Cultura
El Coliseo romano recupera sus colores originales
Ha sido parcialmente liberado de los andamiajes de los que ha estado cubierto en los últimos 12 meses
Coliseo romano, el monumento símbolo de la capital italiana, luce nuevamente en su fachada los colores originales con los que fue inaugurado por el emperador Tito en el año 80 de nuestra era.
A un año de iniciadas las labores de restauración más importantes de las últimas décadas, el también llamado Anfiteatro Flavio ha sido parcialmente liberado de los andamiajes de los que ha estado cubierto en los últimos 12 meses.
Según Rossella Rea, directora del monumento, ha sido concluida la limpieza de cinco de las 80 arcadas bajo restauración, con lo que el Coliseo puede ser nuevamente admirado con sus colores originales, que van del amarillo al ocre.
"Las arcadas liberadas del andamiaje son las que dan hacia los Foros Imperiales. Estamos un poco retardados con los trabajos, pero podremos recuperar tiempo y el primer lote será entregado el 2 de marzo de 2016", aseguró.
La restauración del Coliseo inició en julio de 2013, con una inversión de 25 millones de euros (unos 31 millones de dólares) desembolsados por el empresario Diego Della Valle, propietario del grupo de zapatos Tod's.
El camino para devolverle brillo a un monumento de casi dos mil años de antigüedad no ha sido fácil, pues el proyecto se enfrentó con las denuncias de la asociación de consumidores Codacons, que cuestionó la transparencia de la decisión.
También se opuso a que una obra de tales dimensiones fuera confiada a una empresa privada, a la que acusó de hacer un uso comercial del Coliseo.
Al final, sin embargo, los tribunales italianos dieron luz verde para el inicio de los trabajos. La construcción del Anfiteatro Flavio fue comenzada bajo el emperador Vespasiano en el año 72 después de Cristo.
La inauguración tuvo lugar ocho años después bajo el imperio de Tito, que para la ocasión ofreció festejos que duraron 100 días.
Con capacidad para más de 50 mil personas, se le conoció también como Coliseo debido a que se encontraba al lado de una estatua monumental de Nerón, destruida cuando los habitantes de la Ciudad Eterna quisieron borrar toda huella que recordara al emperador acusado del incendio de la urbe.
Usado para espectáculos de gladiadores y otras manifestaciones públicas, el monumento fue testigo del saqueo de Roma por los bárbaros y durante casi 20 siglos ha sufrido los efectos de incendios y terremotos que han dejado huella en su estructura.
Durante el Medioevo el Coliseo fue parcialmente saqueado y usado como castillo, cementerio y almacén de mármol travertino, al tiempo que crecía su fama de lugar siniestro, dedicado al culto del demonio.
Fue durante el Jubileo de 1675 que asumió el carácter de lugar sagrado en memoria de los mártires cristianos condenados al suplicio.
En 1744 el papa Benedicto XIV le dedicó las 15 etapas del Via Crucis del Viernes Santo y en 1749 lo declaró iglesia consagrada a Cristo y a los mártires cristianos.
En la época moderna el Coliseo ha sufrido los efectos del tráfico y la contaminación, además del flujo ininterrumpido de turistas, que en 2013 llegó a casi seis millones de personas.
La organización Italia Nostra, dedicada a la salvaguarda del patrimonio artístico italiano, ha denunciado también que la construcción de una línea del metro pone en grave riesgo al monumento, pero según Cristiano Brughitta, portavoz de la oficina de Bienes Arqueológicos de Roma, ese peligro ha sido conjurado.
"Se han hecho todos los estudios arqueológicos e ingenierísticos necesarios para evitar que la construcción del metro dañe al Coliseo", aseguró. Reconoció que la restauración se hizo necesaria luego de varios desprendimientos de material, que obligaron a colocar vallas de protección y a cerrar algunas áreas.
Los trabajos prevén la limpieza de la fachada del Coliseo, reforzar su estructura, mejorar la iluminación y la seguridad y mostrar a los turistas un 25 por ciento más de su superficie.
También será construido un centro de servicios en el exterior del monumento de unos mil 600 metros cuadrados, que albergará las taquillas, una librería, una cafetería y varios baños, además de que se limpiarán las partes internas y subterráneas para que, por primera vez, puedan ser reabiertas al público.
