Cultura
El MAZ se vuelve una Máquina del tiempo
Claudia Cisneros presenta una obra que busca alterar la percepción del tiempo y la memoria del espectador
GUADALAJARA, JALISCO (11/SEP/2014).- Reflexionar sobre la vida propia significa darse necesariamente un clavado en el pasado y esbozar predicciones para el futuro. Con esa premisa, en la nueva exposición de arte contemporáneo ''Máquina del tiempo'', en el Museo de Arte de Zapopan (MAZ), se manipulan distintos elementos para alterar las percepciones que se tienen sobre el tiempo y la memoria.
La muestra, que se inaugura esta noche, consiste en una acción de larga duración dividida en dos etapas. El trabajo es de la artista tapatía Claudia Cisneros, quien durante su trayectoria ha hurgado en sus propias experiencias para usarlas como materia prima de su obra.
La primera etapa llamada '' Retrato hablado'' durará del 12 de septiembre al 9 de noviembre. En ella, el visitante se verá coreado en el espacio con una dilación de apenas segundos, pues se basa en un mecanismo que opera a través de la voz y con el cual se altera la percepción del tiempo.
“Es una acción en vivo y tiene que ver con narrar cosas que van sucediendo”, platica Cisneros. Además, la pieza se dirige a la observación del otro “pero no en lo espectacular, sino en los gestos más mínimos: cómo alguien mueve una mano, cómo alguien se apoya sobre un pie o sobre otro, ese tipo de detalles”.
La segunda parte, titulada ''Carta abierta'', es un espacio donde los asistentes van a interactuar con Cisneros y otros artistas realizando ejercicios de predicción, con la idea de que se puedan volver realidad. El proyecto se mantendrá del 11 de noviembre al 28 de diciembre.
“Lo que esperamos es un trabajo reflexivo y de interpretación en torno a una instrucción. Eso abre muchas posibilidades para el 'performance'”.
Ensayo sobre la memoria
Claudia Cisneros define su trayectoria como un ensayo constante sobre la memoria: “Mis primeras exposiciones trataban de comprender un hecho, y pues siempre esos hechos ya están en el pasado. Era como un regresar a lo que ya había pasado (...) un ejercicio de memoria y de recopilación de mi propia experiencia”.
Desde sus primeras muestras, su obra empezó a nutrirse de vivencias personales. “La primera exposición tenía que ver con una incapacidad en el lenguaje y la segunda con mi experiencia en una escuela. Entonces utilicé el dibujo como una herramienta para hablar de ciertas acciones y momentos”.
Inicialmente se inclinó por la pintura y después se desplazó al dibujo, pero siempre incluía en sus muestras distintos elementos y formas escénicos, lo que eventualmente la llevó a explorar el universo de la acción artística y el "performance".
La muestra, que se inaugura esta noche, consiste en una acción de larga duración dividida en dos etapas. El trabajo es de la artista tapatía Claudia Cisneros, quien durante su trayectoria ha hurgado en sus propias experiencias para usarlas como materia prima de su obra.
La primera etapa llamada '' Retrato hablado'' durará del 12 de septiembre al 9 de noviembre. En ella, el visitante se verá coreado en el espacio con una dilación de apenas segundos, pues se basa en un mecanismo que opera a través de la voz y con el cual se altera la percepción del tiempo.
“Es una acción en vivo y tiene que ver con narrar cosas que van sucediendo”, platica Cisneros. Además, la pieza se dirige a la observación del otro “pero no en lo espectacular, sino en los gestos más mínimos: cómo alguien mueve una mano, cómo alguien se apoya sobre un pie o sobre otro, ese tipo de detalles”.
La segunda parte, titulada ''Carta abierta'', es un espacio donde los asistentes van a interactuar con Cisneros y otros artistas realizando ejercicios de predicción, con la idea de que se puedan volver realidad. El proyecto se mantendrá del 11 de noviembre al 28 de diciembre.
“Lo que esperamos es un trabajo reflexivo y de interpretación en torno a una instrucción. Eso abre muchas posibilidades para el 'performance'”.
Ensayo sobre la memoria
Claudia Cisneros define su trayectoria como un ensayo constante sobre la memoria: “Mis primeras exposiciones trataban de comprender un hecho, y pues siempre esos hechos ya están en el pasado. Era como un regresar a lo que ya había pasado (...) un ejercicio de memoria y de recopilación de mi propia experiencia”.
Desde sus primeras muestras, su obra empezó a nutrirse de vivencias personales. “La primera exposición tenía que ver con una incapacidad en el lenguaje y la segunda con mi experiencia en una escuela. Entonces utilicé el dibujo como una herramienta para hablar de ciertas acciones y momentos”.
Inicialmente se inclinó por la pintura y después se desplazó al dibujo, pero siempre incluía en sus muestras distintos elementos y formas escénicos, lo que eventualmente la llevó a explorar el universo de la acción artística y el "performance".
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