trazo en la arena a la imprenta tipográfica". Las láminas de trovicel narran brevemente, con texto e imágenes, los inicios de las pinturas rupestres, los petroglifos y los geoglifos.
Después se describe la aparición de la escritura y el alfabeto, entre ellos el fenicio, el hebreo, el griego clásico y el cirílico. Para ilustrar la información, unos cubos de madera muestran sus diferentes símbolos, cada uno en un color específico. Otra lámina explica que los precursores del libro fueron la arcilla en forma de ladrillo, los papiros y los pergaminos.
Hasta que Johannes Gutenberg inventó la imprenta, en 1450 en Alemania, y que según la línea cronológica que ahí se expone, a Guadalajara llegó más de 300 años después, en 1793. En un mueble se muestran también algunos tipos móviles de aleación tipográfica de plomo, antimonio y estaño.
"Esta sala reafirma nuestro compromiso de lograr que el público se lleve algo que no sabía al entrar a nuestros espacios" dijo la directora del MUPAG, "y que le permita comprender mejor lo que va a observar y leer en las otras salas del museo".
Además de añadir información sobre El Despertador Americano --como el hecho de que sólo se imprimieron siete números y que vieron la luz en el mismo predio en que ahora se encuentra el museo-- la Sala 1 incorporó nuevas máquinas. Entre ellas un cilindro de impresión, una máquina Router y una prensa de plano cilindro, las tres donaciones de EL INFORMADOR.
Estuvieron presentes en el edificio, también conocido como La Casa de los Perros, la secretaria de Cultura de Guadalajara, Myriam Vachez, así como el arqueólogo Joseph Mountjoy, quien fue el elegido para cortar el lazo inaugural.
También recorrió los espacios renovados el señor Emilio Torres Ramírez, mejor conocido como Don Lino, ya que desde 1947 trabajó como linotipista en esta casa editorial. Actualmente, Don Lino asiste al Mupag todos los jueves por las mañanas, para explicar a los interesados cómo funcionaban esas enormes máquinas que él conoce a la perfección, en las que antes se componían las notas periodísticas en placas de metal que después se llevaban a la imprenta.
EL INFORMADOR/ EUGENIA COPPEL
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