Brughitta dijo que aun no hay una fecha establecida para la finalización total de todos los trabajos, pues falta abrir los concursos por los que serán adjudicadas las concesiones para la edificación del centro de servicios y la limpieza del interior del Coliseo.
ROMA, ITALIA (04/SEP/2014).- El
A un año de iniciadas las labores de restauración más importantes de las últimas décadas, el también llamado Anfiteatro Flavio ha sido parcialmente liberado de los andamiajes de los que ha estado cubierto en los últimos 12 meses.
Según Rossella Rea, directora del monumento, ha sido concluida la limpieza de cinco de las 80 arcadas bajo restauración, con lo que el Coliseo puede ser nuevamente admirado con sus colores originales, que van del amarillo al ocre.
"Las arcadas liberadas del andamiaje son las que dan hacia los Foros Imperiales. Estamos un poco retardados con los trabajos, pero podremos recuperar tiempo y el primer lote será entregado el 2 de marzo de 2016", aseguró.
La restauración del Coliseo inició en julio de 2013, con una inversión de 25 millones de euros (unos 31 millones de dólares) desembolsados por el empresario Diego Della Valle, propietario del grupo de zapatos Tod's.
El camino para devolverle brillo a un monumento de casi dos mil años de antigüedad no ha sido fácil, pues el proyecto se enfrentó con las denuncias de la asociación de consumidores Codacons, que cuestionó la transparencia de la decisión.
También se opuso a que una obra de tales dimensiones fuera confiada a una empresa privada, a la que acusó de hacer un uso comercial del Coliseo.
Al final, sin embargo, los tribunales italianos dieron luz verde para el inicio de los trabajos. La construcción del Anfiteatro Flavio fue comenzada bajo el emperador Vespasiano en el año 72 después de Cristo.
La inauguración tuvo lugar ocho años después bajo el imperio de Tito, que para la ocasión ofreció festejos que duraron 100 días.
Con capacidad para más de 50 mil personas, se le conoció también como Coliseo debido a que se encontraba al lado de una estatua monumental de Nerón, destruida cuando los habitantes de la Ciudad Eterna quisieron borrar toda huella que recordara al emperador acusado del incendio de la urbe.
Usado para espectáculos de gladiadores y otras manifestaciones públicas, el monumento fue testigo del saqueo de Roma por los bárbaros y durante casi 20 siglos ha sufrido los efectos de incendios y terremotos que han dejado huella en su estructura.
Durante el Medioevo el Coliseo fue parcialmente saqueado y usado como castillo, cementerio y almacén de mármol travertino, al tiempo que crecía su fama de lugar siniestro, dedicado al culto del demonio.
Fue durante el Jubileo de 1675 que asumió el carácter de lugar sagrado en memoria de los mártires cristianos condenados al suplicio.
En 1744 el papa Benedicto XIV le dedicó las 15 etapas del Via Crucis del Viernes Santo y en 1749 lo declaró iglesia consagrada a Cristo y a los mártires cristianos.
En la época moderna el Coliseo ha sufrido los efectos del tráfico y la contaminación, además del flujo ininterrumpido de turistas, que en 2013 llegó a casi seis millones de personas.
La organización Italia Nostra, dedicada a la salvaguarda del patrimonio artístico italiano, ha denunciado también que la construcción de una línea del metro pone en grave riesgo al monumento, pero según Cristiano Brughitta, portavoz de la oficina de Bienes Arqueológicos de Roma, ese peligro ha sido conjurado.
"Se han hecho todos los estudios arqueológicos e ingenierísticos necesarios para evitar que la construcción del metro dañe al Coliseo", aseguró. Reconoció que la restauración se hizo necesaria luego de varios desprendimientos de material, que obligaron a colocar vallas de protección y a cerrar algunas áreas.
Los trabajos prevén la limpieza de la fachada del Coliseo, reforzar su estructura, mejorar la iluminación y la seguridad y mostrar a los turistas un 25 por ciento más de su superficie.
También será construido un centro de servicios en el exterior del monumento de unos mil 600 metros cuadrados, que albergará las taquillas, una librería, una cafetería y varios baños, además de que se limpiarán las partes internas y subterráneas para que, por primera vez, puedan ser reabiertas al público.
Brughitta dijo que aun no hay una fecha establecida para la finalización total de todos los trabajos, pues falta abrir los concursos por los que serán adjudicadas las concesiones para la edificación del centro de servicios y la limpieza del interior del Coliseo.
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